Acampar en las montañas: paisajes, retos físicos y una experiencia sensorial por la naturaleza viva de Guatemala

Acampar en las montañas: paisajes, retos físicos y una experiencia sensorial por la naturaleza viva de Guatemala

Acampar en las montañas vivas despierta los sentidos y abre la puerta a una conexión profunda con la naturaleza. Pero, ¿dónde iniciar y qué se debe saber antes de la aventura?

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24/11/2025 06:00
Fuente: Prensa Libre 

Acampar en las montañas, rodeado de bosques tranquilos, fauna singular y paisajes sobrecogedores, se ha convertido en uno de los pasatiempos más estimulantes para los sentidos. Esta experiencia permite desconectarse del ritmo acelerado de la ciudad y descubrirse desde otra perspectiva.

Esta práctica también implica aprendizaje: desde habilidades de supervivencia hasta adaptación a un entorno natural. El montañista guatemalteco Jaime Viñals destaca que acampar es una exploración sensorial por montañas vivas. “El silencio en la montaña permite escucharse interiormente. Es un espacio de meditación y respeto”, afirma.

Según Viñals, caminar hasta el sitio de campamento permite al excursionista disfrutar del trayecto, observar el paisaje, escuchar aves, descansar y llegar con mayor energía. Además, afirma que subir una montaña o un volcán “no se trata de demostrar fuerza ni de competir con nadie, sino de disfrutar la experiencia y conocerse a uno mismo”.

Acampar no exige prisa, sino la disposición a dejarse envolver por los placeres de la naturaleza y maravillarse ante su flora, fauna y paisajes. También permite valorar, desde otra perspectiva, el descanso, la compañía y la conexión con el entorno, destaca Edgar Rivera, director y guía de Kashem.

¿Qué se debe considerar antes de ir a acampar?

Desde su experiencia de 28 años, Rivera destaca que lo primero que se debe hacer al planificar una acampada es conocer el destino, ya que muchas personas cometen el error de dirigirse a un lugar sin saber qué tipo de ropa, equipo de campamento y condiciones enfrentarán.

Si se es principiante, es esencial contactar con un guía, tanto en las montañas como en los volcanes, pues es indispensable conocer los detalles del lugar y si es ideal para acampar, destaca Viñals.

Otro de los puntos a considerar es cuál es el equipo de campamento ideal. Rivera resalta que no es lo mismo acampar en el volcán más alto de Guatemala que en un volcán del oriente del país, en la playa o en una reserva natural. “Guatemala ofrece mucha diversidad, por lo tanto, lo que se necesita para acampar cambia según el entorno”.

La diversidad natural brinda a los campistas la oportunidad de disfrutar diversos destinos. Viñals comenta que, en Guatemala, “tenemos la gran fortuna de estar en un país lleno de montañas vivas. Más del 60% del territorio nacional es montañoso, y eso nos permite tener una enorme diversidad de lugares para hacerlo”. Por lo tanto, definir el equipo adecuado es fundamental.

Las condiciones climáticas, sin duda, son uno de los factores fundamentales que deben considerarse desde días previos a la acampada, ya que podrían influir en el tipo de equipo necesario y en las condiciones del lugar.

Junto a ello, saber qué comida y recursos estarán disponibles en ese espacio es vital, especialmente si se viaja acompañado.

Atardecer en la cima del volcán de Acatenango viendo de Norte a Sur, al fondo se aprecia el volcán de Fuego. (Foto Prensa Libre: cortesía Jaime Viñals)

Equipo esencial para acampar en un bosque o reserva natural

Para estar preparado, Edgar Rivera destaca que se debe conocer el tipo de equipo que se necesita, principalmente en montañas de gran altura. Por lo tanto, recomienda lo siguiente:

  1. Carpa o tienda de acampar: Debe ser de tres estaciones, lo que significa que soporta lluvia. Esto se identifica fácilmente si las varillas son de aluminio y si tiene un cobertor impermeable que cubra completamente la carpa.
  2. Aislante o colchón: Es peligroso y poco saludable dormir directamente sobre el suelo. Por ello, aconseja usar aislantes de esponja diseñados para camping (no los de yoga) o colchones inflables especiales, delgados y ligeros.
  3. Saco de dormir: Debe elegirse según el clima del destino. En lugares fríos se recomienda un saco para 0 °C o incluso temperaturas bajo cero (-4 °C o -7 °C). En climas cálidos, uno para +6 °C o +8 °C es suficiente; muchas veces ni siquiera se usa.
  4. Ropa seca y térmica: Al llegar al campamento, hay que quitarse la ropa húmeda o sudada y ponerse una mudada seca. Esta debe ser de tela que retenga el calor (por ejemplo, polar), ya que dormir con ropa mojada puede ser peligroso en espacios con fríos extremos.

¿Qué mochila usar para acampar?

Una de las preguntas más frecuentes entre los nuevos excursionistas es sobre la mochila apropiada para montañismo. Rivera destaca que, idealmente, se recomienda una mochila especializada, aunque no es indispensable.

Se necesita una mochila en la que quepan los elementos a utilizar, entre ellos una mudada extra, el saco de dormir, una capa impermeable, agua pura y algunos bocadillos. Viñals resalta que el error común es sobrecargarla, por lo que sugiere llevar solo lo esencial e ir vestidos adecuadamente.

Si se desea adquirir una mochila, se recomienda que esta tenga:

  • Cinturón de carga: Permite que parte del peso recaiga en las piernas, y no todo en la espalda, reduciendo el cansancio y el riesgo de lesiones.
  • Arnés interno: Son varillas de aluminio que permiten distribuir el peso de forma uniforme y dan soporte a la mochila.

Otra de las recomendaciones es en cuanto a la vestimenta: llevar zapatos de montaña, ropa ligera durante el recorrido y evitar sobreabrigarse. Es importante cambiarse de ropa una vez se esté en el espacio de acampar.

Excursión en la montaña vs. en el volcán

Desde su experiencia, el montañista Jaime Viñals hace una serie de recomendaciones sobre los espacios donde se puede acampar:

1. Sierra de los Cuchumatanes:

Es uno de los destinos más recomendados. En su parte alta, hay casi 90 kilómetros de altiplano donde se puede acampar, experimentar ambientes a más de tres mil metros de altura y conocer la cultura mam.

“En vehículo se puede recorrer gran parte de los Cuchumatanes, acampar de forma segura, siempre en lugares autorizados y con respeto a la propiedad privada”. Además, hay restaurantes, casas de hospedaje y gasolineras cerca, lo que lo hace un destino ideal.

2. Sierra de las Minas:

Para quienes buscan algo más extremo y con menos estructura, este lugar en el oriente del país es recomendable. Las partes altas no están pobladas ni explotadas, lo cual es positivo.

“Hay acceso relativamente fácil para ver cascadas y acampar cerca de bosques espectaculares. Si uno va en silencio y con respeto, puede ver venados, tacuazines, mapaches, pumas”, añadió.

3. Volcán Tacaná (San Marcos):

Para quienes buscan frío, este volcán tiene la vegetación más linda de todos los volcanes de Guatemala. Ofrece vistas espectaculares: la costa del Pacífico, el volcán Tajumulco, los Cuchumatanes y, si está despejado, incluso montañas de México.

Se debe tener precaución, porque sobrepasa los cuatro mil metros de altura, lo que puede afectar la respiración. “La altitud implica menor presión atmosférica, por lo que el cuerpo necesita aclimatarse.

Hay que subir despacio, hidratarse constantemente (con agua, no alcohol), porque el alcohol puede provocar daño cerebral y agravar los efectos del mal de altura”, dijo.

4. Volcán Tajumulco:

El coloso más alto de Centroamérica y el Caribe (4,220 metros) ofrece vistas espectaculares. Viñals advierte que este destino no es recomendable para menores de 12 años, ya que podría afectar su crecimiento a largo plazo.

5. Volcán Siete Orejas:

Este destino, con forma de herradura o “U”, es un cráter gigantesco erosionado hacia el sur, con siete cumbres alrededor. Viñals destaca que es posible recorrer toda la herradura de forma segura y relativamente fácil.

6. Volcán Chicabal:

Este espacio, que tiene una laguna en su cráter a 2,900 metros, es ideal para visitar, aunque se debe hacer con acompañamiento local. Para llegar a la laguna hay que bajar por unas 500 gradas desde la parte alta del cráter, donde se vive el sincretismo religioso.

“Es un lugar sagrado, y recomiendo visitarlo con respeto: sin gritos, sin basura. Se puede acampar, pero es mejor hacerlo en el centro de visitantes, donde hay cabañas y seguridad”, indicó Viñals.

Amanecer en la cumbre del volcán de Acatenango a 3,976 metros de altura. Viendo de occidente a oriente, al fondo se aprecia la silueta del volcán de Pacaya. (Foto Prensa Libre: cortesía Jaime Viñals)

Recomendaciones de destinos para iniciar a acampar

Rivera brinda una serie de lugares que no requieren mucho esfuerzo, recomendados para quienes se inician en la acampada:

  1. Finca La Maté (Pacaya): Camping cercano al vehículo, ideal para principiantes.
  2. Volcán de Ipala: Se puede subir a pie en una hora o llegar en vehículo muy cerca de la laguna.
  3. Laguna de Chicabal: Acceso en 4×4 hasta cerca del área de camping.

Beneficios para la salud del senderismo y acampar

Combinar el senderismo con la acampada también trae beneficios para la salud. Ernesto Man, fisioterapeuta, destaca que esta actividad favorece el sistema respiratorio, cardiovascular y muscular.

Acampar en un volcán o en una montaña es algo que no debe tomarse a la ligera, dice Man. Recomienda realizar dos meses de ejercicios cardiovasculares y de fuerza antes del viaje, para evitar lesiones.

La falta de acondicionamiento puede provocar lesiones como fascitis plantar, esguinces de tobillo o dolencias en la espalda baja, lo que afectaría la experiencia. Por ello, sugiere fortalecer piernas, glúteos, cuádriceps, isquiotibiales, pantorrillas, abdomen, oblicuos y espalda baja para desarrollar resistencia y prevenir lesiones.

A media mañana viendo hacia la costa sur desde la cumbre del volcán Tajumulco a 4,220 metros. (Foto Prensa Libre: cortesía Jaime Viñals)