Ricky López Bruni: El fotógrafo guatemalteco que compartió con el papa Francisco en Roma e intercambió obsequios con el sumo pontífice

Ricky López Bruni: El fotógrafo guatemalteco que compartió con el papa Francisco en Roma e intercambió obsequios con el sumo pontífice

La entrega de su libro de fotografías del papa Juan Pablo II permitió al fotógrafo guatemalteco Ricky López Bruni conocer al papa Francisco y compartir un emotivo intercambio de regalos.
27/02/2025 13:10
Fuente: Prensa Libre 

La entrega de su libro de fotografías del papa Juan Pablo II llevó al fotógrafo guatemalteco Ricky López Bruni a conocer e intercambiar regalos con el papa Francisco durante un encuentro en Roma en el 2014, en un viaje destinado a entregarle al Pontífice su libro fotográfico Juan Pablo II, mensajero de la paz, trabajo que nació de las visitas del papa a Guatemala.

En su encuentro, el fotógrafo logró intercambiar con el papa Francisco un regalo muy especial. Además de su libro, López Bruni obsequió un chaleco originario de Todos Santos Cuchumatán, Huehuetenango. Ante esto, hábilmente, López le solicitó al Pontífice un obsequio, recibiendo el zucchetto o solideo que el papa portaba en ese momento.

El fotógrafo nacional contó a Prensa Libre que, en esa ocasión, el papa rompió el protocolo para realizar el intercambio, un gesto que ha tenido un gran impacto milagroso en la comunidad religiosa de Antigua Guatemala.

Visita y encuentro en el Vaticano

Con el objetivo de realzar el trabajo de artistas guatemaltecos ante el Vaticano, el viaje surgió por iniciativa del vicecanciller Rodrigo Vielmann, quien contactó a Ricky López y a otros artistas para llevar hasta Roma su trabajo sobre la Iglesia católica en 2014.

Fue en ese viaje, el 10 de diciembre del 2014, cuando el fotógrafo guatemalteco conoció al papa Francisco por azares del destino. Detalla que había invitado a su hermana y a su cuñado al viaje, esperando que ella entregara en manos del papa el libro Juan Pablo II, mensajero de la paz, como agradecimiento a su apoyo.

“Le dije: Mira, a mí me gustaría que tú le entregues el libro al papa Francisco. Yo no”, recordó López. “Ella insistió en que era un honor para mí, pero ya había tenido la oportunidad de fotografiar a Juan Pablo II y estar cerca de él. Además, mi hermana y su esposo me habían apoyado en la publicación del libro, así que merecían ese momento”, explicó.

Según recordó López, en ese acto se rompieron los protocolos, ya que debía ser él quien entregara el libro al Pontífice, pero decidió ceder el honor a su hermana. Ella pasó a la primera fila, donde Francisco saluda a los asistentes desde la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.

“El papa pasa saludando uno por uno y les da su bendición. La única recomendación que le di a mi hermana fue que sujetara bien el libro, porque el camarlengo se lo iba a quitar. Le pedí que le explicara al Pontífice que yo lo había realizado y que me gustaría recibir su solideo”, explicó.

Sin embargo, en esa ocasión, la hermana de Ricky López Bruni no logró conseguir el solideo del papa Francisco, ya que recuerda que la emoción del momento la superó.

“Al estar frente al papa, su nerviosismo no le permitió decir nada y el libro fue retirado por el protocolo”, relató el fotógrafo, quien en ese momento perdió la esperanza de recibir el intercambio.

Señala que, por azares del destino y con la frase “cuando te toca, te toca”, en esa visita se encontró con un viejo amigo que era sobrino de Arturo Mari, fotógrafo personal de Juan Pablo II por 23 años. Al verlo en la fila, su amigo le preguntó si quería saludar al papa.

“En solo 10 minutos obtuvo dos pases para la primera fila”, recordó. Esto le permitió ingresar junto a su cuñado a saludar al papa Francisco.

Ya en la primera fila, López Bruni se encontró nuevamente con su amigo y le comentó que no tenía nada para obsequiarle al Pontífice. Su amigo le sugirió regalarle el chaleco que vestía ese día, originario de Todos Santos Cuchumatán.

“Me dijo: ‘Regálale tu chaleco, le encanta romper el protocolo’. Entonces decidí entregarle el chaleco de Todos Santos al papa”, resaltó.

López recordó que, cuando el papa Francisco llegó hasta él, le explicó que Juan Pablo II disfrutaba ponerse prendas típicas cuando visitaba Guatemala y le preguntó si le gustaría usar el chaleco para una fotografía.

Encuentro entre Ricky López Bruni con el papa Francisco en la plaza de San Pedro. (Foto Prensa Libre: Cortesía Ricky López Bruni)

“No había terminado de decir la frase cuando ya le estaba colocando el chaleco. Nos tomamos la foto y, como era de esperarse, se lo quitaron rápidamente”.

El intercambio con el papa y la historia del solideo

Estando en la Plaza de San Pedro, frente al papa Francisco y en medio de una gran multitud, López Bruni se dirigió al Pontífice y le comentó que, según la tradición maya, cuando alguien recibe un obsequio debe entregar algo a cambio.

“Le dije: ‘Santidad, en la tradición maya, cuando alguien recibe un regalo debe dar algo a cambio. ¿Podría regalarme su zucchetto?’”, agregó.

López relató que la reacción del papa Francisco fue de sorpresa, quien a su vez respondió con humor: “Pero me voy a quedar sin uno”.

Ante ello, López Bruni insistió: “No, mire, el clima está lindo, no hace tanto frío”. Fue entonces cuando el papa sonrió, consultó con el camarlengo si había otro zucchetto disponible y, tras recibir uno nuevo, se quitó el que llevaba puesto y se lo entregó.

“Me pidió que rezara por él. Pasó más tiempo conversando conmigo que con toda la delegación de Guatemala. Hablamos de fútbol y otros temas”, recordó el fotógrafo guatemalteco sobre ese momento.

El solideo como símbolo de fe y milagros

Luego del regalo que el papa Francisco ofreció a López Bruni, el fotógrafo comentó que decidió entregárselo a su hermana como un presente, consciente de que para ella tenía un alto valor en su fe.

Desde ese momento, la comunidad religiosa que conoció la historia del zucchetto ha pedido llevarlo a sus hogares para bendecir a su familia o sanar a los enfermos, como un acto de fe.

“Una familia conoció la historia y pidió prestarlo para orar por una mujer enferma a quien los médicos habían desahuciado. A los tres días llamaron a mi hermana para devolver el zucchetto y le dijeron que la mujer había sido dada de alta. Los doctores no podían explicar qué había sucedido”, detalló López Bruni.

Solideo que el papa Francisco obsequió a Ricky López Bruni durante su visita al Vaticano. (Foto Prensa Libre: Cortesía Ricky López Bruni)

A partir de ese momento, el objeto comenzó a ser solicitado para otros casos en los que, según el fotógrafo, han ocurrido milagros gracias al poder de la fe.

“Se han documentado al menos 12 casos de personas que han mejorado su salud de manera inexplicable. Estamos reuniendo toda esta información para enviarla al Vaticano, porque creemos que es algo importante”, agregó.

El solideo en la procesión de La Merced

Ante el poder y el significado de la fe que representa el solideo del papa, la comunidad religiosa decidió incorporarlo en el recorrido procesional de la imagen de Cristo de La Merced en Antigua Guatemala durante la Semana Santa de 2015.

“El zucchetto salió por toda la ciudad en la parte trasera del anda procesional. Ha tenido un recorrido muy significativo y ha sido un objeto de gran valor espiritual”, destacó López.

El solideo durante la procesión del Cristo de La Merced en Antigua Guatemala de 2015. (Foto Prensa Libre: Cortesía Ricky López Bruni)

Historia de López Bruni con Juan Pablo II

El fotógrafo guatemalteco también tuvo un acercamiento con Juan Pablo II durante sus visitas al país como papa. Recuerda que su primer contacto fue en 1996, cuando el Pontífice visitaba por segunda ocasión Guatemala.

Su acercamiento, según detalla López Bruni, se debió a una casualidad. En medio del protocolo, se encontró de forma casual con Sergio Búcaro, organizador en ese momento de la visita papal y quien más tarde se convertiría en embajador de Guatemala en el Vaticano. Ese encuentro lo llevó a convertirse en el fotógrafo oficial del Gobierno de Guatemala para la ocasión, sin saber realmente quién era el papa Juan Pablo II.

“Yo iba a un gimnasio y tenía un vecino con quien solo intercambiábamos saludos. Un día, en el Campo de Marte, vi que era el encargado de la logística de la visita de Juan Pablo II. Nos saludamos y, al preguntarle quién sería el fotógrafo, él contestó que no tenían a nadie y me preguntó si quería serlo. Así comenzó todo”, relató López.

Para la tercera visita de Juan Pablo II, el fotógrafo recuerda que no lograba obtener su acreditación oficial del Gobierno, pero encontró otra forma de estar cerca del Pontífice.

“Manolo Maldonado, director de Aeronáutica Civil en ese entonces, me llamó y me dijo que necesitaba un fotógrafo en la pista del aeropuerto para documentar la llegada del papa. Me ofrecí de inmediato. Cuando el avión aterrizó, fui el único fotógrafo al pie de la escalera cuando Juan Pablo II descendió”.

Esta experiencia le permitió crear un libro fotográfico sobre el Pontífice, el cual también fue entregado al papa Benedicto XVI y ahora forma parte de los archivos del Vaticano.

El libro sobre las visitas del papa Juan Pablo II está a la venta. Puede adquirirlo comunicándose al número 5528-8556 o a través de la página de Instagram rickylopezbruni. (Foto Prensa Libre: Cortesía Ricky López Bruni)