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Segundo domingo de Cuaresma 2025: el mensaje de la transfiguración
La lectura del segundo domingo Cuaresma, sobre la transfiguración, invita a reflexionar sobre la preparación espiritual.
Este segundo domingo de Cuaresma, San Lucas narra un episodio significativo de Jesús, explica Héctor López Alvarado en Vatican News y anota:
“Este relato nos ofrece una visión maravillosa del rostro resplandeciente de Cristo, una gloria que manifiesta su divinidad y nos orienta en nuestro camino hacia la Pascua”.
La transfiguración es un acontecimiento de oración en el que Jesús muestra su ser Uno con el Padre (cfr. Jn 10,30). Y en este diálogo, durante el que “sus vestiduras se volvieron blancas como la luz “, Jesús se revela como la Luz del mundo (Jn 12,46), anota Vatican News en una nota sobre las fiestas litúrgicas.
La reflexión del segundo domingo de Cuaresma
Aciprensa anota la reflexión del Papa Francisco, que señala como “discordante” el sueño de los tres discípulos mientras Jesús oraba y recuerda que luego, en Getsemaní, ocurriría lo mismo durante la angustiosa oración de Jesús, cuando también les había pedido que velaran (Mateo 14, 37-41).
“El tiempo fuerte de la Cuaresma es una oportunidad en este sentido. Es un período en el que Dios quiere despertarnos del letargo interior, de esta somnolencia que no deja que el Espíritu se exprese”, dijo el papa Francisco en el Ángelus del 13 de marzo de 2022, según Aciprensa.
Lectura del segundo domingo de Cuaresma: Evangelio según San Lucas 9, 28b-36
En aquel tiempo, tomó Jesús a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto del monte para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos brillaban de resplandor.
De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su éxodo, que él iba a consumar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros se caían de sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
Mientras estos se alejaban de él, dijo Pedro a Jesús:
«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
No sabía lo que decía.
Todavía estaba diciendo esto, cuando llegó una nube que los cubrió con su sombra. Se llenaron de temor al entrar en la nube.
Y una voz desde la nube decía:
«Este es mi Hijo, el Elegido, escuchadlo».
Después de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por aquellos días, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.
Con información de Vatican News,Dominicos.org y Aciprensa.
