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Ingrediente estrella: flan con infusión de café
Poco nos resulta todo lo que podamos obsequiarle a mamá en su día, que se acerca, pero qué mejor que agasajarla con un exquisito postre preparado en casa con mucho amor.
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El chef Pablo Pacheco Soto propone el fino deleite flan con infusión de café de Atitlán con crocantes de pétalos de rosas, un ramillete de sabores únicos.
Ingredientes
3 huevos
80 gramos de queso crema
80 gramos de leche condensada
80 gramos de leche evaporada
4 onzas de crema para batir
100 gramos de azúcar
60 gramos de café de Atitlán
3 cucharadas de esencia de vainilla
Para los crocantes
10 pétalos de rosa comestible
1 clara de huevo
Azúcar, cantidad necesaria
Preparación
- Pesar correctamente los ingredientes del flan y licuarlos por unos cuatro minutos.
- Elaborar una esencia de café, con la ayuda de prensa francesa o cafetera. Se recomienda el café de Atitlán (bourbon), de tueste medio y molido fino.
- Agregar la esencia de café a la mezcla del flan, poco a poco.
- En una sartén cocinar el azúcar a fuego medio, hasta que comience a derretirse. Agregar este caramelo a los moldes de flan y, sobre este, la mezcla del flan.
- Colocar los moldes en una bandeja de baño maría y cubrirlos con papel aluminio. Hornear a 200 grados centígrados por una hora. Introducir un palillo en el centro del flan y si sale seco, significa que está en su punto. Cuando estén fríos, refrigerar, como mínimo, por ocho horas.
- Para el crocante de pétalos de rosa, deshojar esta flor y aplicarles la clara con un pincel. Luego, espolvorearles media cucharada de azúcar. Hornearlos durante 12 minutos a 50 grados centígrados. Reservar.
- Para el montaje, cortar suavemente los bordes del flan para poder sacarlo. Colocarlo sobre un plato hondo para que el jarabe de la esencia de café destaque. Decorar con los pétalos de rosa. Maridarlo con un buen café o vino espumante.
Ingrediente estrella
El café arábigo (Coffea arabica) es un arbusto nativo y milenario de Etiopía, posiblemente, que se originó en la provincia de Kaffa. Está documentado que en Yemén había plantaciones de café en el siglo XV y gran comercio del grano. Su cultivo tiene gran importancia económica para Colombia, México, Costa Rica, Guatemala y Brasil, países que son los principales productores mundiales de este grano.
Comúnmente, se utiliza en la cocina para preparar bebidas y postres, pero también se emplea para elaborar exfoliantes naturales y velas aromáticas.
Al café se le atribuyen propiedades diuréticas y estimulantes del sistema nervioso central, aumenta la actividad gástrica y movimientos intestinales. Es rico en polifenoles antioxidantes como el cafestol o kahweol. Aumenta el rendimiento deportivo y mejora la capacidad cognitiva. Las dosis excesivas pueden provocar palpitaciones, ansiedad, migraña, sueño irregular y desequilibrios cardiacos.
Perfil del chef

- Pablo Pacheco Soto es originario de Santiago Atitlán, Sololá.
- Estudió Gastronomía en Intecap de Sololá, y dos años más, en el Instituto Tecnológico Privado de Occidente, en Quetzaltenango.
- Se especializa en gastronomía mexicana, guatemalteca y estadounidense, así como panadería y repostería.
- Hizo pasantía en los hostales del Irtra, en Retalhuleu, así como en el restaurante Casa Oaxaca, en Oaxaca, México, uno de los 120 mejores restaurantes de ese país, según la Guía México.
- Estudió repostería en el Estudio de Cocina Deseret S. A., en Quetzaltenango, para perfeccionar e innovar sus conocimientos.
- Fundó su pastelería y panadería Los Olivos, en Santiago Atitlán, Sololá.
- Regresó al país hace poco, después de una estadía laboral en México, por 10 meses, y en El Salvador, por cuatro meses.
- Pronto abrirá su restaurante y café llamado Praga, en Santiago Atitlán, Sololá.