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Avances en la lucha contra el cáncer de mama: terapias moleculares, radioterapia y la clave del diagnóstico temprano
Con un promedio de cuatro diagnósticos diarios, el cáncer de mama es una de las enfermedades que más urge detectar a tiempo, afirmaron expertos durante el conversatorio “Ciencia y esperanza”.
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Este tipo de cáncer es el más común entre las mujeres guatemaltecas y afecta a más de dos mil cada año. Por ello, el diagnóstico temprano es prioritario, ya que se trata de una de las principales causas de muerte por cáncer en mujeres a nivel mundial, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Informes de la OPS señalan que la carga de esta enfermedad es desproporcionadamente mayor en países en vías de desarrollo, donde la mayoría de muertes prematuras ocurre en personas menores de 70 años. Los expertos destacan que una detección a tiempo puede marcar la diferencia en la forma de combatir esta enfermedad, por lo que resaltan la importancia del chequeo anual.
En un diálogo de este tipo, la ciencia, la tecnología y el acompañamiento emocional pueden desempeñar un papel fundamental en la lucha contra el cáncer. En el marco del Mes de la Concienciación sobre el Cáncer de Mama, Prensa Libre presentó el conversatorio Ciencia y esperanza: una nueva forma de enfrentar el cáncer de mama, conducido por la periodista Ingrid Reyes.
Durante el conversatorio, de una hora de duración, el doctor Luis Yanes, cirujano guatemalteco con experiencia en gestión hospitalaria, y la psicóloga clínica Lea Echeverría, especialista en salud hospitalaria y psicooncología, compartieron parte de la estrategia para enfrentar el cáncer de mama, la importancia del diagnóstico temprano y los nuevos métodos terapéuticos.
Para iniciar, el doctor Yanes hizo un repaso de la situación en Guatemala, y señaló que este tipo de cáncer es el más frecuente entre las mujeres, con más de dos mil casos al año —más de cuatro diarios—, destacó.
Detección temprana
En países como Guatemala, la detección temprana aún representa un reto, señala Echeverría, debido a la falta de comprensión sobre los niveles de prevención: primaria, secundaria y terciaria.
La prevención primaria promueve la calidad de vida como protección contra el cáncer; la secundaria se enfoca en la detección oportuna. “Necesitamos educación, políticas públicas firmes y romper con estigmas culturales”, resaltó la psicóloga.
Sobre este aspecto, el doctor Yanes indicó que en países desarrollados las tasas de cáncer avanzado son menores en comparación con naciones como Guatemala, debido a la detección temprana. Subrayó que no es lo mismo enfrentar el cáncer en una etapa inicial que hacerlo cuando ya presenta complicaciones.
En cifras, explicó que un diagnóstico temprano permite que una paciente retome su vida en aproximadamente cinco años, mientras que quienes son diagnosticadas en etapa cuatro rara vez superan ese plazo de vida.

El médico Luis Yanes comparte que el diagnóstico temprano puede ayudar a buscar tratamientos alternativos y más efectivos en la lucha contra el cáncer. (Foto Prensa Libre / Moises Xec)
¿Opciones de detección del cáncer de mama?
Una de las formas iniciales de detección es el autoexamen, considerado por Yanes como una herramienta valiosa que debe practicarse una vez al mes para identificar cambios en el seno y la axila.
No obstante, aclaró que este método es insuficiente, ya que muchas personas no están entrenadas para detectar masas menores de dos centímetros. Por ello, es necesario complementarlo con otros exámenes como:
- Mamografía
- Ultrasonido
- Resonancia magnética
- Tomografía
- Inteligencia artificial
Estas tecnologías son complementarias. La mamografía es recomendada a partir de los 40 años, pero no basta para evaluar el avance del cáncer, por lo que deben combinarse diversos estudios.
Factores que afectan la prevención
En Guatemala persiste el estigma en torno a la prevención y detección oportuna, y la autoexploración continúa siendo un tema tabú, explicó Echeverría.
“El miedo es multifactorial”, aseguró. Desde el dolor que se asocia a los exámenes hasta el temor al diagnóstico, muchos factores inciden en la decisión de no consultar. “Educar es el primer paso. Si logramos explicar, escuchar y acompañar, podemos revertir esas estadísticas”, insistió.
Criticó también la falta de sensibilidad en algunos entornos médicos. “El paciente necesita respeto, no sentirse juzgado ni invadido. La consulta debe ser un espacio de confianza, no de temor”.
Asimismo, invitó a promover el autocuidado como herramienta clave para revertir las cifras que afectan la salud de las mujeres guatemaltecas.
Opciones de tratamiento para el cáncer de mama
Actualmente, el cáncer de mama cuenta con tres pilares de tratamiento: cirugía, medicamentos y radioterapia.
El doctor Yanes destacó que un diagnóstico temprano permite, en muchos casos, aplicar solo uno de estos tratamientos; mientras que en diagnósticos tardíos se deben emplear los tres, incluso de manera repetida.
Para las pacientes con diagnóstico temprano se puede ofrecer cirugía conservadora, tratamientos distintos a la quimioterapia y terapias moleculares dirigidas, menos agresivas y más efectivas.

La psicóloga Lea Echeverría destaca que el acompañamiento emocional silencioso puede ser efectivo en el proceso de combatir el cáncer. (Foto Prensa Libre / Moises Xec)
Terapias moleculares dirigidas
Yanes explicó que enfrentar el cáncer requiere de un abordaje multidisciplinario para identificar el tipo de tumor, que muchas veces responde a hormonas o a factores como HER2/neu o el triple negativo.
Según el análisis específico del tumor en laboratorio, se pueden identificar proteínas o moléculas que determinan su comportamiento, lo cual permite establecer un tratamiento específico y personalizado.
Acompañamiento emocional: una necesidad, no una opción
Desde su experiencia, Echeverría subrayó que cada paciente reacciona de manera distinta. “El diagnóstico genera miedo, angustia, culpa. No basta con decir ‘todo estará bien’. Hay que validar esas emociones y acompañar desde la psicoeducación y la escucha activa”.
Indicó que el acompañamiento emocional debe formar parte del tratamiento médico. “Sin ese apoyo, muchos abandonan los tratamientos. Es urgente comprender que el cáncer se vive con el cuerpo, pero también con el alma”.
Por último, ambos expertos hicieron un llamado a la acción para fomentar el diagnóstico temprano, ya que el 60% de los casos se detectan en etapas avanzadas, lo que define el tipo de tratamiento y la posibilidad de supervivencia.