La violencia es algo cotidiano en la vida de niñas y adolescentes de Guatemala; a lo que se añade la ausencia de las autoridades para su protección, son parte de los hallazgos que reveló una consulta realizada a 442 niñas y adolescentes, en el rango de cinco a 18 años, pertenecientes a 23 municipios de cinco departamentos del país. Sololá, Jalapa, Quetzaltenango, Alta Verapaz y Baja Verapaz fueron los departamentos que sirvieron para esta consulta que se dio a conocer hoy en el marco del 32 aniversario de la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño. Una actividad patrocinada por el Programa de Atención, Movilización e Incidencia por la Niñez y Adolescencia, (PAMI) y Plan International. Los resultados se dieron a conocer por un grupo de niñas voceras, quienes se reconocieron como parte de un aprendizaje para ser conscientes de esta realidad y reflexionar sobre sus derechos. https://twitter.com/lahoragt/status/1531382733976612864

NIÑAS MADRES

Observatorio en Salud Sexual y reproductiva Muestra de la violencia son las cifras del Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva (OSAR) que durante el 2021 registró 99 mil 602 embarazos en niñas y adolescentes. De esta cifra, 2,124 se registraron en menores de 14 años. Durante los tres primeros meses de este año se han registrado 19,024 niñas madres.

VIOLENCIA EN CASA Y LA ESCUELA

En cuanto a los resultados de la encuesta se encontró que en Alta Verapaz y Baja Verapaz que de 91 adolescentes entrevistadas, 14% expresó que ha sufrido algún tipo de violencia y el 36% conoce casos de violencia contra menores. “Los agresores son familiares o personas cercanas”, detalla. Los dos principales lugares donde reciben violencia han sido en casa y la escuela. En Sololá, el 58% afirmó haber sufrido uno o más tipos de violencia durante la niñez. Esta es física y psicológica. En Quetzaltenango, el 50% de las consultadas informó que conocen poco sobre los derechos sexuales y reproductivos.

EXIGEN ACCIONES

Las niñas de Jalapa expresaron que los patrones culturales y religiosos impiden conocer sus derechos de protección, sexuales y reproductivos. “Para vivir una vida libre de violencia y discriminación hace falta que nuestras autoridades reconozcan y respeten nuestros derechos como niñas y adolescentes. En nuestro país y comunidades existe desigualdad de condiciones para las mujeres y se piensa que es normal la violencia en contra nuestra”, expresaron. La actividad concluyó con varias de propuestas y estrategias de prevención en espacios clave, así como concientizar a las instancias de salud, educación, gobierno y municipalidades con una serie de recomendaciones que permitan poner en agenda pública con el objetivo de modificar esta realidad para miles de niñas y adolescentes guatemaltecas.