Restaurada la Fachada del Templo de San Francisco: Un Ícono del Centro Histórico de Ciudad de Guatemala
TGW DIGITAL | La restauración de la emblemática fachada del Templo de San Francisco, uno de los monumentos más representativos de la ciudad, fue finalmente completada tras un arduo trabajo técnico y colaborativo. Este proyecto, que comenzó a gestarse a principios de 2022, ha sido un esfuerzo conjunto entre diversasRead More →
TGW DIGITAL | La restauración de la emblemática fachada del Templo de San Francisco, uno de los monumentos más representativos de la ciudad, fue finalmente completada tras un arduo trabajo técnico y colaborativo. Este proyecto, que comenzó a gestarse a principios de 2022, ha sido un esfuerzo conjunto entre diversas instituciones públicas y privadas, y se enmarca dentro del esfuerzo por preservar el patrimonio cultural de la Ciudad de Guatemala.
El proceso de restauración fue detalladamente planificado, con una fase inicial que incluyó mediciones, análisis técnicos, levantamientos con dron y registros fotográficos, lo cual permitió generar un expediente técnico exhaustivo para obtener las autorizaciones correspondientes. La iniciativa contó con el respaldo de entidades como Aporte para la Descentralización Cultural (Adesca), que financió la adquisición de materiales y herramientas, y la colaboración activa del Ministerio de Cultura y Deportes, a través del Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (Decorbic). Además, la intervención recibió la asistencia de la Orden de Frailes Menores Conventuales (Franciscanos).
Fases del Proyecto y Técnica de Restauración
Las obras, que iniciaron oficialmente el 3 de mayo de 2023, fueron ejecutadas en varias fases y con la participación de personal especializado. Entre los actores involucrados se encuentran la Municipalidad de Guatemala, la Dirección del Patrimonio Cultural y Natural, el personal del Templo de San Francisco, las Reservas Militares del Ejército de Guatemala y empresas privadas. La supervisión y validación del proceso estuvo a cargo de expertos del Instituto de Antropología e Historia y arquitectos de la Dirección del Centro Histórico (DCH), quienes garantizaron que los trabajos cumplieran con los altos estándares de conservación patrimonial.
Las intervenciones técnicas incluyeron la eliminación de capas pictóricas acumuladas por intervenciones previas, la restauración de la mampostería y la reconstrucción de detalles escultóricos y arquitectónicos. También se llevaron a cabo trabajos de consolidación de elementos decorativos, como las esculturas, la herrería y la carpintería.
Una Restauración Minuciosa y de Alto Valor Histórico
Más allá de las intervenciones estructurales, el proyecto involucró una profunda investigación para determinar los materiales adecuados y las técnicas más idóneas para cada detalle. La fachada del Templo de San Francisco, de estilo neoclásico, presenta capiteles adornados con hojas de acanto y volutas, y una serie de bajorrelieves que estaban muy deteriorados. En particular, las guirnaldas de las calles laterales estaban dañadas en más del 70%. Para restaurarlas, se crearon moldes de plywood y se procedió al tallado manual de cada pieza.
Las esculturas que representan a Moisés y Elías, ubicadas sobre las columnas flanqueantes, también presentaban importantes daños, lo que obligó a un análisis exhaustivo para determinar los materiales originales. Tras identificar las características de la composición de las esculturas, se utilizaron materiales como piedra pómez, cal viva y polvo de mármol para consolidar y restaurar las figuras.
Asimismo, se restauró el escudo franciscano, que presentaba daños irreparables, y se reconstruyeron otros elementos decorativos como los listones tallados, los rótulos arquitectónicos, los jarrones en los parapetos, y las piñas en las cornisas.
El Trabajo en la Puerta Principal y Otros Elementos
Otro de los elementos destacados de la restauración fue la puerta principal, de más de seis metros de altura. Esta fue restaurada por la Escuela Taller Municipal, y durante el proceso se identificaron hasta cuatro especies de madera originales en su construcción. La puerta, que está adornada con más de 200 rosetones (algunos de bronce y otros bañados en este metal), fue completamente pulida y recobrada en su forma y sistema de anclaje.
También se restauraron piezas que se habían perdido con el paso del tiempo y la intemperie, como las hojas de las piñas y las llamas de los jarrones que rematan el parapeto, que fueron reconstruidas con lámina galvanizada.
Historia y Significado del Templo de San Francisco
El Templo de San Francisco tiene una historia que se remonta a la colocación de la primera piedra el 3 de mayo de 1800. Aunque la estructura ya estaba parcialmente erigida en 1829, la obra no se completó sino hasta 1851, bajo la dirección del arquitecto Miguel Rivera Maestre. El templo, de estilo neoclásico, es famoso por su rica decoración en yesería, esculturas en bulto, bajorrelieves y detalles ornamentales como las molduras y los capiteles compuestos, elementos que le confieren su carácter distintivo.
A lo largo de los años, el templo sufrió daños debido a diversos factores, incluidos los terremotos de 1917-1918 y 1976, así como el desgaste propio del paso del tiempo. Sin embargo, con el trabajo de restauración llevado a cabo recientemente, el Templo de San Francisco ha recuperado su esplendor original, un esfuerzo que reafirma el compromiso de las autoridades con la conservación del patrimonio arquitectónico de la ciudad.
Un Compromiso con la Conservación del Patrimonio
La restauración de la fachada del Templo de San Francisco no solo es un logro para la preservación del patrimonio histórico, sino también una muestra del esfuerzo conjunto entre la Municipalidad de Guatemala, instituciones culturales y la comunidad en general por proteger los elementos que narran la historia y la identidad de la ciudad.
Este proyecto subraya el compromiso de la Dirección del Centro Histórico de Guatemala con la conservación y puesta en valor de los monumentos que forman parte del legado cultural de la nación, asegurando que estos continúen siendo parte del paisaje urbano y el patrimonio de las generaciones venideras.