Marcos y su huella en Olintepeque y EE. UU. con sus barberías

Marcos y su huella en Olintepeque y EE. UU. con sus barberías

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15/06/2021 11:56
Fuente: La Hora 
Desde Maryland, Estados Unidos, Marcos Pérez, un guatemalteco originario de Olintepeque, Quetzaltenango, conversó con La Hora para relatar cómo ha destacado en la profesión de barbero, un oficio en el que incursionó siguiendo los pasos de su padre y que ha perfeccionado con los años. Su principal sueño es impulsar su propia barbería e inaugurar otra en Guatemala, la cual atenderían sus hermanos que también se dedican al oficio. El connacional es el tercer hijo en su familia y fue su papá quien le enseñó el oficio; aunque al principio no le gustaba, con el tiempo aprendió a amar su trabajo. Con su papá repasó lo esencial de la barbería, “podía cortar pelo, pero no muy a fondo… tiempo antes de que falleciera estuve trabajando en una carnicería”. En la carnicería conoció a un amigo que pintaba casas con su papá en Olintepeque, “yo era pequeño, pero le ayudaba a hacer algunas cosas”. Luego del fallecimiento de su padre, la barbería quedó a su cargo, tenían solo lo necesario para trabajar, “era algo sencillo”, recuerda. Previamente lo había inscrito en el “Colegio El Cien”, institución enfocada en apoyar a los estudiantes a aprender un oficio, la idea era que profundizara sus conocimientos. “Me quedé ahí, perdí el miedo, incluso me di cuenta de que podía cortar el cabello mejor que el profesor, incluso se enfermó y los últimos días yo les enseñé a mis compañeros, sin que me diera cuenta, fui el mejor alumno”, destaca. OTROS HAN APRENDIDO DE SU TALENTO Mantener el local de su padre fue uno de los primeros retos que su familia enfrentó, pues debían sostener el hogar y, al principio, lo desesperaba, porque él deseaba aportar más a sus seres queridos. “Mi mamá también trabajaba, no era que yo lo hiciera todo solo, pero prácticamente en término de dos años yo era el único”, añadió. El guatemalteco trabajó duro y abrió una tienda para su madre, para que pudiera sostenerse y todo lo que lograba como barbero, les permitió superarse. Marcos también ha compartido su conocimiento con otros trabajadores y colaboradores, estima que junto a su familia le han enseñado a no menos de cien personas el oficio de ser barbero. “Estuve en los Capitol y ahí vi que había más barberos, había gente de El Salvador, Honduras, Brasil, yo pensé que era calidad que hubiera más personas y eso implicaba más conocimiento en esto, me gusta aprender más de ellos, pero poniéndole de lo mío”, afirmó. Aunque había logrado mantener la barbería familiar en Guatemala, pensó en migrar cuando empezó a enfrentar dificultades económicas y con la determinación de seguir respaldando a sus seres queridos, decidió que salir del país era la opción. ESPERABA ESTAR SOLO UNOS AÑOS EN ESTADOS UNIDOS Su meta era estar en Estados Unidos durante cinco años, volver pronto a Guatemala y seguir con su trabajo de barbero. Ahora tiene tres años y medio de vivir en Maryland y el camino no ha sido sencillo, su previsión de retornar en un corto tiempo también ha cambiado, el objetivo de ayudar a su familia no. “En un año yo tenía lo que quería lograr en cinco, pagué mis deudas… trabajé como se debe trabajar, era electricista, me iba a las seis de la mañana y regresaba a las dos de la tarde, me bañaba me cambiaba y me iba a la barbería por la tarde, así trabajaba tres horas y con eso ya hacía más y doblaba mi sueldo”, explicó. El guatemalteco destaca que las personas de su comunidad ya lo conocen y que incluso medios de ese país lo han entrevistado. “Yo tengo media licencia, pero en realidad no quería abrir una barbería independiente hasta ahora que ya lo estoy pensando, siempre trabajaba, me juntaba con otros barberos, yo soy poco para publicar, pero así fue como me encontraron y me entrevistaron hace un tiempo”, mencionó. Marcos señala que, a diferencia de Guatemala, los barberos trabajan por citas, en el lugar donde ejercen es alquilado, pero lo hace por su cuenta, “a los tres años se me quitó la emoción de irme de regreso… yo trabajo en un mall, que les alquila la barbería a otras personas”. [gallery columns="2" td_select_gallery_slide="slide" ids="419501,419502,419503"] EL SUEÑO DE UNA BARBERÍA MÁS GRANDE EN SU PUEBLO Ahora que sus metas han cambiado y el anhelo de que sus hermanos se superen en Guatemala, tiene una buena noticia que contar: “estamos construyendo una barbería, ahí cerca de donde estamos ahora, algo que lleve una escuela y con diferentes áreas para hombres, mujeres y niños… queremos mantener una buena imagen, vamos a abrir la barbería en una casa que tengo, así que eso se está construyendo”. Marcos destaca que la barbería contará con un espacio amplio y esa es su meta más próxima, pero también quiere contar un lugar propio en Estados Unidos, “yo considero que se hará primero la barbería aquí y se va a inaugurar el espacio que se está haciendo allá”. LE ENVÍA HERRAMIENTAS DE TRABAJO A SUS HERMANOS PARA LA BARBERÍA Para el connacional lo que ha logrado, es parte de un esfuerzo en familia y con emoción resalta que incluso les ha enviado herramientas de barbero para que puedan trabajar y no compren nada en diez años. “Yo les envió las cosas desde Estados Unidos… para mí ayudar a mis hermanos aparte de que no es una obligación es una satisfacción, no lo miro como un trabajo, lo veo como algo normal porque toda mi vida lo he hecho, lo veo normal, si a mí, mi hermano mañana me dijera que necesita algo eso es normal”, remarcó. También afirma que el dinero no lo es todo en la vida y que lo más importante siempre será su familia, “mis hermanos han progresado mucho, a mi hermana Ericka –Lady Barber Ericka, con quien La Hora conversó hace unas semanas–, no le gustaba la barbería, pero ahora ya”. Con su talento, Marcos les ha enseñado el oficio de la barbería a unas seis personas en Estados Unidos. EL AJEDREZ, EL PASATIEMPO DE SU VIDA Además de trabajar, el guatemalteco trata de entretenerse con el ajedrez, un juego que aprendió cuando vivió en el país y que aún lo acompaña en Estados Unidos, “esto me lo enseñó mi amigo, también me gané premios con eso”. “No todo es trabajo, el otro pasatiempo es jugar ajedrez, en casa tengo un tablero que me gané en un campeonato, me gustaba desde Guatemala, empecé con eso de las Escuelas Abiertas y yo representaba a Quetzaltenango”, destacó. Su recomendación para quienes empiezan en el oficio de la barbería es proponerse metas, las cuales podrán alcanzar, porque con su esfuerzo tendrán su recompensa. “Me siento orgulloso de poner en alto a Olintepeque, tengo muchos amigos que me apoyaron cuando nos quedamos solos, le envió un saludo a mí familia”, puntualizó. [gallery columns="2" td_select_gallery_slide="slide" ids="419506,419507"]

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