Invertir con propósito: cómo la inversión de impacto puede transformar Guatemala

Invertir con propósito: cómo la inversión de impacto puede transformar Guatemala

Guatemala tiene una oportunidad única de convertirse en un referente regional en este tema.

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04/11/2025 00:00
Fuente: Prensa Libre 

En las últimas décadas, millones de dólares han llegado a Guatemala en forma de ayuda internacional. Programas impulsados por organismos como la Usaid han financiado iniciativas en educación, salud y desarrollo económico. Sin embargo, la reducción reciente de estos fondos ha dejado al descubierto una realidad incómoda: muchos de esos proyectos no eran autosostenibles. Al terminar la cooperación, también terminó su impacto.

El mejor camino para combatir la pobreza no es depender de otros países.

Esta dependencia de la ayuda extranjera es perjudicial para un país con tanto talento y potencial como Guatemala. Es momento de cambiar el enfoque y apostar por un modelo que combine la rentabilidad económica con la generación de valor social: la inversión de impacto.

A principios de octubre, la Universidad Francisco Marroquín organizó un evento dedicado precisamente a este tema, bajo el concepto de catalytic capital. La iniciativa buscó reunir a inversionistas, empresarios y representantes de oficinas familiares para explorar cómo Guatemala puede aprovechar este tipo de capital que no solo busca retornos financieros, sino también impulsar el desarrollo mediante el emprendimiento.

La recepción fue muy positiva. Tomando como referencia la experiencia del Transformational Business Network (TBN), una organización internacional que promueve este modelo en distintas regiones del mundo, los participantes discutieron cómo aplicar sus principios en el contexto guatemalteco. El consenso fue claro: la inversión de impacto es una herramienta poderosa para reducir la pobreza dentro del marco del libre mercado.

A diferencia de la caridad, que depende de donaciones constantes, o de los proyectos financiados por ayuda internacional, que suelen desaparecer cuando se acaba el presupuesto, la inversión de impacto crea un círculo virtuoso. Los recursos se invierten en emprendimientos que generan empleo y mejoran la calidad de vida de las personas involucradas y sus alrededores, mientras devuelven valor a los inversionistas que están conscientes que este tipo de inversión puede tomar un poco más de tiempo en retornar la inversión, pero que vale la pena.

Este enfoque resulta especialmente inspirador porque encarna el principio de que la prosperidad duradera se construye a través de la libre empresa y la responsabilidad individual. Es una visión que reconoce que el mejor camino para combatir la pobreza no es depender de otros países, sino crear las condiciones para que las personas puedan generar su propio bienestar. En otras palabras, en lugar de depender de ayudas o subsidios, este tipo de inversión enseña a “pescar” y no solo a “recibir el pescado”.

Guatemala tiene una oportunidad única de convertirse en un referente regional en este tema. Contamos con emprendedores talentosos, familias empresarias con visión de largo plazo y una nueva generación de inversionistas conscientes del impacto que pueden generar. Si logramos concretar vehículos para facilitar este tipo de inversión, el país puede transitar de la dependencia a la autosuficiencia y demostrar que el capital, cuando se invierte con propósito, puede transformar toda una nación.