¿Es cierto que caminar descalzo en tierra mejora la salud? El “grounding” explicado por la ciencia

¿Es cierto que caminar descalzo en tierra mejora la salud? El “grounding” explicado por la ciencia

Adoptar el grounding como parte de una rutina de bienestar no requiere equipos costosos ni conocimientos técnicos. Solo se necesita tiempo, disposición y un pedazo de tierra firme sobre el cual volver a pisar con calma. La salud, a veces, empieza desde el suelo.

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02/06/2025 10:40
Fuente: Prensa Libre 

En los últimos años, una práctica conocida como grounding o earthing ha ganado popularidad entre personas que buscan reconectar con la naturaleza y mejorar su bienestar. Esta técnica consiste, simplemente, en caminar descalzo sobre superficies naturales como tierra, césped o arena, bajo la premisa de que el contacto directo con la tierra tiene efectos positivos en la salud física y mental. Pero, ¿qué dice realmente la ciencia al respecto?

Esta hipótesis parte del hecho de que la Tierra posee una carga eléctrica natural, y al estar descalzos, el cuerpo humano —conectado a múltiples dispositivos electrónicos y expuesto a campos electromagnéticos artificiales— podría descargarse y volver a un estado más natural. Aunque suene místico, algunos estudios científicos han comenzado a explorar esta teoría con resultados preliminarmente positivos.

Beneficios del grounding

Desde la fisiología, se han propuesto varios mecanismos para explicar por qué caminar descalzo sobre la tierra podría ser beneficioso. Entre ellos, la mejora de la conductividad eléctrica del cuerpo y la reducción del estrés oxidativo. Algunas investigaciones han mostrado que el grounding puede influir en marcadores biológicos relacionados con la inflamación, el cortisol y el ritmo circadiano, dice Carlos De León, psicólogo clínico.

“Hay ensayos clínicos pequeños en los que los participantes que practicaron grounding durante varias semanas reportaron mejoras en la calidad del sueño, reducción del dolor muscular y una mayor sensación de calma”, agrega. También se observaron cambios en la variabilidad de la frecuencia cardíaca, un indicador relacionado con la regulación del sistema nervioso autónomo.

Sin embargo, es importante destacar que estos estudios aún son limitados en tamaño y alcance, y la evidencia no es concluyente. La comunidad científica sigue evaluando si los efectos observados son atribuibles a la conexión eléctrica con la tierra o a otros factores, como el hecho de pasar tiempo al aire libre, reducir el estrés o estar más conscientes del propio cuerpo.

Dimensión psicológica del contacto con la naturaleza

Más allá de los aspectos bioeléctricos, caminar descalzo también puede tener un impacto psicológico importante. Desde la psicología, se ha comprobado que el contacto con entornos naturales reduce los niveles de ansiedad, mejora el estado de ánimo y favorece la atención plena.

Rodearse de la naturaleza favorece el estado de ánimo y la atención plena. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

“El simple acto de caminar sin calzado obliga a una atención más presente, ya que se debe cuidar cada paso y percibir texturas, temperaturas y relieves. Esta conexión sensorial puede actuar como una forma de meditación en movimiento, ayudando a calmar la mente y reducir el estrés cotidiano”, explica la psicóloga Carolina Santizo.

Además, caminar descalzo implica salir de espacios cerrados y sedentarios para moverse al aire libre, lo que ya representa un cambio positivo en términos de salud cardiovascular, respiratoria y mental.

¿Hay riesgos al practicar grounding?

Aunque caminar descalzo tiene beneficios potenciales, también hay consideraciones importantes. El terreno debe ser seguro, libre de objetos punzantes, vidrios o contaminantes. Se recomienda practicar grounding en espacios naturales limpios, como parques, playas o jardines privados.

Las personas con condiciones médicas que afectan la sensibilidad de los pies, como la diabetes, deben tomar precauciones adicionales y consultar a un profesional de la salud antes de incorporar esta práctica.

En un mundo hiperconectado, tecnológico y acelerado, reconectar con el entorno natural puede ser más que una moda. “Caminar descalzo en tierra, más allá de su efecto eléctrico, ofrece una oportunidad para pausar, respirar y prestar atención al presente”, enfatiza Santizo. Aunque la ciencia aún está en proceso de entender los mecanismos exactos detrás del grounding, sus beneficios percibidos, tanto físicos como emocionales, lo convierten en una práctica accesible, segura y potencialmente terapéutica.

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