El Vaticano informó este domingo que el papa Francisco permanece en condición estable y sin fiebre, tras haber sufrido un episodio repentino de dificultad respiratoria. Aunque actualmente no presenta complicaciones graves, los médicos siguen monitoreando su evolución, ya que “el cuadro sigue siendo complejo” y “el riesgo de crisis” aún persiste. El pontífice de 88 años continúa recibiendo oxígeno de alto flujo como parte de su tratamiento contra la neumonía doble.

A pesar de su estado de salud, el papa ha mantenido su rutina dentro del hospital, participando en la Santa Misa y dedicando tiempo a la lectura y el café, según informó el Vaticano. También recibió la visita del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, y del arzobispo Edgar Peña Parra, jefe de personal papal. Su mensaje dominical del Ángelus, escrito en los últimos días, reafirmó su conexión con los fieles y su deseo de seguir presente en la vida de la Iglesia.

En su oración del Ángelus, el pontífice hizo un fuerte llamado a la paz, destacando que “desde aquí, la guerra parece aún más absurda”. Pidió oraciones por los conflictos en Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán y Kivu, reafirmando su constante preocupación por la violencia en el mundo.

Francisco también expresó que su enfermedad le ha permitido sentirse más cercano a quienes sufren, describiendo su fragilidad como una “bendición” y una oportunidad para compartir el dolor de tantas personas enfermas. Aunque su recuperación sigue en proceso, su mensaje de fe y esperanza continúa resonando entre los fieles.