Marcela Casal, es una enfermera que no imaginaba que su vida cambiaria luego que rescatara a un recién nacido, el cual había sido rechazado por sus padres por tener Síndrome de Down.

Esto ocurrió el 1 de noviembre de 2012; cuando sus padres pidieron al sanatorio sacar la cuna de la habitación, incluso devolvieron el certificado de nacimiento y dieron aviso a sus familiares que el pequeño había nacido muerto.

Casal dio a conocer su historia, además indicó que no conoció a los padres del pequeño, pero que todo el personal del hospital se encargó de cuidar de él.

“En ese tiempo estuvo en brazos de todos. Nosotros lo traíamos de la terapia. Lo sacábamos. Lo poníamos en la cuna, en el huevito, se la pasó de brazo en brazo, como yo digo, con todas las tías. También venían de otros servicios a verlo”, detalló.

Luego de varias semanas, buscaban dar en adopción al pequeño y fue en ese momento que Marcela junto a su pareja enviaron una solicitud para adoptarlo, tras pasar meses de espera acudió con la jueza María del Carmen Bacigalupo, quien le dio la noticia que serían los padres de Santiago.

“Me dijo en ese momento que había priorizado por sobre todo el contacto que yo había tenido con Santiago, independientemente de las evaluaciones y de todo lo que tenía que ver con lo formal”, explicó.

Al pasar diez años, Marcela confesó que fue la mejor decisión que ha tomado, convertirse en madre de Santiago: “No estoy arrepentida en absolutamente nada de haberlo elegido a él por sobre todas las cosas. Él es todo para mí y para mis padres. Es un niño fuera de serie, muy cariñoso y sumamente sociable”.