En medio de un clima de dolor y exigencia de justicia, familiares y amigos dieron el último adiós a Valeria Márquez, la joven de 23 años cuya muerte ha conmocionado a México. La ceremonia fúnebre se llevó a cabo en el templo de San Bernardo, en la colonia Mezquitán Country de Guadalajara.

El cuerpo de Valeria salió de la funeraria aproximadamente a las 13.35 horas, en una carroza gris, escoltada por familiares y amigos. Durante la misa, el templo fue resguardado por elementos de la Policía Municipal de Guadalajara, mientras se realizaba una guardia de honor a los costados del ataúd.

Valeria era la mayor de dos hermanos, soñaba con ser dentista y participó en un certamen de Jalisco. Sus familiares confían en las autoridades para esclarecer el caso, que consideran un feminicidio, y piden que no quede impune como un caso más.

El sepelio se realizó en un cementerio de Zapopan, mientras crece la exigencia de justicia por parte de una familia que hoy llora la pérdida de una joven descrita como alegre, soñadora y solidaria.

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