Por qué la Nasa ve en una roca de Marte “la señal más clara de vida” hasta ahora

Por qué la Nasa ve en una roca de Marte “la señal más clara de vida” hasta ahora

Los científicos de la agencia aún no afirman haber encontrado fósiles de microbios marcianos, pero el análisis del espécimen recolectado por el róver Perseverance plantea esa posibilidad.

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Resumen Automático

13/09/2025 00:05
Fuente: Prensa Libre 

La vida, especialmente los microbios demasiado pequeños para ser vistos, ha dejado una huella indeleble en las rocas de la Tierra al crear minerales que de otro modo no estarían allí.

Si algunos de esos minerales aparecen en rocas en Marte, ¿no es eso una buena evidencia de que allí también existió vida en algún momento?

Tal vez.

El róver Perseverance de la Nasa ha descubierto este tipo de minerales en una roca específica de Marte. Encontró el espécimen en un afloramiento de lodo endurecido junto a lo que fue un río.

“Creo que es muy intrigante”, dijo en una entrevista Joel Hurowitz, catedrático de geociencias de la Universidad Stony Brook de Long Island y miembro del equipo científico del Perseverance.

Hurowitz dijo que había trabajado en misiones de la Nasa a Marte durante más de dos décadas y que esta era la mayor certeza que había tenido sobre posibles biofirmas en una roca marciana.

“Para mí, estas observaciones son realmente convincentes”, dijo. Hurowitz y sus colegas describieron sus hallazgos en un artículo publicado el miércoles en la revista Nature.

Durante una conferencia de prensa celebrada el miércoles, Sean Duffy, administrador en funciones de la Nasa, quien también es secretario de Transporte, dijo: “Esta bien podría ser la señal más clara de vida que hayamos encontrado jamás en Marte”.

Nicola Fox, administradora asociada de la Nasa para la dirección científica, añadió el contexto de que no se trataba de una conclusión definitiva.

“Desde luego, no es la respuesta definitiva”, dijo.

La conferencia de prensa puso de manifiesto una división en las prioridades declaradas para la Nasa durante el gobierno del presidente Donald Trump.

En sus comentarios, Duffy pasó rápidamente de las misiones científicas con robots de la agencia —una parte de la Nasa en la que la Casa Blanca pretende hacer profundos recortes presupuestarios— al programa de vuelos espaciales tripulados de la agencia, que incluye enviar astronautas a la Luna y, con el tiempo, a Marte.

Pero dijo que la ciencia seguía siendo importante.

“La ciencia no va a desaparecer de la Nasa”, dijo. “Nos estamos apoyando en la ciencia porque la necesitamos para asegurarnos de que tendremos éxito en nuestras misiones a la Luna y a Marte”.

Hace un año, los científicos de la Nasa ya estaban entusiasmados con esta roca, porque poseía rasgos que recordaban lo que podrían haber dejado microbios cuando esta zona era cálida y húmeda hace varios miles de millones de años, parte de un antiguo delta fluvial.

El cráter Jezero, lugar de aterrizaje del Perseverance, fue en algún momento un lago, y los sedimentos a lo largo del río que desembocaba en el cráter eran un lugar prometedor para buscar indicios de vida pasada en Marte. Sin embargo, el Perseverance encontró pocos indicios de ella hasta que llegó a esta parte del lecho del río, una de las últimas paradas del róver antes de salir del cráter.

El artículo de Nature describe con mucho más detalle la mineralogía de la roca, que los científicos denominaron Cheyava Falls, y del terreno cercano.

“El verano pasado fue una especie de: ‘Oigan, creemos que hemos encontrado algo realmente interesante y cool’”, dijo Hurowitz. “Ahora estamos en el punto en el que realmente decimos con detalle: ‘Esto es lo que hemos encontrado’”.

Lo que más llamó la atención fue lo que los científicos llamaron semillas de amapola: motas oscuras de micras de ancho dentro de la lutolita. Las motas contienen vivianita, un mineral de fosfato de hierro.

Los científicos también observaron rasgos más grandes apodados manchas de leopardo: anillos oscuros que contenían vivianita y rodeaban centros blanquecinos con greigita, un mineral de sulfuro de hierro.

“Las manchas de leopardo parecen haber empezado como semillas de amapola, pero pudieron seguir creciendo hasta alcanzar un tamaño mayor”, dijo Hurowitz.

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En la Tierra, la vivianita y la greigita suelen formarse en depósitos sedimentarios de lagos de agua dulce, estuarios fluviales y marismas.

“Estos serían ejemplos de entornos con influencia microbiana en los que los microbios consumen la materia orgánica y producen estos minerales como subproducto”, dijo Hurowitz.

Los minerales también pueden producirse mediante reacciones químicas en las que no intervienen organismos vivos. Pero en los experimentos de laboratorio, las reacciones de greigita requieren un calentamiento de más de 120 grados Celsius y, hasta ahora, parece que los minerales de Marte se formaron a temperaturas más frías.

“Dentro de las limitaciones de la capacidad de la carga útil de nuestro róver, no parece que se hayan cocido”, dijo Hurowitz.

La roca también contiene compuestos orgánicos —moléculas con carbono e hidrógeno—, lo que añade más intriga. Los compuestos orgánicos son los componentes básicos de la vida, pero también pueden producirse mediante procesos geológicos que no tienen nada que ver con ella.

Janice Bishop, investigadora científica sénior del Instituto SETI de Mountain View, California, dijo que los resultados eran “superemocionantes” para demostrar que Marte tuvo en su día condiciones de habitabilidad.

Pero ante la falta de evidencia de vida en Marte, pasada o presente, eran más probables las explicaciones no biológicas, dijo Bishop, quien fue autora de un comentario que acompañaba el análisis en Nature.

Los científicos que buscan vida extraterrestre suelen recurrir a una cita de Carl Sagan: “Las afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria”. Hasta ahora, la evidencia de la roca de Cheyava Falls es intrigante, no extraordinaria.

El Perseverance perforó una muestra de la lutolita, parte de una colección de rocas y tierra, que se traerá de regreso a la Tierra para estudiarla más detenidamente. Los instrumentos más sofisticados de los laboratorios de aquí, que no podrían meterse en un róver, podrían estudiar, con mayor precisión, los distintos elementos de las rocas. Esas herramientas podrían ayudar a los científicos a determinar si las características, como la mezcla de isótopos, coinciden con lo que cabría esperar si fueran restos de microbios marcianos.

Hurowitz dijo que estaría dispuesto a hacer una pequeña apuesta a que hubo vida en Marte y que la Cheyava Falls contenía evidencia convincente de ello.

“Es mejor que lanzar una moneda al aire”, dijo. “Si dices: ‘Apostemos US$20 a que resulta que estas rocas contienen biología, y lo averiguaremos cuando lleguen las muestras’, aceptaré esa apuesta”.

Sin embargo, las rocas y las respuestas que contienen pueden permanecer varadas en Marte indefinidamente. El año pasado, la misión de retorno de muestras de Marte, que debe traer de vuelta las muestras que recogió el Perseverance, quedó en suspenso al dispararse las estimaciones de su costo hasta los US$11 mil millones. La Nasa solicitó propuestas de posibilidades alternativas.

En su solicitud presupuestaria de este año, el gobierno de Trump intentó cancelar por completo la misión de retorno de muestras de Marte.

“Creemos que hay una mejor forma de hacerlo, una forma más rápida de recuperar estas muestras”, dijo Duffy durante la rueda de prensa. “Y ese es el análisis que hemos realizado. ¿Podemos hacerlo más rápido? ¿Podemos hacerlo más barato? Y creemos que podemos”.

No dio detalles sobre cómo ni cuándo.

Dado que los planes de la Nasa son inciertos, las primeras rocas traídas de Marte podrían llegar al otro lado del planeta. China planea lanzar una misión robótica en 2028 para recoger rocas marcianas y dejarlas en la Tierra tres años después.