Nuestras metas deben beneficiar a los demás

Nuestras metas deben beneficiar a los demás

Las metas, cuando están alineadas con nuestra personalidad, son fácilmente alcanzables.
08/02/2025 00:04
Fuente: Prensa Libre 

“Nuestras metas se enriquecen con lo que recibimos, nuestro corazón con lo que damos”, Víctor Hugo.

Si en algún caso alguna persona vive sin establecer metas en esta vida probablemente está simplemente existiendo y no se puede decir que está viviendo. El vivir no es simplemente el poder respirar, es mucho más que un proceso biológico. Con eso podemos entender que cada uno de los mortales que nos rodean tienen algo en mente y buscan el modo de alcanzarlo. Luego seguramente habrán de evaluarlo para definir si el logro alcanzado fue lo que en principio habían soñado hacer.

Con cada meta que trazamos, manifestamos el modo en que habremos de beneficiar a nuestro prójimo.

En la realidad de las exigencias que la vida nos presenta es fundamental en el proceso de nuestra crianza que nuestros mayores nos orienten y nos encaminen de tal modo que desde muy temprano aprendamos a establecer metas las cuales sean sin duda alcanzables y además realistas. Por ejemplo, si el futbol a los que les gusta aprenden a jugarlo no solamente conocer las reglas del juego sino para llegar a ser ganadores, pero nunca ser conformistas porque la idea no fue solo jugar y nada más.

Seguramente si hemos sido correctamente educados y aprendimos a establecer metas y además nos fue instruido que no deberíamos buscar solo nuestro propio beneficio o nuestro provecho, sino que habremos de considerar a los demás también. De ese modo nuestra convivencia y nuestras relaciones interpersonales habrán de ser más que apreciadas, serán bienvenidas. Muchísimos de los logros que cada uno de nosotros hemos logrado en la vida. No los hubiéramos logrado sin la buena voluntad y la cooperación de las personas bondadosas que aportaron su grano de arena para que hoy estemos donde estamos.

Indudablemente la vida nos enfrenta con imprevistos los cuales en ningún momento habíamos considerado, pero en esos momentos debemos de tener la suficiente claridad de nuestras prioridades y obligaciones para poder reestructurar el camino en el que quisiéramos avanzar para lograr cristalizar el sueño de la vida. Si bien lo vemos como un sueño, en ningún momento habremos de ignorar que el camino que caminamos lo debemos de hacer no solo despiertos sino atentos a aquellos elementos que nos pueden distraer de lo que en un momento nos propusimos.

Seguramente si por alguna razón compartimos con los nuestros nuestras metas y nuestros sueños no nos extrañemos en que más de alguno nos habrá de cuestionar y posiblemente hacer el esfuerzo de desanimarnos para que no avancemos. Pero gracias a Dios siempre están aquellos que si bien no entienden exactamente lo que queremos alcanzar nos animan y nos apoyan con solidaridad la cual nunca podemos olvidar. Claro que será de agradecidos en nuestra parte cuando alcanzamos nuestras metas saber darle el debido crédito a aquellos que nos apoyaron sin esperar nada a cambio.

Cuando nos trazamos metas debemos de ser cuidadosos visualizando capacidades y posibilidades y no suponer que otros tienen la obligación de caminar con nosotros para alcanzar las metas que me he trazado, sin duda habrá personas las que de algún modo u otro habrán de extenderme la mano y ayudarme a seguir, pero simplemente eso. Definitivamente la responsabilidad es de uno en buscar el beneficio del prójimo lo cual habrá de manifestarse en la medida de la madurez que uno tiene.