La Iglesia católica se encuentra de luto tras el fallecimiento del papa Francisco, su más alto representante. Este hecho ha provocado que resurjan con fuerza las profecías atribuidas a Michel de Nostradamus, el célebre astrólogo francés del siglo XVI, cuyas predicciones han sido objeto de múltiples interpretaciones a lo largo de los siglos. El vínculo entre la muerte del pontífice y los escritos de Nostradamus ha despertado temor y curiosidad en distintos sectores.

Una de las cuartetas del profeta hace referencia a “la muerte de un pontífice muy anciano” y a la elección de un nuevo líder romano “de buena edad”, de quien se dirá que debilita su sede. Esta coincidencia ha sido interpretada por algunos como una referencia directa al fallecimiento del papa Francisco y la elección de su sucesor, aunque otros señalan que estas afirmaciones carecen de rigor histórico y deben ser analizadas con cautela.

La inquietud se intensifica debido a que Nostradamus también habría aludido a quien sucederá al pontífice fallecido, describiéndolo como el último papa antes del fin del mundo. Tal figura, que algunos relacionan con el llamado “papa negro”, ha sido interpretada como un presagio de una guerra religiosa global o una señal del juicio final, conforme a una visión apocalíptica.

Estas supuestas predicciones han reavivado el debate sobre el papel de la religión en la interpretación de eventos históricos y han alimentado discusiones en medios de comunicación y círculos espirituales. A pesar del escepticismo de numerosos estudiosos, la figura de Nostradamus continúa generando impacto y polémica cada vez que un hecho significativo parece coincidir con sus escritos.

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