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Gobierno de Trump demanda a Los Ángeles por políticas de “ciudad santuario” para migrantes
La fiscal general de Estados Unidos asegura que las políticas de protección a migrantes fueron la causa de la violencia y ataques contra agentes del ICE durante las manifestaciones contra redadas en Los Ángeles.
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El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, demandó este 30 de junio a las autoridades de Los Ángeles por sus políticas de protección a migrantes, a medida que aumentan las redadas migratorias promovidas por Washington.
El Departamento de Justicia calificó de “ilegales” las políticas de Los Ángeles, declarada por sus autoridades demócratas como “ciudad santuario” para migrantes, y afirmó que estas “interfieren con la aplicación de las leyes de inmigración del gobierno federal”.
La demanda, presentada en un tribunal de California, nombra directamente a la alcaldesa de Los Ángeles, la demócrata Karen Bass; al presidente del Concejo Municipal, Marqueece Harris-Dawson, y al cuerpo legislativo en pleno.
Aunque la ciudad era considerada un santuario para migrantes, el Concejo Municipal oficializó esa condición mediante una ordenanza aprobada en noviembre de 2024, luego de la elección del republicano Trump a la Presidencia.
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El decreto municipal limita la cooperación de las autoridades locales con las federales en la aplicación de las leyes migratorias impulsadas por Trump.
La ordenanza prohíbe el uso de recursos municipales para ejecutar las directrices federales en materia de migración, así como el intercambio de información con autoridades federales sobre esos asuntos.
“Causa de violencia”
La administración de Trump busca con la querella que el tribunal declare ilegal la ordenanza y prohíba a las autoridades locales su aplicación.
Los Ángeles, donde más de un tercio de la población es migrante, se ha convertido en el epicentro de la batalla contra la política antiinmigrante del presidente Trump, quien llegó al poder prometiendo deportar a millones de personas.
El aumento de redadas en lugares de trabajo a comienzos de junio desató una ola de protestas en el centro de la ciudad.
La fiscal general Pamela Bondi afirmó en un comunicado: Las políticas de (ciudad) santuario fueron la causa de violencia, caos y ataques a las fuerzas del orden que los estadounidenses recientemente vieron en Los Ángeles.
La tensión aumentó en las calles luego de que Trump pasara por encima del gobernador de California, Gavin Newsom, y ordenara el despliegue de miles de efectivos de la Guardia Nacional y de 700 marines.
Los despachos de Bass y Harris-Dawson no respondieron aún a los pedidos de comentarios de la AFP.
La alcaldesa ha criticado en varias ocasiones el envío de tropas a su ciudad, argumentando que la policía local tenía la situación bajo control, y sostiene que la acción federal ha sembrado pánico en Los Ángeles y desatado una respuesta de rechazo en las calles.
