TGW
Guatevision
DCA
Prensa Libre
Canal Antigua
La Hora
Sonora
Al Día
Emisoras Unidas
AGN
La victoria de Milei en Argentina fue un rechazo al pasado, con la ayuda de Trump
La rotunda victoria fue inesperada para Milei, un economista libertario que se había enfrentado a una importante agitación política y financiera en las últimas semanas.
Enlace generado
Resumen Automático
La decisiva victoria del presidente de Argentina, Javier Milei, en las elecciones legislativas del domingo le dio un impulso decisivo, con el apoyo de votantes desde las montañas de la Patagonia hasta las tierras de labranza de la Pampa que depositaron su voto para respaldar su arrollador experimento económico. A unos 13.000 kilómetros al norte de Buenos Aires, en Washington, el gobierno de Donald Trump también lo consideró una victoria. “Estos resultados son un claro ejemplo de que la política del gobierno de Trump de paz a través de la fortaleza económica está funcionando”, escribió el lunes en X el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien hace semanas anunció un salvavidas de 20.000 millones de dólares para Argentina.
“Tuvo mucha ayuda de nuestra parte”, dijo el presidente Trump sobre Milei mientras viajaba el lunes por Asia para reunirse con otros líderes mundiales. “Estamos obteniendo un verdadero control fuerte en Sudamérica”. Los mercados financieros reaccionaron con euforia a los resultados, ya que Milei salió de las elecciones con un vínculo aún más estrecho con Estados Unidos y un mandato más firme para implementar cambios más transformadores en la economía del país. La rotunda victoria fue inesperada para Milei, un economista libertario que se había enfrentado a una importante agitación política y financiera en las últimas semanas. Muchos votantes se habían desencantado con las medidas de austeridad y los escándalos de corrupción que afectaban al círculo íntimo de Milei.
Según los expertos, su éxito se vio probablemente favorecido por la intervención del gobierno de Trump, que impidió que el temblor financiero causado por la caída del valor de la moneda local se convirtiera en un terremoto y ayudó a Milei a superar las elecciones legislativas con cierta estabilidad. Milei también apeló con éxito a los miedos y recuerdos de muchos argentinos, dijeron los expertos, argumentando que él ofrece el único camino para un país que ha sufrido años de inflación galopante bajo gobiernos populistas de alto gasto. Muchos argentinos se habían cansado de que los precios oscilaran salvajemente de un día para otro y de una clase dirigente que consideraban corrupta e irresponsable.
“Un dato que quedó en claro hoy es que dos de cada tres argentinos no quieren volver al pasado”, dijo Milei en un discurso triunfal el domingo en la sede de su partido en Buenos Aires. “Somos muchísimos más los argentinos que queremos avanzar, que los argentinos que quieren retroceder”. Durante sus casi dos años de mandato, Milei ha actuado de manera agresiva para reducir el Estado, recortando el gasto federal en aproximadamente un 30 por ciento. Despidió a unos 55 mil trabajadores del sector público, lo que representa alrededor del 15 por ciento de la mano de obra federal, y redujo el número de ministerios de 19 a nueve. El país obtuvo su primer superávit presupuestario en 14 años.
El partido de Milei obtuvo más del 40 por ciento de los votos el domingo, y cuenta con suficiente apoyo en el Congreso para evitar que se anulen sus vetos, que habían frustrado algunas de sus medidas para reducir el Estado. El resultado coronó una campaña altamente polarizadora y vitriólica, en la que Milei llamó a sus rivales de izquierdas “kukas”, un juego de palabras con la palabra “cucarachas”, y promovió su marca de capitalismo como azote del populismo y el socialismo. Contrapuso su amistad con Estados Unidos a las pasadas alianzas de Argentina con Venezuela.
Muchos votantes dijeron que Milei, a pesar de los recortes de gastos que han perjudicado a muchos argentinos, merecía la oportunidad de llevar a cabo sus planes. Zulma Fernández, jubilada de 70 años, expresó no querer volver a lo que “teníamos antes”, al salir de las urnas en Buenos Aires tras votar a los aliados de Milei. Marcelo Masaglia, de 54 años, propietario de una tienda, afirmó que Argentina necesitaba un cambio. Daniel Schteingart, director de Fundar, un centro de investigación de Buenos Aires, afirmó que la gente había votado impulsada por el miedo a la desestabilización y al retorno del caos económico.
Habría sido una tarea mucho más difícil para Milei seguir presentándose como un adalid de la estabilidad financiera sin la promesa del gobierno de Trump de un canje de divisas por valor de US$20 mil millones, que detuviera una caída libre financiera. “Es difícil imaginar un resultado similar si Milei se viera envuelto en una crisis financiera”, dijo Benjamin Gedan, investigador principal y director del programa sobre América Latina del Centro Stimson, un centro de investigación de Washington. “Se puede trazar una línea bastante directa entre su visita a Washington y sus resultados en las elecciones de mitad de mandato”.
La profunda implicación e interés del gobierno de Trump en el destino de Milei podría jugar en ambos sentidos. “Si Milei tiene éxito, Estados Unidos se llevará con razón parte del mérito”, dijo Gedan. “Si las reformas promercado de Milei se estrellan, muchos argentinos culparán a Estados Unidos”. Los resultados del experimento de reducción de costos de Milei siguen siendo inciertos. Desde que fue elegido en 2023, Milei ha logrado frenar la inflación y reducir el gasto público, tranquilizando a los inversionistas internacionales. Pero la economía argentina se ha estancado recientemente, la inflación sigue siendo alta según los estándares internacionales y, aunque Milei ha conseguido reducir la pobreza, un tercio de la población sigue empobrecida.
Un dato que quedó en claro hoy es que dos de cada tres argentinos no quieren volver al pasado
Milei, que se enfrenta a menos obstáculos en el Congreso, ahora puede llevar a cabo lo que ha caracterizado como sus “reformas de segunda generación”. Entre sus principales prioridades figura la revisión de los sistemas laboral y fiscal, que, según él, ayudaría a Argentina a entrar en “un loop de reformas permanentes”. También se ha comprometido a introducir amplios cambios en el sistema de pensiones. La pieza central de los planes de Milei es una propuesta que facilitaría y abarataría la contratación y el despido de trabajadores.
Aproximadamente la mitad de la población activa de Argentina está empleada de manera informal, lo que Milei y sus aliados consideran una prueba de que es demasiado costoso y arriesgado para las empresas contratar trabajadores a tiempo completo. Milei también tiene previsto aprobar un proyecto de ley tributaria que eliminaría 20 impuestos, reduciría los tipos impositivos generales y ampliaría la base impositiva, en un esfuerzo por simplificar el bizantino sistema argentino, en el que la evasión fiscal está muy extendida. “Está claro que ahora podemos avanzar con más decisión”, dijo Milei el lunes en la televisión argentina. “Lo peor ya pasó”.