El 8 de mayo de 2025, la Iglesia Católica eligió a Robert Francis Prevost, un líder experimentado con una amplia trayectoria en el clero, como el nuevo Papa, tomando el nombre de León XIV. Con este nombramiento, Prevost se convierte en el primer pontífice estadounidense de la historia y asume el desafío de guiar a la Iglesia en un contexto global complejo.

Nacido en Chicago en 1955, Prevost ha tenido una carrera marcada por su profundo compromiso con la formación y el liderazgo religioso. Ingresó a la Orden de San Agustín en 1977, fue ordenado sacerdote en 1982 y obtuvo un doctorado en derecho canónico en Roma. A lo largo de los años, su labor pastoral y administrativa se ha centrado en América Latina, especialmente en Perú, donde trabajó extensamente como misionero y formador de aspirantes agustinos.

Su experiencia internacional y su capacidad de liderazgo fueron fundamentales para su ascenso dentro de la estructura vaticana. Fue obispo de Chiclayo desde 2015, y en 2018 asumió el cargo de segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana. En 2020, el Papa Francisco lo nombró administrador apostólico de Callao, y en enero de 2023, fue designado cardenal y prefecto del Dicasterio para los Obispos, así como presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.

Prevost es reconocido dentro de los círculos vaticanos por su capacidad de liderazgo sin recurrir a la autoritarismo. En sus declaraciones, ha expresado una visión de la Iglesia como una comunidad misionera, siempre dispuesta a proclamar el Evangelio en cualquier rincón del mundo. “Mi vocación, como la de todo cristiano, es ser misionero”, afirmó en una entrevista con Vatican News tras asumir el Dicasterio para los Obispos.

El nuevo Papa también ha sido un defensor del rol de las mujeres en la Iglesia, destacando la importancia de su participación activa en los procesos de selección de obispos. “Creo que su nombramiento es más que un simple gesto del papa”, señaló, subrayando que las mujeres aportan una participación genuina y significativa en las discusiones. Con su nombramiento como León XIV, Prevost comienza su pontificado en un momento clave para la Iglesia Católica, enfrentando desafíos internos y externos que requerirán tanto firmeza doctrinal como apertura al diálogo con el mundo moderno.