Políticos, háganse la campaña de ser serios

Políticos, háganse la campaña de ser serios

Ni siquiera ha comenzado la campaña política, pero ya hay varias flagrantes transgresiones que el TSE, por cierto, no ha sancionado, a pesar de ser evidentes.
20/02/2023 00:05
Fuente: Prensa Libre 

Ni siquiera ha comenzado la campaña política, pero ya hay varias flagrantes transgresiones que el TSE, por cierto, no ha sancionado, a pesar de ser evidentes, tales como las vallas del partido oficialista que hacen alusión al problema del transporte —con la vista puesta en la disputa por la alcaldía capitalina— o la presunción de que la mejora económica depende solo del Gobierno y no de los millones de migrantes guatemaltecos que aportan el 20% del producto interno bruto.

No es el único caso, hay varios personajes partidarios que ya formulan velada promoción personal bajo el pretexto de invitación a afiliarse. Proselitismo, le dicen, una tarea que no efectuaron en los tres años anteriores. Tampoco aportaron al debate cívico de ideas y decisiones para trazar una visión de Estado. Se enfrascaron en polarizaciones y alianzas, según el caso. De pretexto para el mutismo invocan la supuesta prohibición, mañosamente ambigua, contenida en las chambonas reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, que la Corte de Constitucionalidad se niega a analizar, pese a múltiples amparos.

Como si fuera la partida de una turbulenta maratón y no el inicio de un proceso de decisiones racionales, casi 30 partidos políticos intentan venderse como rivales, aunque entre ellos hay parentescos de pretéritas dirigencias y afiliaciones a otras agrupaciones ya rechazadas por la ciudadanía y, por lo tanto, necesitadas de más cartones de lotería para venderse como oposición.

Incluso con el llamado beneficio de la duda, saltan a la vista la falta de innovación, de formación y, peor aún, de integridad ética en el espectro político, con solo contadas excepciones. No vamos a prejuzgar con base en previos oficios o trasfondos, pero basta escuchar la limitada formulación de propuestas concretas referentes a problemas torales de la Nación. Se limitan a hablar de temas obvios como el tránsito, la delincuencia o el costo de vida, pero sin proponer abordajes serios. Hasta ofrecen pena de muerte, cuando ello solo lo decide el Organismo Judicial. Siguen guiones de publicistas o influentes alquilados, quienes por lo regular menosprecian la inteligencia del ciudadano. Surgen personajes supuestamente ajenos a la politiquería tradicional, pero se integran a partidos donde se tolera a exconvictos, a diputados antejuiciados o incluidos en lista negra o a exfuncionarios de dudosa gestión.

Estamos a casi cuatro meses de la decisión colectiva más relevante, dada la gravedad de los desafíos, el deterioro de indicadores de desarrollo y el agravamiento de la situación del desempleo, recientemente develada por la encuesta del Instituto Nacional de Estadística, que pone en entredicho la veracidad o los efectos reales de las cifras macroeconómicas. No se necesitan más perfiles físicos, sino intelectuales; no hacen falta más ofertas mentirosas, sino compromisos técnicos; no se necesitan mesías prefabricados, sino equipos que expulsen a todo personaje vinculado con corrupción y mediocridad.

En río revuelto ganancia de pescadores parece ser la consigna que mueve la multiplicación de organizaciones y planillas con afinidades y antecedentes obvios. Aun así, la ciudadanía no es la del 2015 y menos la del 2019. Con todo y los mecanismos clientelares que se avecinan, con todo y el acelerón de obras obviamente electoreras, la inteligencia del ciudadano guatemalteco va más allá de los maquiavelismos y las recetas para disfrazar de proselitismo o supuesta realización estatal lo que es abierta campaña.