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¿Qué pasó con el Hospital de Amatitlán tras el sismo del 8 de julio?
El informe de daños del Ministerio de Salud indica que el edificio sufrió daño estructural severo y generalizado por el sismo del 8 de julio, para atender a la población de habilitarán módulos prefabricados.
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El 8 de julio, un sismo de magnitud 5.6 con epicentro en Sacatepéquez causó daños en distintos inmuebles, entre ellos el Hospital Nacional de Amatitlán, cuya infraestructura ya estaba en malas condiciones. Desde el 2023 estaba prevista la construcción de un nuevo edificio, según consta en un documento del Sistema Nacional de Inversión Pública (Sinip) de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan).
Para reanudar la atención a la población, el Ministerio de Salud instalará cinco módulos prefabricados, que, según las autoridades, comenzarán a funcionar en un mes. En estos espacios podrían operar las áreas de cuidados intensivos pediátricos y neonatales, algunos encamamientos, observación y emergencias, según indicó la viceministra de Hospitales, María del Rosario Orozco García, en entrevista con Prensa Libre.
El hospital se construyó por fases: la más antigua data de 1870, la segunda fue edificada a finales de 1900, y la más reciente sería de la década de 1930.
Un informe circunstanciado elaborado por el ministerio para establecer los daños en el edificio señala que el temblor provocó fisuras en muros y acabados, deterioró la ventanería, quebró vidrios y causó la caída de cielo falso. Además, se evidencian malas prácticas constructivas, falta de mantenimiento y deterioro en los materiales empleados.
El informe también advierte que los distintos métodos de construcción y los materiales utilizados aumentan la “susceptibilidad” ante los sismos. Cabe destacar que, desde el 8 de julio, se han registrado más de 1 mil 600 temblores en la zona, algunos sensibles, según el Servicio Sismológico de Guatemala de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Ante el riesgo de más daños a la estructura, y con el objetivo de proteger a pacientes y trabajadores, Orozco García señaló que se decidió trasladar a los pacientes de las unidades de intensivo pediátrico y de adultos a los hospitales de Villa Nueva y San Juan de Dios.
Acciones
La viceministra de Hospitales indicó que, un día después del sismo, visitaron el nosocomio junto a especialistas en gestión de riesgo del Ministerio de Salud. La recomendación fue realizar un estudio estructural para determinar qué áreas del edificio podían habilitarse. En dicho análisis intervinieron la Unidad de Construcción de Edificios del Estado (UCEE) y la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred). Las recomendaciones se recibieron el 17 de julio.
Entre los hallazgos se destaca que el complejo hospitalario presenta daño estructural severo y generalizado, tanto en la parte más antigua —considerada patrimonio cultural, por lo que requiere permisos especiales para su restauración— como en las zonas más recientes. La combinación de antigüedad, deficiente mantenimiento, mala calidad constructiva en algunas remodelaciones y el impacto del sismo compromete la seguridad estructural del inmueble.
El área más antigua, que originalmente fue un convento con gruesas paredes de ladrillo, presenta grietas diagonales profundas y desprendimiento en la mampostería, así como riesgo de colapso de techos tipo losa. En la parte moderna se identificaron fisuras en columnas, nodos, vigas y losas, con hierro corroído por la humedad.
Por estas condiciones, el informe concluye que el complejo no cumple con criterios básicos de seguridad estructural ni condiciones mínimas de salubridad.
Instalación de módulos
El 21 de julio comenzó la instalación de los módulos. Uno de ellos, originalmente destinado a la atención de migrantes retornados por el Viceministerio de Atención Primaria en Salud, fue redirigido para atender la emergencia en Amatitlán. Otro fue proporcionado por la UCEE.
Orozco García indicó que se instalarán cinco módulos en total: tres en el área de parqueo y dos en la parte trasera del hospital.
Pese al reporte inicial, en el hospital hay espacios que no resultaron dañados, como el área de farmacia, que continúa despachando medicamentos, y la zona de clasificación de pacientes.
La viceministra mencionó que, como parte de los estudios estructurales, se solicitó a la Conred realizar un nuevo diagnóstico para evaluar la posibilidad de habilitar otros espacios. Se determinó que hay al menos cinco áreas utilizables, entre ellas cirugía de mujeres, medicina general y una unidad pediátrica. Actualmente se trabaja en su adecuación, lo cual incluye el reemplazo de cielo falso y vidrios.
El Hospital Nacional de Amatitlán brinda servicios de maternidad, cirugía, trauma y pediatría. Cuenta con 201 camas, aunque, según el diagnóstico del Ministerio de Salud, solo se utiliza el 50% de su capacidad. Desde el 23 de julio opera una zona de clasificación de emergencia para medicina interna, cirugía, traumatología, pediatría y ginecoobstetricia.