Un nuevo proyecto de ley promovido por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, contempla la implementación de una “tasa de integridad” para los emisores de solicitudes de visas temporales, incluyendo turismo, estudios y negocios.

Según consta en el texto normativo que el Senado estadounidense aprobó el pasado viernes 4 de julio, se trata de una tarifa adicional a los aranceles vigentes para las visas, conocida como «Impuesto de Integridad de Visas» (Visa Integrity Fee, en inglés).

La medida impone el pago de una tasa de US$250 extras hacia finales del 2025 o la cantidad que el Secretario de Seguridad Nacional establezca por reglamentación.

La nueva tarifa pasará de US$185 a US$435, y se aplicará a cualquier extranjero al que se le emita una visa de no inmigrante (estancias temporales). Los costos serán ajustados a partir del año fiscal 2026 y en cada año subsiguiente, considerando la inflación.

COSTO DE LA VISA

Actualmente, la solicitud de una visa estadounidense de turismo o negocios tiene un costo aproximado de US$185 (alrededor de Q1 mil 420), al que se sumarán US$250 adicionales (aproximadamente Q1 mil 920).

Según el tipo de cambio actual, la visa americana le costaría a los guatemaltecos alrededor de Q3 mil 340 (US$435).

Este nuevo monto será aplicable para quienes deseen acceder a visas como las B1 y B2 o de corta estadía, necesarias para hacer turismo o en el caso de los empresarios, para realizar viajes de negocios a ese país.

DE QUE TRATA EL IMPUESTO

El nuevo «Impuesto de Integridad de Visas» forma parte de la ley «One Big Beautiful Bill Act» (gran y hermoso proyecto de ley), impulsada por Trump, que incluye recortes fiscales, políticas de seguridad fronteriza y reformas en materia sanitaria, según describen medios internacionales.

La nueva tarifa, añadido al proyecto por legisladores republicanos del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, es una de las 22 tasas migratorias pensadas en fomentar el comportamiento legal entre los extranjeros que visitan Estados Unidos.

Incluso, el nuevo impuesto podría aumentar cada año para ajustarse a la inflación y al Índice de Precios al Consumidor (IPC).

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