Terror eterno: la película guatemalteca sobre un exorcismo real vinculado a Maximón

Terror eterno: la película guatemalteca sobre un exorcismo real vinculado a Maximón

La nueva producción nacional, basada en archivos del Arzobispado de Guatemala, relata el tormento de una joven poseída por Maximón. El rodaje estuvo marcado por sucesos sobrenaturales y rinde homenaje a actores fallecidos.

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19/09/2025 21:27
Fuente: Prensa Libre 

La película guatemalteca Terror eterno ya está en cartelera y ha generado gran expectativa por su temática y trasfondo. Inspirada en documentos del Arzobispado de Guatemala, la cinta narra la historia de una joven poseída por Maximón, sometida a brutales exorcismos. Según sus creadores, se trata de un caso documentado y basado en hechos reales.

El personaje principal de la producción es Nina Menéndez, una joven de 18 años diagnosticada con depresión severa en octubre del 2012. Su declaración en el expediente médico es estremecedora: “El que habita mi carne no conoce piedad, no le importan mis gritos, mi carne ya está muerta”. La producción utilizó este testimonio como base para retratar una posesión que va más allá del horror convencional.

Maximón, también conocido como Rilaj Ma’am, es una figura importante en la espiritualidad guatemalteca. El director explicó que, según sacerdotes exorcistas, esta entidad puede ser invocada tanto para el bien como para el mal, y que en el caso de la película fue usada como canal para generar una maldición sobre una familia.

El enfoque principal de la cinta no está en los efectos visuales del terror, sino en mostrar el proceso real de un exorcismo. “No estoy buscando tanto la parte aterradora, sino que el exorcismo cuente su verdadera historia”, explicó el director. Una de las escenas más impactantes muestra a la joven vomitando repetidamente, como forma simbólica —y también documentada, según el equipo— de expulsar demonios.

Durante la grabación, que duró aproximadamente un mes, el equipo de producción vivió experiencias que calificaron como sobrenaturales. “Los actores tenían miedo durante la filmación; algunos incluso se negaron a grabar las escenas más intensas”, reveló uno de los productores. La situación obligó a bendecir el set en varias ocasiones con la ayuda de un sacerdote reconocido por realizar exorcismos.

La postproducción del filme tomó cinco años. Este largo proceso se debió a la complejidad del contenido, pero también al respeto con el que se quiso tratar el caso y su trasfondo espiritual. “Hay cosas que ningún ser humano debería ver”, afirmó uno de los investigadores que participó en el desarrollo del guion.

Terror eterno también funciona como un homenaje a cuatro actores guatemaltecos que participaron en el rodaje y fallecieron antes del estreno: María Teresa Martínez, María Mercedes Arribillaga, Yolanda Coronado y Roberto Díaz Gomar. El director dedicó la obra a su memoria y resaltó su aporte al arte y al cine nacional.