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La necesidad de conocer más factores de la guerra
Las acusaciones mutuas de haber roto la promesa del alto al fuego, ayudan a complicar el fin de la guerra Irán-Israel.
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En 48 horas, la situación actual del Cercano Oriente ha cambiado, causando sorpresas inesperadas. La primera ocurrió cuando Donald Trump anunció con entusiasmo rayano en la exageración, y creyendo por su fuerza haber sido quien logró el cese de las hostilidades entre Netanhayu y Jamenei, considerándolo un efecto del bombardeo a Irán. Pero ayer fue filmado saliendo en la mañana de la Casa Blanca, muy molesto, casi a gritos, calificando a ambos contendientes culpables de haber violado el acuerdo y con ello haberse burlado de él. Pero como se sabe, en toda guerra la primera baja es la verdad y se debe engañar al enemigo y obviamente acusar al contrincante de haber sido quien primero los violó. Los criterios de Occidente no se pueden aplicar en su totalidad en las culturas milenarias del Medio Oriente. Punto.
Las acusaciones mutuas de haber roto la promesa del alto al fuego, ayudan a complicar el fin de la guerra Irán-Israel.
Mientras tanto, en todos los idiomas posibles continúa la guerra de desinformación, mentiras, exageraciones tanto de Irán como de Israel, e incluso también de Estados Unidos. Cada día, las redes sociales reciben informaciones, unas bien preparadas y por ello con posibilidad de creerse y otras hechas burdamente y en general por personas anónimas. En América Latina son especialmente numerosos y su efectividad tiene buena relación con el desconocimiento generalizado sobre cómo es en realidad el islamismo, también fuente de mentiras por las informaciones oficiales, en lo cual se parecen a aquellas originadas por cualquiera de las fuentes oficiales de información. Por esto, la dimensión del verdadero peligro mundial no se puede entender en estos rumbos.
Parte del interés latinoamericano y mundial se debe a la necesidad de analizar la reacción de China y de Rusia, así como de sus aliados, e igualmente del significado de la multicentenaria división de los musulmanes árabes entre chiitas y sunitas, ambos con interpretaciones diferentes del Corán, con algunos elementos parecidos a la Biblia, más antigua. Otro factor divisor es la Torah, libro sagrado judío, también malinterpretado. Las similitudes comienzan al ser las tres religiones monoteístas. Explicar esto es motivo de otro artículo y por eso en teoría lógica habría espacio para buscar el fin de siglos de guerra al explicar esas diferencias del islamismo, en la interpretación entre sunitas (90% del total) y los chiitas considerados como enemigos entre sí, al interpretarlo distinto a los chiitas.
A causa de la velocidad de las decisiones de los involucrados y quienes los apoyan o rechazan, es largo el tiempo entre hoy viernes y el lunes próximo. Quienes ven con simpatía cualquiera de esas dos posiciones no tienen espacio para sorprenderse, realmente, al considerar ser los correctos. Por aparte, China y Rusia se parecen en la astucia de sus dirigentes, lo cual no significa apoyarlos, pero se diferencian en el tema religioso. Los chinos son budistas, taoístas y confucionistas, aunque el estado es ateo. Los rusos son cristianos ortodoxos el alto porcentaje, pero también hay judíos, islamistas y budistas, y entonces la decisión rusa tiene algún elemento puramente político para no enemistarse con alguna de estas, sobre todo los cristianos ortodoxos.
Otro factor impredecible es la reacción de Trump ante el ataque de Irán, causante de críticas incluso dentro de los republicanos, y entonces necesita la solución de este conflicto donde llegó sin invitación. El papel de Estados Unidos sin duda es importante, pero si Israel e Irán siguen solos, sin tomarlo en cuenta, no es equivocado pensar en la repetición de su actitud con respecto a Ucrania. La prensa no publicó sus declaraciones al no poder confirmar por otras fuentes la veracidad de las fotos presentadas con los daños. Irán está en un aprieto al verse obligado a pedir ayuda a China Popular y a Rusia, quienes aprovecharán el momento para beneficiarse. En resumen, no es posible afirmar cómo está la situación de una guerra cuyos daños económicos ya alcanzan al mundo.