Programas sociales apenas superan el 50% de ejecución; expertos señalan que no hay justificación

Programas sociales apenas superan el 50% de ejecución; expertos señalan que no hay justificación

El ritmo de ejecución de los programas sociales a cargo del Mides sigue rezagado, pues al noveno mes del año, solo se había ejecutado poco más de la mitad del presupuesto asignado.

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03/10/2025 00:01
Fuente: Prensa Libre 

Octubre ha comenzado y la ejecución de algunos programas sociales a cargo del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) no ha sobrepasado el 53%.

Estos datos fueron corroborados mediante información proporcionada por la Unidad de Acceso a la Información del Mides, en donde se indica que, al 9 de septiembre, la ejecución presupuestaria de los programas bajo la Dirección de Asistencia Social, consistente en distintos bonos, se encuentra en 53.97%, lo que equivale a Q417.85 millones desembolsados del presupuesto asignado a estos apoyos, que para el presente año asciende a Q773.8 millones.

La información corresponde a los programas Bono Social, en sus modalidades Bono Salud, Bono Educación y Bono Salud para niños de 0 a 2 años, así como a los programas Bono Nutrición y Programa Vida.

No obstante, detrás de este porcentaje también se observan disparidades que reflejan una gestión fragmentada y que, para algunos sectores de la ciudadanía, podría considerarse ineficaz.

Bono Social

El Programa Bono Social, que es la iniciativa de transferencias monetarias condicionadas más grande del Mides, incluye tres aportes: Bono Salud, Bono Educación y Bono Salud para niños de 0 a 2 años.

Mientras el Bono Salud muestra una ejecución de 78.85%, con Q138 millones desembolsados de los Q175 millones asignados, el subprograma Bono Educación refleja un ritmo más lento, con solo 50.86% de ejecución, equivalente a Q241 millones de una asignación de Q417 millones. Un tercer componente, el Bono Salud para niños de 0 a 2 años, también marcha a un paso lento, con 45.16% de ejecución, equivalente a Q25 millones de los Q57 millones asignados para este año.

Bono Nutrición

La ejecución de los fondos destinados específicamente a combatir la desnutrición aguda en niños menores de 6 años es la que presenta el indicador más bajo. Durante lo que va del año, el Bono Nutrición ha ejecutado apenas el 16.47% de su presupuesto de Q65 millones. Este porcentaje equivale a Q10.7 millones, lo que provoca interrogantes sobre los motivos que impiden que estos recursos lleguen a las familias en situación de vulnerabilidad nutricional, identificadas por la cartera de Salud en todo el país.

El Mides aclara que en el departamento de Guatemala únicamente se brinda cobertura del Bono Nutricional, pero no del Bono Salud ni del Bono Educación, ya que en esa jurisdicción se ejecuta el programa Bolsa Social.

Programa Vida

En contraste, el Programa Vida —dirigido a niñas y adolescentes menores de 14 años embarazadas o madres, víctimas de violencia sexual con casos judicializados— es el único que reporta una ejecución del 100%. Sin embargo, su alcance es limitado, ya que cuenta con un presupuesto de solo Q1.5 millones y ha beneficiado a 197 personas en todo el país durante el 2025.

Cabe resaltar que el Programa Vida no reporta beneficiarias en cinco departamentos: Chiquimula, Izabal, Suchitepéquez, Totonicapán y Zacapa.

Esta situación deja en extrema vulnerabilidad a una población doblemente victimizada, primero por la violencia sexual y luego por la indiferencia estatal. Según entidades como la Procuraduría General de la Nación (PGN) y la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), los mayores casos de abuso contra niñas y adolescentes se registran en el interior del país.

Departamentos con mayor ejecución

En cada uno de los programas citados, al menos tres departamentos encabezan la lista en cuanto a fondos ejecutados.

  • El Bono Educación ha tenido mayor ejecución en Huehuetenango (Q39.6 millones), Quiché (Q31 millones) y Alta Verapaz (Q34.4 millones).
  • El Bono Salud ha sido más ejecutado en Huehuetenango (Q25.9 millones), Quiché (Q27.8 millones) y Alta Verapaz (Q19.2 millones).
  • En cuanto al Bono Nutrición, el departamento de Guatemala —excluido del Bono Educación y del Bono Salud— ha recibido el mayor monto (Q1.5 millones), seguido de Huehuetenango (Q690 mil) y Alta Verapaz (Q1 millón).
  • El Programa Vida registra mayor desembolso en Huehuetenango (Q303 mil), San Marcos (Q269 mil) y Jutiapa (Q202 mil), lo que evidencia una cobertura baja para un problema de alcance nacional.

Los datos por departamento revelan una focalización geográfica en la entrega de aportes, con Huehuetenango, Quiché y Alta Verapaz entre los primeros lugares, al concentrar el mayor número de familias beneficiarias y montos desembolsados, con más de 20 mil familias atendidas en cada uno y cifras superiores a Q54 millones individualmente.

Mides justifica avances

Pese a estas cifras, el Mides asegura que, en el 2025, se han logrado avances importantes en la cobertura de los programas sociales gracias al Registro Social de Hogares, herramienta que califican como una planificación basada en evidencia.

Aunque no brindan cifras específicas sobre porcentajes de crecimiento, aseguran que este año la cobertura del Bono Social se amplió de 82 mil a más de 150 mil beneficiarios en todo el país, y la Bolsa Social pasó de 24 mil a más de 55 mil familias en el departamento de Guatemala.

Deficiencias en la gestión

A criterio de Luis Linares, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies) al noveno mes del año la ejecución presupuestaria de estos programas sociales debería estar al menos en un 75%, por lo que considera que es un problema de “deficiencia en la gestión” por parte de las autoridades y encargados en la ejecución de los recursos.

El experto considera que estos retrasos son “injustificables” en el segundo año de gestión, ya que afectan directamente a “las familias beneficiarias que tienen ya en su presupuesto” estas transferencias.

También señaló que el verdadero problema detrás de las cifras es que “el no cumplir las tareas de la administración” tiene “un impacto negativo en la situación alimentaria y de vida de los receptores”, y urgió a las autoridades a “identificar los cuellos de botella” que ralentizan la entrega de estos recursos, para lo cual se debe realizar una “reingeniería” en la administración y distribución de los programas.

Sobre la baja ejecución de los fondos asignados a los programas sociales, Manfredo Marroquín, de Acción Ciudadana, calificó al Mides como una entidad que “ya tiene casi los mismos problemas y vicios que en su época tuvo el extinto Fondo Nacional para la Paz (Fonapaz)”, que —según recordó— fue liquidado por el propio Mides. Marroquín estableció esta comparación al indicar que la mayor parte del presupuesto de la cartera se invierte en funcionamiento y se destina muy poco a inversión social.

El analista agregó: “Yo si fuera gobierno, eliminaría ese ministerio. Hay mecanismos más eficientes, como las transferencias directas a los beneficiarios a través de transferencias bancarias. Y que toda esa infraestructura de beneficios y de personal –en el ministerio– realmente ya no se justifica, y por eso creo que el ministerio va a seguir con la ejecución muy pobre”.

Politización, clientelismo y burocracia

Linares también alertó sobre la persistente “injerencia de diputados en cuanto a la selección de beneficiarios” como uno de los factores que afecta la ejecución de los programas sociales y cuestionó la falta de autonomía del Ministerio de Desarrollo Social para “no sujetarse a esas intervenciones” políticas.

“Esta manipulación de los padrones –de beneficiarios– no solo distorsiona el objetivo de los programas, sino que debilita la capacidad institucional para ejecutar eficientemente los recursos destinados a la población vulnerable”, afirma el experto.

Marroquín indico que también es importante terminar con la burocracia y los atrasos en la entrega de los apoyos sociales. Aseguró que las transferencias directas a través del Crédito Hipotecario Nacional (CHN) serían una forma mucho más efectiva de ejecutar los fondos destinados a cada programa social, ya que asegura: “De esa manera se acabaría el clientelismo y la burocracia existente en cada uno de los programas a cargo del Mides”, y considera “injustificable” que, para el próximo año, el Mides solicite más fondos, cuando en este año “no ha tenido una ejecución efectiva de los fondos”.