Filosofía Crítica: un nuevo libro de Leonel Padilla
La semana próxima el doctor Leonel Padilla presentará su nuevo libro sobre Filosofía Crítica en el Fondo de Cultura Económica de la 11 calle de la zona 1 (en el mismo local de la librería Piedra Santa) a las 11 de la mañana. El Dr. Padilla obtuvo su doctorado en filosofía en la Universidad de […]
La semana próxima el doctor Leonel Padilla presentará su nuevo libro sobre Filosofía Crítica en el Fondo de Cultura Económica de la 11 calle de la zona 1 (en el mismo local de la librería Piedra Santa) a las 11 de la mañana. El Dr. Padilla obtuvo su doctorado en filosofía en la Universidad de París (Sorbona) habiéndose graduado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Por muchos años trabajó en el Departamento de Filosofía de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos, habiendo sido también su director. De manera que estamos ante uno de los escasos filósofos profesionales que hay en Guatemala. Dos de los comentaristas de su libro también lo son: Francisco Márquez y Gutberto Chocón, ambos profesores en la citada unidad académica.
El libro contiene una serie de artículos sobre diversos tópicos filosóficos, se inicia con una reflexión acerca de las diferentes corrientes filosóficas iberoamericanas. En ellas ubica a personalidades como Leopoldo Zea, Augusto Salazar Bondy, Raúl Fornet Betancourt, Enrique Dussel, Mario Bunge, Francisco Miró Quezada, Pablo González Casanova, Adela Cortina, Luis Villoro, Chantal Mouffe y Alejandro Tomasini, entre otros.
Por cierto, nos parece sorprendente la actualidad de los temas que se plantean desde el artículo inicial –que data de mucho antes del 2015 porque se hace referencia a los “objetivos del milenio” que fueron los planteamientos sociopolíticos de Naciones Unidas a principios de siglo, mucho antes de los ODS y de la Agenda 2030– ya que en referencia a la “filosofía de la liberación” de Enrique Dussel podemos leer lo siguiente “al proponer que la vida humana sea el contenido material que complementa el formalismo del acuerdo procedimental que sirve para hacer operar el contrato social en perspectiva ética, Dussel pone de manifiesto algo que era solamente implícito en la propuesta neofrankfurtiana: pone de relieve a la vida como valor supremo”.
Con este párrafo el doctor Padilla se introduce de lleno en los debates contemporáneos que van desde los acalorados planteamientos de un dirigente político como Gustavo Petro que habla de Colombia como “potencia mundial de la vida” hasta los muy concretos planteamientos de los pueblos originarios cuando se refieren al “Buen Vivir” como eje central de su “cosmovisión” filosófica, sin olvidar que dentro de la metafísica del diálogo de las ciencias duras (la física cuántica por ejemplo) con las ciencias naturales y las filosofías y religiones orientales –el budismo, el hinduismo o el taoísmo– se ha venido especulando hasta donde asciende la vida (la Madre Tierra, la Pachamama) o desciende (la consciencia) el espíritu y, por ende, la vida misma.
Científicos como los chilenos Maturana y Varela afirman que todo sistema vivo es, esencialmente, un sistema cognitivo. Según James Lovelock –autor de la teoría de Gaia– el planeta entero es un sistema vivo, algo que coincide con la cosmovisión (filosofía) de los pueblos indígenas y que también se puede llevar hasta la microfísica de los “paquetes cuánticos” porque si, como aseguran los entendidos en la materia a esa diminuta e imperceptible escala los fotones dejan de ser corpusculares y se “transforman” en ondulatorios cuando se les observa en el laboratorio, entonces es lícito preguntarse si no se trata, también, de sistemas cognitivos que son energía, no materia al carecer de masa.
Y si, los seres humanos también estamos involucrados en esa red interconectada, entrelazada, de la vida (y de la muerte) que constituiría la esencia de todo lo existente –ontología de la realidad última podríamos decir– entonces las perspectivas que se abren para ese diálogo intercultural –como le llama otro de los filósofos mencionados en el texto que comentamos, son realmente impresionantes: “Raúl Fornet Betancourt– nos dice el doctor Padilla –se ve obligado, al igual que su colega Dussel, a reparar que sin un recurso a la racionalidad, sin una noción de razón, la Filosofía no existe. Aunque no se adentra en la nueva definición de razón práctico-comunicativa que deja atrás la estrategia y pone de relieve el entendimiento no coactivo que resulte de consenso por recíproca y simétrica aceptación y acuerdo, se acerca a esa posición o al menos apunta hacia ella. Para eso Fornet Betancourt hace algunas observaciones críticas a la segunda escuela de Frankfurt. Sostiene que la incursión de Habermas en la filosofía analítica de Austin y otros, tomando de ella el paradigma de los acuerdos en lenguas ordinarias le ha restado o eliminado el componente revolucionario de los primeros frankfurtianos como Adorno y Marcuse. Sostiene además no estar de acuerdo con la nueva tesis de Habermas en relación a Marx, según la cual el principio de humanización que nos ha transformado en el curso de la historia no es el trabajo sino la interacción comunicativa. Formula un último reparo a los neoilustrados: no han superado el referencial cultural europeo. Por cierto, este reparo alcanza también a la filosofía de la liberación. Según Fornet Betancourt ella no alcanza a comprender al otro, al indígena, al integrado e identificado a una cultura no occidental y que, por añadidura, se ha propuesto una liberación en términos nacionalistas etnocéntricos. Para resolver este conflicto la filosofía del diálogo intercultural si puede aportar un marco teórico. La pertinencia de este diálogo, además, se pone de manifiesto también para contrarrestar el choque o el enfrentamiento de las culturas anunciado por Huntington. Lamentablemente Fornet Betancourt no argumenta sus objeciones contra los portavoces de la razón comunicativa… En todo caso procurar, desde la Filosofía, dar apoyo al entendimiento intercultural de los pueblos, es una finalidad de gran valor”.
Otros artículos del libro se refieren a temas como la pluralidad del valor y la ética; la razón ética y la modernidad; la ética discursiva y la democracia; la justicia la cultura y el reconocimiento; la identidad nacional y el desarrollo; la nación y la diversidad cultural asimétrica; la ética, el desarrollo y la globalización para culminar con una reflexión sobre el tratamiento ético político de los antagonismos y lo que debería considerarse como una democracia avanzada. Reiteramos pues nuestra invitación para asistir a la presentación de este importante libro sobre Filosofía Crítica el martes próximo en el Fondo de Cultura Económica.