La Policía Nacional Civil (PNC) mantiene bajo vigilancia el creciente interés de estructuras criminales por introducir drogas sintéticas a Guatemala, entre ellas el fentanilo, una sustancia altamente adictiva y letal.

El director general de la institución, David Custodio Boteo, se refirió al reciente caso de dos trabajadores capturados en el Hospital San Juan de Dios por robo de medicamentos. Según el jefe policial, aunque en un principio se mencionó que se trataba de fentanilo, los médicos aclararon que era un tipo de anestesia. No obstante, precisó que en términos técnicos, esa anestesia sí contiene fentanilo.

El funcionario explicó que, aunque esta droga aún no se comercializa abiertamente como tal en Guatemala, existe consumo de productos que la contienen, especialmente aquellos destinados al uso veterinario.

“El fentanilo es una droga usada como anestesia para caballos, y se consigue en veterinarias. Aunque no se declare como fentanilo, su uso con fines ilícitos no puede descartarse”, advirtió.

En días recientes, en una vivienda ubicada en la manzana E 10, lote 15, lotificación Lo de Valdez, en San José Pinula, se descubrió un laboratorio para la fabricación de droga sintética que se distribuía en el departamento de Guatemala, detallan las primeras pesquisas.

Los investigadores del caso explicaron que ese narcolaboratorio operaba desde hace varios meses en esa vivienda y posiblemente recibió ayuda de una estructura dedicada al narcotráfico en México. Los investigadores afirmaron que encontraron indicios de metanfetamina, éxtasis y ketamina, un anestésico disociativo con efectos alucinógenos. También se presume que en ese lugar fabricaban “tusi”, o cocaína rosada.

Inducción

De acuerdo con Custodio, se tiene información de que en el país ya se están montando laboratorios para la fabricación de drogas sintéticas, como se evidenció en ese decomiso de San José Pinula. Además, señaló que ciudadanos mexicanos han ingresado al territorio nacional para capacitar a grupos locales en la elaboración de estas sustancias.

“No necesariamente vienen los cárteles como tal, sino que contratan a personas con el conocimiento técnico para dar formación sobre el funcionamiento de laboratorios clandestinos”, explicó.

El director de la PNC sostuvo que los productos químicos empleados no provienen de farmacias, sino que muchos ingresan al país bajo fines médicos o veterinarios. No obstante, ante la falta de control en su distribución, estos componentes podrían estar siendo desviados para fines ilícitos.

Respecto al tipo de instalaciones donde se elaboran estas drogas, afirmó que los laboratorios sintéticos son mucho más sofisticados que los utilizados para procesar cocaína. Su implementación responde a una estrategia más estructurada por parte del crimen organizado.

Consultado sobre los grupos detrás de esta operación, el jefe de la PNC recalcó que no se trata únicamente de pandillas.

“Hay de todo. Ahora hay una especie de unificación entre grupos delictivos. Lo que antes manejaban narcotraficantes, ahora también lo operan pandillas como la Salvatrucha (MS) y el Barrio 18. Incluso, se están adueñando de zonas como la 3 y 7, San Miguel Petapa y Villa Canales”, reveló.

Agregó que incluso hay una guerra entre la MS y el barrio 18 para apoderarse de esos territorios.

Además, alertó sobre una nueva droga conocida como “la droga del pollo”, la cual se distribuye dentro de centros carcelarios y ha causado un deterioro físico severo en los privados de libertad. Aunque no es fentanilo, según el jefe policial, le atribuyen efectos similares, y su uso ha repercutido en numerosas muertes por paro cardiorrespiratorio, según los informes médicos.

“Esta droga es altamente adictiva y está ligada a una situación de salud crítica dentro de las cárceles. Muchos reclusos mueren por el deterioro extremo de su cuerpo. Están expuestos, con huesos marcados, por la adicción constante”, detalló.

Custodio Boteo concluyó que el 60% de los homicidios registrados en las zonas bajo conflicto responden a disputas por narcomenudeo. Aunque evitó generalizar, señaló que las víctimas, en su mayoría, tienen antecedentes vinculados al tráfico local de estupefacientes, lo que confirma la guerra entre grupos por el control territorial del negocio ilícito.

Capturas

El 20 de mayo último, José Luis Alberto Mijangos y Ericka María Mejía Dávila fueron ligados a proceso penal por el delito de hurto agravado en grado de tentativa, después de que las cámaras de video vigilancia mostraran imágenes en donde presuntamente hurtan medicamentos del Hospital General San Juan de Dios.

De acuerdo a la información del Ministerio Público, el valor de los medicamentos que se les encontraron al momento de su detención asciende a Q280. Mijangos y Dávila fueron beneficiados con arresto domiciliario y al pago de una multa de Q500.

En Comunicación Social del San Juan de Dios se informó que el medicamento que el enfermero sustrajo fue Letram 500, el cual, según las especificaciones médicas, contiene levofloxacina, un antibiótico que se utiliza para el tratamiento de diversas infecciones bacterianas, como neumonía y bronquitis, así como para infecciones gastrointestinales, pero no contiene fentanilo.

Como todo antibiótico, su uso debe estar supervisado por un profesional de la salud para evitar efectos adversos.

Qué es el fentanilo

Lo más complejo del fentanilo es que no se puede percibir su sabor ni su olor. Además, es 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina.

El fentanilo es un opioide sintético, el favorito de los cárteles mexicanos por su alta demanda entre las crecientes redes de distribución en los Estados Unidos, donde se ha vuelto un asunto de urgencia nacional.

Las estadísticas reflejan picos elevados por las muertes a causa de las sobredosis asociadas al fentanilo fabricado ilícitamente, y es precisamente por esos efectos que llevan a su alto nivel de adicción, como describe los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad de ese país (CDC, en inglés).

Hay dos tipos de fentanilo, el farmacéutico y el que es fabricado ilícitamente, ambos son sintéticos. En el caso de su uso médico, para pacientes llega a sus manos cuando es recetado para tratar el dolor intenso, especialmente después de una operación y también se usa para el tratamiento de cáncer, según describen los CDC.