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“Más fácil llegar a Estados Unidos”: Familia que se autodeportó narra el drama que vive para regresar a su país
La situación migratoria en Estados Unidos ha obligado a muchos a buscar la manera de regresar a sus países de origen, sin imaginarse que el regreso es incluso más complicado
Entre el 22 y el 31 de enero, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) arrestó a más de ocho mil 200 personas en Estados Unidos, según datos que la agencia publicó en X.
Ese promedio diario fue aproximadamente tres veces mayor al número de arrestos registrados por ICE durante el último año del mandato de Joe Biden, según el medio estadounidense Times Union.
Estas cifras han ido aumentando con el paso de los días, y un sentimiento se ha hecho cada vez más presente entre la comunidad migrante: el miedo.
Tal es el caso de muchas personas que han tomado la decisión de volver a sus países de origen para evitar ser separadas de sus familias.
Sin embargo, el regreso tampoco es algo fácil. Según Mayerlin Villalobos, una migrante venezolana que decidió autodeportarse para volver a su país, ha sido “más fácil llegar a Estados Unidos que regresar a Venezuela”.
Según el medio estadounidense Univisión, después de que Villalobos se entregara junto a su familia en la frontera, vivieron en California, EE. UU., durante un año y medio y contaban con permiso de trabajo como parte del proceso de una aplicación de TPS (Estatus de Protección Temporal, por sus siglas en inglés); sin embargo, por no asistir a una audiencia judicial, su estatus cambió a deportación.
“Nos dio miedo que en un momento en el que estuviéramos trabajando y los niños en la escuela, nos fueran a agarrar y estar separados de nuestros niños”, comenta Villalobos, quien durante el reportaje se encontraba en una isla del Caribe de Panamá.
La familia llevaba tres días esperando una lancha que los llevara a la frontera con Colombia.
Villalobos comenta que se arrepiente de haber salido de Venezuela, al ver el sufrimiento de sus hijos. “Si yo pudiera borrar la memoria de mis hijos, les borraría la memoria de todo, desde el inicio del viaje”, afirma.
El plan inicial de la familia era volar a Colombia, pero las autoridades migratorias en México les impidieron abordar los aviones, lo que los obligó a viajar por tierra.
Desde esa isla en Panamá, aún les esperaba una travesía de diez horas en mar abierto para llegar a Colombia y, desde allí, emprender su camino para finalmente llegar a Venezuela.

Esta es la situación en la que se encuentran muchos migrantes, debido a que, después del 20 de enero, ya no se sienten seguros de vivir en Estados Unidos.
Iglesias, escuelas, hospitales y otros lugares que en algún momento los inmigrantes consideraban seguros ahora están abiertos a las autoridades de inmigración para realizar arrestos.