El ambiente en el MetLife Stadium es una auténtica fiesta. Miles de aficionados llegaron desde temprano para apoyar al Chelsea y al PSG, dos gigantes europeos que se enfrentan en la esperada final del renovado Mundial de Clubes.

La ceremonia inaugural estuvo marcada por la presencia de figuras destacadas, como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania Trump, quienes se ubicaron en el palco oficial junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino.

El espectáculo previo al inicio del partido incluyó un impresionante show de fuegos artificiales, sobrevuelos de aviones caza estadounidenses y una emotiva interpretación del himno nacional, que fue coreado por los asistentes.

Como parte del evento, la cantante italiana Laura Pausini y el británico Robbie Williams unieron sus voces para interpretar el himno oficial de la FIFA, en un momento que elevó la emoción en el estadio y en millones de espectadores alrededor del mundo.

El camino a la gran final

El Chelsea llega a la final tras superar 2-0 al Fluminense en semifinales, consolidando su buen momento luego de conquistar la Conference League en mayo con una victoria de 4-1 sobre el Betis. El conjunto inglés quiere cerrar el año con otro título internacional.

Por su parte, el PSG mostró su poder ofensivo al golear 4-0 al Real Madrid en semifinales y buscará coronarse campeón para sumar su quinto título de la temporada, con el objetivo de acercarse al tan ansiado septete.

Ambos clubes, que representan proyectos multimillonarios, tienen también en juego un premio récord: el campeón del Mundial de Clubes 2025 se llevará un cheque de US$125 millones de dólares, lo que convierte a esta final en la más lucrativa en la historia del torneo.

La expectativa es alta y los seguidores del fútbol están atentos a lo que promete ser una final histórica, tanto en lo deportivo como en lo económico, en uno de los escenarios más emblemáticos del deporte mundial.