El proyecto Mi Primera Casa Guatemala representa una oportunidad significativa para quienes buscan adquirir una vivienda digna a costos accesibles.

Así es que, a medida que más familias cumplan con los requisitos y completen los procesos, se espera que este programa ayude a reducir el déficit habitacional y mejore la calidad de vida de miles de guatemaltecos.

Los solicitantes pueden elegir la vivienda y su ubicación, siempre que ésta forme parte de los proyectos habitacionales participantes en el programa, desarrollados por empresas inmobiliarias que trabajan en conjunto con el Instituto de Fomento de Hipotecas Aseguradas (FHA).

Uno de los aspectos más destacados del programa es la flexibilidad de sus requisitos en comparación con otras opciones habitacionales. Por ejemplo, se ofrece un plazo de hasta 40 años para completar el pago, pueden aplicar personas cuyos ingresos equivalgan al salario mínimo y que no posean bienes. Estas condiciones aseguran que la población más vulnerable no quede excluida y tenga la oportunidad de participar en el programa.

Ingresos y gasto en pago de alquiler de vivienda en Guatemala

Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh), el ingreso promedio en áreas urbanas es de Q8 mil 300, mientras que en las rurales alcanza Q5 mil 300. Estos ingresos se componen de salarios como empleados más ingresos extras por trabajos independientes, pensiones, jubilaciones, becas, donativos y, en muchos casos, remesas familiares, lo que ayuda a compensar la insuficiencia del salario mínimo.

En los resultados de la misma encuesta se indica que, en cuanto al gasto en vivienda, los hogares urbanos destinan en promedio Q887.78 al pago de alquiler, mientras que en áreas rurales este gasto promedio es de Q584.77.

En esa misma línea, el déficit habitacional es una problemática persistente. Según un estudio de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), basado en el censo 2018, Guatemala tiene un déficit de 1.27 millones de viviendas, lo que equivale al 35 % de los hogares del país. Además, la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan) reporta que este déficit aumentó de 0.64% por persona en 2012 a 1.05 % en 2023.

¿Cómo avanza el programa Mi Primera Casa?

Hasta el 25 de noviembre de 2024, un mes después del anuncio oficial del programa, 11 familias habían presentado su papelería para ser beneficiarias.

Marcela Marroquín, de Comunicación Institucional del Crédito Hipotecario Nacional (CHN), explica que el ritmo de colocación de viviendas es dinámico y ha mostrado un crecimiento progresivo. Sin embargo, el cierre de año ha implicado ajustes en los cronogramas de las desarrolladoras inmobiliarias, lo que podría influir en los tiempos de respuesta.

Otro factor que influye incluso antes de iniciar el proceso en el FHA o el CHN, que cumplir con la documentación requerida es uno de los factores que puede extender el proceso. Por ejemplo, obtener la constancia de carencia de bienes demora hasta cuatro días, y si el solicitante es asalariado, el empleador debe llenar formularios específicos, lo cual también depende de cada empresa. Según un beneficiario, reunir toda la documentación necesaria le tomó cerca de un mes.

Desde la primera entrega oficial de una vivienda a inicios de noviembre, otras tres solicitudes han superado el análisis de riesgo, mientras que el resto se encuentra en proceso de evaluación.

Perfil de los solicitantes y zonas preferidas

Según información proporcionada por el FHA, el programa ha identificado tendencias claras entre quienes han aplicado, entre las que se pueden citar están:

• 91 % de los solicitantes lo han hecho de manera individual.

• El rango salarial de los solicitantes oscila entre Q3 mil 200 y Q10 mil.

• El valor de las viviendas seleccionadas varía entre Q277 mil y Q600 mil, con un promedio de Q430 mil por propiedad.

• 82 % de los solicitantes han optado por viviendas verticales, es decir, apartamentos.

• Las zonas más solicitadas incluyen:
  • Área metropolitana: 55 % de las solicitudes.
  • Áreas fuera de la capital: 27 %.
  • Sacatepéquez: 18 %.

Marroquín, concluye diciendo que, “la elección de una vivienda no es una decisión inmediata, ya que el cumplimiento de requisitos y el análisis de opciones son factores que alargan el proceso. Sin embargo, las expectativas son positivas y se espera que en 2025 el ritmo de solicitudes aumente considerablemente”.