Jonathan Ardón celebra diez años de trayectoria con exhibición en el Palacio Nacional

Jonathan Ardón celebra diez años de trayectoria con exhibición en el Palacio Nacional

04/06/2021 12:48
Fuente: La Hora 
En estos días, el artista Jonathan Ardón, más conocido como “Nathan” se encuentra desvelado. Se esmera en dar los últimos toques a su exposición individual que se inaugura el próximo 16 de junio en el Palacio Nacional de la Cultura, puntualmente en la sala: “Paseo la 6ta”. El recorrido continuará dos semanas después en Galería El Túnel, zona 10. La muestra, caracterizada por los dibujos de aves, rostros y nidos se titula “Dal segno al Coda”. Es el signo que en italiano significa “cola” y es usado para determinar la repetición de determinado fragmento musical. Aunque puede utilizarse en otros ámbitos. “Se asemeja a una mirilla o visor que indica al músico que al final de la composición, deberá regresar de inmediato al punto indicado por el símbolo y resaltar un fragmento de la pieza”, explica el artista. ¿Por qué el nombre? Como una forma de celebrar diez años de entrega profesional al arte plástico. Un tiempo en el que ha evolucionado, incursionado en el color, regresado al trazo, en suma: avanza, regresa y repite, como una obsesión. [caption id="attachment_416777" align="aligncenter" width="1230"] Esta es una obra realizada por Jonathan Ardón. Foto: Cortesía[/caption]   Pinturas, dibujos y grabados, en carbón, óleos, acrílicos y pan de oro, son la forma de expresión de Nathan. “Me obsesionan las aves y lo plasmo en el dibujo como lenguaje. Aunque en esta obra hay color, no me considero un colorista, sino un dibujante. Soy un amante del trazo y siempre voy a regresar a esto”, expresa Nathan. EL NIDO COMO EXPRESIÓN Jonathan está por cumplir 33 años y desde sus inicios puede decirse que ha tenido una trayectoria ascendente en el paisaje de artistas guatemaltecos, hasta llegar a donde se encuentra ahora. La razón de esta exhibición explica, surgió porque fue nominado para el premio Carlos Mérida el año pasado. Fue así como Felipe Aguilar, ministro de Cultura y Deportes, lo contactó para ofrecerle un espacio para exponer su obra. Entonces no tenía una propuesta concreta de trabajo.
Pensó en aves y rostros, como una motivación recurrente en su temática, pero el nido, como imagen figurativa y conceptual la ha estudiado, sea símbolo, significado y por qué no, como un espacio sagrado. En 2011, Jonathan lanzó su primera exposición personal. Ese momento, lo remonta a su infancia cuando se da cuenta de que tiene un talento natural para el dibujo. Luego al salir del colegio, cuando decide dedicarse al arte. Tomó clases de guitarra en el Conservatorio Nacional de Música, formación que le permitió impartir clases de música en un colegio durante unos tres años. Por las tardes, acudía a la Escuela Nacional de Artes Plásticas. Conforme avanzaba, alrededor del 2012, decide renunciar a todo y dedicarse al arte a tiempo completo. [caption id="attachment_416779" align="aligncenter" width="532"] La exposición individual que se inaugura el próximo 16 de junio en el Palacio Nacional de la Cultura. Foto: Cortesía[/caption] UN ESTILO PROPIO “Es un artista joven que pinta como los de antes”, expresó el crítico de arte Guillermo Monsanto hace varios años. En la búsqueda por encontrar un estilo propio, ha encontrado referentes tales como Arnoldo Ramírez Amaya, los mexicanos Francisco Toledo y José Luis Cuevas, así como en los clásicos Edgar Degas, Henri de Toulouse-Lautrec y los grabadores japoneses. Para Nathan, como muchos artistas que se precian de serlo, la expresión artística va de la mano con la búsqueda de un lenguaje propio. Esta búsqueda se apareció en su vida en una forma ingenua, por así decirlo, por la facilidad que tenía para dibujar. “De la misma manera se desarrolló la búsqueda de mi propia voz”, sostiene.
Lo primero fue el oficio. “Me veo como un artesano del dibujo, trabajo hasta desarrollar un tema, y busco la excusa para seguir horas y horas haciendo trazos”, afirma. En este proceso se ha encontrado con el color, como una vibración más en su obra y en la música como una parte importante de esta expresión. Su trabajo no se detiene y refleja su compromiso con el arte. No maneja horarios, ni descansos en días festivos. Sabe que el reto más grande es la permanencia. Además, su temática constante sigue en torno a las aves, los rostros y el dibujo como lenguaje. “No me considero un colorista, sino un dibujante. Soy un amante del trazo y siempre voy a regresar a esto. Estoy haciendo una obra con una dirección, donde siento que evoluciono, pero en donde necesito regresar, repetir. Es complejo, pero responde a una obsesión, confiesa.