La labor ante un rival conocido, al que vencieron 2-0 en la fase de grupos de Rusia 2018, no parece fácil: los serbios cargan en su mochila el haber enviado a la repesca a la Portugal de Cristiano Ronaldo.

Y con el precedente del batacazo de Arabia Saudita sobre la Argentina de Lionel Messi (2-1) el martes, no hay margen para confiarse este jueves en el estadio de Lusail.

Ese juego “sirve como análisis, como reflexión. No hay grandeza ni facilidades mayores o menores”, afirmó este miércoles el seleccionador brasileño, Tite.

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