Senderismo y mindfulness: terapia natural que regula el estrés, fortalece las emociones y mejora el estado físico

Senderismo y mindfulness: terapia natural que regula el estrés, fortalece las emociones y mejora el estado físico

Darse un respiro en la naturaleza, lejos del tráfico y las pantallas, aporta múltiples beneficios emocionales y físicos. Así lo explican expertos en esta práctica.

Enlace generado

Resumen Automático

06/10/2025 06:00
Fuente: Prensa Libre 

Frente a las aglomeraciones, el tránsito constante y la falta de tiempo personal, el senderismo se convierte en una terapia al aire libre: una pausa con efectos positivos para el bienestar físico, emocional y personal, que además invita al autodescubrimiento en soledad.

La combinación entre el esfuerzo físico que supone el senderismo y la conexión emocional con uno mismo en un ambiente natural ayuda a reducir el estrés, disminuir la sobrecarga mental y sincronizar mente y cuerpo, según especialistas consultados.

Además del vínculo emocional con la naturaleza, esta actividad tiene beneficios comprobados para la salud. Estuardo Rojas, médico internista, explica que el ejercicio por sí solo es un factor protector ante enfermedades como infartos, trastornos cardiovasculares, derrames cerebrales e incluso ciertos tipos de cáncer. Asimismo, señala que el contacto con la naturaleza ayuda a reducir el estrés cotidiano.

Aunque no todas las personas pueden practicar esta actividad de inmediato, es posible prepararse mediante ejercicios que fortalezcan los músculos, aumenten la resistencia y mejoren la energía, detalla el especialista.

Beneficios emocionales del senderismo

Desde el punto de vista psicológico, realizar una actividad que combina naturaleza, espacio personal y ejercicio físico puede generar importantes beneficios emocionales al romper con la rutina diaria.

“El senderismo no solo impacta en el estado físico, también tiene efectos profundos sobre las emociones y la forma en que conectamos con los sentidos y el entorno”, afirma Mónica Mayorga, psicóloga clínica.

Ximena Fuentes, especialista en psicología clínica y de pareja, destaca que el montañismo o el ascenso a un volcán pueden ayudar a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y facilitar la conexión con los sentidos.

¿Cómo ayuda a liberar el estrés?

Gracias a la liberación de endorfinas, el cuerpo libera tensiones acumuladas. Mayorga explica que el movimiento físico, especialmente al aire libre, estimula la producción de endorfinas y serotonina, neurotransmisores que generan sensación de bienestar y reducen la ansiedad.

“Estar en la montaña o en contacto con la naturaleza permite romper con la rutina y disminuir la sobrecarga mental”, agrega Mayorga.

Fuentes coincide en que el senderismo puede interpretarse como una forma de liberar tensiones, pues caminar, escalar y moverse en la naturaleza activa las endorfinas, consideradas “analgésicos naturales” contra el estrés.

Subir una montaña obliga a respirar profundamente; esa respiración oxigena el cerebro y ayuda a calmar el sistema nervioso, según ambas expertas.

Al enfocarnos en la actividad y en el entorno natural, nuestra mente se desconecta de preocupaciones y patrones de pensamiento que generan estrés. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

¿Cómo mejora las emociones?

Practicar senderismo fortalece la resiliencia emocional. Superar retos físicos como una subida enseña a manejar la frustración y a celebrar logros, lo que mejora la autoestima y el estado de ánimo, sostiene Mayorga.

Además, permite reducir pensamientos negativos: al enfocarse en el entorno natural, la mente se desconecta de preocupaciones y patrones de pensamiento estresantes.

Fuentes detalla que el senderismo ayuda a aliviar las emociones de diversas formas:

  1. Bienestar emocional: reduce síntomas de ansiedad y depresión.
  2. Sentido de logro: alcanzar una cima o completar una ruta refuerza la autoestima y la sensación de superación.
  3. Contacto con lo bello: la contemplación de paisajes naturales genera emociones como gratitud, asombro y serenidad.
  4. Conexión social: alejarse de las redes sociales abre espacios para conversaciones profundas y vínculos auténticos.
  5. Trabajo en equipo: las caminatas fomentan el apoyo mutuo, la cooperación y la confianza.
  6. Memorias compartidas: las experiencias grupales fortalecen la sensación de pertenencia y comunidad.

Leer más: Motivación en pausa: por qué ocurre y cómo retomar tus metas cuando ya las diste por perdidas

¿Cómo conecta los sentidos?

Esta actividad se asocia al mindfulness natural: meditación y conciencia plena a través de los sentidos. Escuchar el viento, sentir el sol en la piel u observar el paisaje activa la percepción sensorial y permite vivir el presente con mayor plenitud.

También fortalece la conexión cuerpo-mente, ya que el movimiento constante y la atención que exige el montañismo entrenan la capacidad de estar presentes y sintonizar con las propias emociones, destaca Mayorga.

Beneficios físicos y de salud

El senderismo no solo estimula las emociones, también fortalece el organismo. Ernesto Man, fisioterapeuta, señala que esta práctica beneficia el sistema respiratorio, cardiovascular y muscular.

“Realizar actividad física en un entorno que nos guste aumenta la motivación, lo que favorece mantener el cuerpo activo e incluso conservar la juventud”, afirma.

Para asumir el montañismo como una afición o estilo de vida, Man sugiere una preparación previa: al menos dos meses de ejercicios cardiovasculares y de fuerza antes de emprender caminatas más exigentes.

“Lo ideal es ponerse metas: por ejemplo, subir el volcán de Pacaya en dos meses y el de Agua en seis. La preparación previa ayuda a evitar lesiones”, añade.

La falta de acondicionamiento puede provocar lesiones como fascitis plantar, esguinces de tobillo o dolencias en la espalda baja. Un ejemplo es la respiración, pues muchas personas no están acostumbradas a respirar adecuadamente durante el esfuerzo físico.

Como recomendación, el fisioterapeuta sugiere fortalecer piernas, glúteos, cuádriceps, isquiotibiales, pantorrillas, abdomen, oblicuos y espalda baja para desarrollar resistencia y prevenir lesiones.

Finalmente, Rojas agrega que este tipo de ejercicio en entornos naturales también contribuye a prevenir enfermedades asociadas al estrés, mejora el sueño y estimula la producción de la hormona del crecimiento, esencial para los adolescentes.