Tregua arancelaria no aplica a Guatemala y sigue vigente con el 10%, igual que el resto de países, a excepción de México y Canadá

Tregua arancelaria no aplica a Guatemala y sigue vigente con el 10%, igual que el resto de países, a excepción de México y Canadá

Donald Trump anunció una pausa de 90 días a los gravámenes recíprocos, pero el 10% continúa para el resto de los países.

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10/04/2025 05:00
Fuente: Prensa Libre 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio un paso atrás ayer en su guerra comercial y anunció una tregua de 90 días en la aplicación para los países con las tasas más altas de aranceles que anunció el pasado 2 de abril, pero excluyó de la misma a China, cuyos gravámenes se han elevado de inmediato a un 125%.

La rebaja del castigo arancelario supondrá que prácticamente todos los socios comerciales de EE. UU., incluida la Unión Europea (UE), serán penalizados a partir de ayer y durante los próximos tres meses solo con un arancel “reducido” del 10%, el mismo que comenzó a aplicarse el pasado 5 de abril a algunos países.

El líder republicano dijo haber basado su decisión en que más de 75 países se habían puesto en contacto con su administración para negociar.

País sigue con el 10%

Amador Carballido, director general de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), advirtió de que en la forma que está redactado el cambio, da la impresión de que aquellos países que estaban por arriba del 10% ahora les bajaron la tasa y se la dejaron en dicha cifra, “y eso significa que Guatemala, muy probablemente se queda en el 10%”.

Agregó que esa es una primera interpretación. Es decir, si se lee despacio la redacción, no queda claro que habrá un arancel abajo del 10%. Lo que preocupa es que México mantenga el 0% y Guatemala mantiene esa desventaja, enfatizó el directivo.

Consultado sobre si da tranquilidad el mensaje al sector privado del país, Carballido indicó que aún no, ya que están pendientes de las publicaciones oficiales que se hagan desde las autoridades norteamericanas para poder confirmar. “Lo que nos da es una buena esperanza de que el camino para resolver está claro”.

Visualizan que el Gobierno de los EE. UU. no está en la capacidad de absorber esos aranceles que impuso a muchos países y que seguramente lo hubiera llevado a niveles inflacionarios altos.

Trabajo conjunto

Directivos de la Asociación Nacional del Café (Anacafé) comentaron a Prensa Libre que no tenían claro el planteamiento de Trump.

Sin embargo, los ejecutivos de Anacafé resaltaron que el café es uno de los principales productos de exportación al mercado estadounidense y consideran que deben continuar trabajando junto con el Gobierno en crear estrategias que permitan a Guatemala poder regresar al esquema arancelario alcanzado en el marco del Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (DR Cafta).

En esa misma línea, Carla Caballeros, directora ejecutiva de la Cámara del Agro (Camagro), comentó que, para poder tener certeza jurídica y comercial, es necesario esperar la publicación oficial.

El trabajo articulado entre el sector público y privado continúa, como se ha hecho desde el primer momento, añadió Caballeros al mantener la solicitud del sector a que el diálogo con EE. UU. debe elevarse al más alto nivel político, para acelerar decisiones que permitan excluir a Guatemala de ese esquema arancelario.

“El objetivo es restablecer la certeza y el acceso libre de aranceles para nuestros productos en el corto plazo, pues de lo contrario los efectos sobre el empleo rural serían significativos”, manifestó, al referirse al impacto de los aranceles.

La Cámara de Comercio Guatemalteco-Americana (AmCham) consideró indispensable priorizar y ejecutar las acciones necesarias en respuesta a los señalamientos del USTR. “Estamos trabajando en estrecha colaboración con las autoridades para construir soluciones que protejan el acceso preferencial de Guatemala al mercado estadounidense y refuercen la confianza en nuestro país como socio comercial confiable”, puntualizaron.

Proteccionismo

El presidente estadounidense quiere proteger las industrias nacionales y fomentar una mayor inversión en ese país.

Ese es el motivo que lo llevó a imponer a mediados de marzo aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio, una medida que afecta principalmente a Canadá, pero también a Japón, Australia y la UE.

En esa categoría también entra el impuesto del 25% sobre las importaciones de automóviles, para incentivar a las empresas a volver a fabricar en EE. UU.

También afecta a Canadá y México, pero con matices, porque a solo se les aplica a las piezas sueltas que no procedan de ese país. Los fabricantes japoneses, coreanos y europeos, sobre todo alemanes, también están en la mira.

Otros sectores esperan su turno. Trump ha reiterado su deseo de imponer más impuestos a la madera de construcción, a los productos farmacéuticos y a los semiconductores.

Funcionarios de Trump se jactaron de que muchas naciones estaban ahora dispuestas a negociar acuerdos comerciales.

China, el más castigado

Pekín es el principal objetivo de los aranceles impuestos por Washington desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca, el 20 de enero.

Primero fue el 10% adicional, luego el 20% por supuestamente no combatir duramente el tráfico de sustancias con las que se produce fentanilo, un opioide causante de una grave crisis sanitaria en ese país.

Para reducir el déficit comercial con China, Trump aumentó la tasa en 34% la semana pasada.

Pekín respondió con un arancel del 34% sobre todos los productos estadounidenses. Ante esas represalias, el presidente estadounidense sumó 50% más, para un aumento acumulado del 104% desde el miércoles.

China respondió con una nueva tasa del 84%, y Trump anunció horas más tarde que el recargo sobre los productos chinos pasaba al 125%.

China recomendó “precaución” a sus ciudadanos que viajen a EE. UU., en el marco del agravamiento de las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo.