Bec Macnamara, una mujer australiana que ha ganado notoriedad recientemente, reveló que el dolor en su rodilla resultó ser un cáncer agresivo.

La joven comenzó a sentir un intenso dolor en la rodilla izquierda el año pasado y, al principio, pensó que solo se trataba de una lesión. Por ello, acudió a un fisioterapeuta y se sometió a diversos tratamientos. Sin embargo, el dolor persistió y se intensificó con el tiempo.

Macnamara estaba preparándose para una competencia de crossfit cuando empezó a notar molestias en su rodilla. Inicialmente, el fisioterapeuta pensó que el dolor en el muslo era secundario a la lesión de rodilla. «Trabajamos durante un tiempo en lo que creíamos que era una lesión de rodilla. Tenía un poco de dolor en el muslo, pero el fisioterapeuta pensó que era algo secundario«, explicó.

Con el paso del tiempo, el dolor se agravó y Macnamara decidió realizarse una resonancia magnética. La prueba reveló una lesión cancerosa de 20 cm en su fémur izquierdo. «Fue un shock enorme. Esperaba ver alguna distensión muscular o daño en los ligamentos debido al entrenamiento, no cáncer», dijo.

Tras el diagnóstico, la mujer se sometió a una biopsia quirúrgica para obtener muestras y determinar el tratamiento adecuado. Finalmente, optó por la amputación de la pierna, ya que, de no hacerlo, habría tenido que someterse a más cirugías.

«La razón principal por la que decidí optar por la amputación fue que me enfatizaron que el cáncer era muy agresivo. Era crucial comenzar la quimioterapia lo antes posible. Con tres hijos pequeños, prefiero perder la pierna y tener más posibilidades de sobrevivir que arriesgarme a no sobrevivir«, concluyó.