Oficialismo se arropa con sábana de retazos

Oficialismo se arropa con sábana de retazos

La integración de la próxima directiva puede ser una suma de intereses calculados y repartidos de antemano.

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05/11/2025 00:05
Fuente: Prensa Libre 

En conjunto, las ocho bancadas que alcanzaron algún cargo en la Directiva 2026 del Legislativo, con cortejo de diputados oficialistas, habrían podido reunir quizá solo poco más de los votos necesarios para quedar electos. Pero, al final, la variopinta planilla única recibió 149 votos. En los escarceos y zafarranchos de las dos semanas previas, llegó a asomarse en el horizonte la posibilidad de que partidos opositores encabezados por Vamos, UNE y Unionista pudieran negociar los apoyos para hacerse de la tribuna de la 9a. avenida. Pero entre convencidos, convenencieros y hasta algunos resignados que no querían quedar como derrotados —aunque lo estuvieran— eligieron a Luis Contreras, del partido Creo, como el presidente del Congreso para el 2026, y Nery Ramos, de Azul, primer vicepresidente.

Para un tercer año y con una bancada oficialista excluida, el resultado del pulso legislativo de las últimas tres semanas bien podría compararse con aquella nonagenaria comedia teatral guatemalteca Un loteriazo en plena crisis, de María Luisa Aragón, en la cual una familia guatemalteca se encuentra con la noticia de que logró pegarle al gordo de la lotería. En efecto, el 2026 trae un botín de designaciones que pasarán por el hemiciclo: magistrados titulares y suplentes del Tribunal Supremo Electoral, designación de un titular y suplente de la Corte de Constitucionalidad, y elección de contralor general de Cuentas.

El acuerdo para la Directiva podría viabilizar la aprobación del presupuesto planteado por el Ejecutivo, sobre el cual pesan señalamientos de excesivo gasto de funcionamiento, reducido porcentaje para inversión y un monto exagerado de endeudamiento. En todo caso, la directiva saliente acarrea desgaste del ilegítimo autoaumento que también se pretende extender.

En su discurso de aceptación, el siguiente presidente del Legislativo, al calor de la emoción, quiso expresar una actitud de apertura y diálogo a los diputados de todas las bancadas. Para ejemplificar su aquiescencia dijo, en su emoción, que el Congreso es de los diputados. Pero eso es inexacto: el Congreso es del pueblo de Guatemala, y los diputados son los representantes de la ciudadanía que los elige. Y se hace la acotación, porque son equívocos así los que hacen creer a los diputados que pueden disponer de potestades y recursos públicos a su antojo, conveniencia y beneficio. En el Loteriazo en plena crisis, de nada sirve el dinero, porque lo despilfarran y los protagonistas quedan peor que antes.

La integración de la próxima directiva puede ser una suma de intereses calculados y repartidos de antemano, en un equilibrio precario que se verá puesto a prueba conforme lleguen las disyuntivas por las designaciones antes listadas. Es allí donde verdaderamente se verá el rendimiento del capital político reunido por una coalición de ocho partidos pequeños que lograron avasallar a las bancadas mayoritarias. De hecho, que los 149 votos no llamen a engaño, pues al menos medio centenar de ellos se subieron a la balsa a último momento, incluyendo a exoficialistas que otrora eran muy poderosos y ahora solo son reintegros.

Las bancadas perdedoras deben analizar qué fue lo que falló en su estrategia y si acaso ciertos protagonismos excesivos, con todo y sus respectivos discursos polarizantes, resultaron demasiado pesados de apoyar. Finalmente, habrá que ver si esta victoria desde bambalinas no le sale demasiado cara al oficialismo, debido a las concesiones, chantajes y compromisos que implican, es decir, esos hilos que unen los retazos de la chamarra con la que ahora se arropan.