Debido a la repentina inundación ocurrida en Texas del pasado 4 de julio, las autoridades de dicho estado solicitaron el apoyo de la Guardia Costera de Estados Unidos, quienes resaltaron la labor realizada por el suboficial Scott Ruskan como nadador de rescate tras rescatar 165 menores.

Según informó CNN, Scott, con 26 años, era nuevo en la Guardia Costera, ya que anteriormente trabajaba como contador antes de unirse a las filas de la guardia, esto luego de graduarse de la escuela de natación de rescate hacía unos seis meses.

El equipo de Ruskan fue alertado en la madrugada del pasado viernes por el grupo de tareas 1, el cual es un grupo local de búsqueda y rescate de Texas, según informó CNN.

AMERICAN HERO 🇺🇸

As catastrophic floods swept through Central Texas, Rescue Swimmer Scott Ruskan and his Coast Guard aircrew answered the call of duty without hesitation—saving 165 lives during his first rescue mission.

The extraordinary bravery and selfless service of Ruskan… pic.twitter.com/oDoOCjF6sN

— Homeland Security (@DHSgov) July 7, 2025

Luego de la alerta de las inundaciones, la guardia se desplegó en la mañana del pasado viernes desde Corpus Christi al sur del río Guadalupe, en el condado de Kerr, en donde el nivel del agua había subido desde un metro y en otras áreas fue de hasta nueve metros.

Debido a eso, la fuerza de la corriente desbordada había arrasado la zona y afectado a varios campamentos juveniles en las orillas del río, incluido un campamento cristiano llamado “Camp Mystic”.

Según demacraciones de Ruskan tomadas por CNN, aproximadamente 200 campistas, en su mayoría niñas, necesitaban ser rescatadas, pero con los puentes y las carreteras se encontraban intransitables por las inundaciones y el nivel del agua era muy elevado para utilizar botes, la única opción era evacuar a las niñas por vía aérea.

EL RESCATE DE LAS CAMPISTAS

Según CNN, los consejeros y el personal del campamento se esforzaron por rescatar a las campistas, empujando a algunas por las ventanas de las cabañas y colocando a las menores sobre colchones para ayudarlas a flotar por el repentino ascenso del agua.

Ante esta emergencia, la Guardia Nacional de Texas desplegó helicópteros Black Hawk, pero Ruskan le contó a CNN que lo que debió un vuelo de una hora hacia la zona de aterrizaje cercana al campamento tomó unas seis o siete horas, ya que la tripulación enfrentó “un clima realmente, realmente horrible”,

Debido a la situación del clima, Ruskan explicó que el equipo necesitó cuatro intentos y el apoyo de la Guardia Aérea Nacional para que la aeronave pudiera atravesar la fuerte tormenta, en donde pudo ver toda la devastación causada por las inundaciones por lo que dijo “nunca he visto algo tan trágico en mi vida”.

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Cuando por fin logro posicionarse en tierra, Ruskan relata que se percató que era el único rescatista en el lugar y que se encontró con “unos 200 niños, en su mayoría asustados, aterrados, con frío, probablemente viviendo el peor día de su vida”.

Pero después de llegar al campamento cristiano, Ruskan contó que el equipo fue requerido en otro lugar, más peligroso, y que la aeronave podía transportar a más personas en ese segundo sitio si él no iba a bordo, por lo cual pensó que podía ayudar donde ya se encontraba.

El equipo decidió dejarlo en el campamento como coordinador de triaje en ese lugar tan “caótico” era la mejor opción y debido a esto lograron rescatar por vía aérea a otros 15 niños en el otro lugar sin Ruskan en el helicóptero.

Ya en el campamento, Ruskan consoló a los niños angustiados que se habían reunido en una zona por encima del nivel de inundación y escuchó las historias de los consejeros, quienes habían corrido para empujar a las campistas fuera de las cabañas antes de que se inundaran.

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Ruskan también relató que por aproximadamente tres horas fue el único rescatista en el lugar y no tenía ningún tipo de comunicación debido a la mala recepción de radio y la falta de señal celular, pero cualquier miedo que sintiera, lo hizo a un lado para concentrarse en los niños bajo su cuidado.

Con el grupo que se encontraba, Scott hizo todo lo posible para tranquilizar a las campistas en estado de shock, prometiéndoles que las sacaría de allí y que otros rescatistas estaban buscando a sus amigas desaparecidas.

Posteriormente, Ruskan relató que las aeronaves de la Guardia Aérea Nacional de Texas aterrizaron en el campo de tiro con arco y en la cancha de fútbol del campamento, y Ruskan guio a los niños, entre 10 y 15 por grupo, hasta las aeronaves, por lo cual se enfocó en evacuar primero a los niños más pequeños.

Ruskan ayudó a rescatar aproximadamente a 165 campistas junto con él, cargando a algunos hasta el helicóptero para evitar que resbalaran sobre las rocas mojadas o se dañaran los pies, ya que algunos se encontraban descalzos.