Aún débil, Francisco logró superar la crisis

Aún débil, Francisco logró superar la crisis

El papa, aunque aún débil, pasó la crisis. *La justicia se desprestigia cada vez más en la población.
24/03/2025 00:04
Fuente: Prensa Libre 

El papa Francisco, al haber logrado ayer regresar a su residencia, despierta interpretaciones variadas, entre considerarlo un hecho puramente milagroso ante el mes de oraciones por su vida en todo el mundo católico, o un éxito sólo debido a la capacidad de la ciencia médica. Pero hay dos hechos innegables: la gravedad de todas las complicaciones, afianzadas por su avanzada edad, y la indudable fuerza espiritual de la fe religiosa, a la cual se agregaron los buenos deseos de personas de otras religiones e incluso de quienes no son practicantes de ninguna. Obviamente, aún su salud está disminuida y deberá pasar en reposo y reducir sus actividades por lo menos en unos tres meses.

Aunque siga al mando por algún tiempo, en realidad no podrá ser mucho, y es momento de preparar al catolicismo mundial acerca de esa realidad. Las decisiones tomadas han sido controversiales y no tienen aceptación generalizada. Un criterio para juzgarlas es la evidente decisión de adaptar a la feligresía católica a algunos cambios del mundo actual, sin desatender los criterios fundamentales porque éstos deben mantenerse para darle esa continuidad, lo cual ha ocurrido en toda la ya bi-milénica historia eclesiástica. El otro criterio válido es el tradicional, cuya importancia es innegable, pero históricamente los cambios nunca han retrocedido, sobre todo en la forma. Lo teológico debe tener, ha tenido y tendrá una base ética. Mi juicio —de laico crítico— considera la necesidad de revisar aquellas decisiones causantes de divisiones profundas, y mantener las tradicionales a causa del peso de los dos mil años de historia del catolicismo, con sus etapas dignas y también en algunos casos desastrosas. Al ser los católicos seres humanos, no ángeles —incluidos los papas— puede haber errores, la mala intención y hasta maldad, pero no por ello se justifica borrar todo el bien religioso, humano y bondadoso realizado aún hoy por sacerdotes, monjas, frailes, así como el papel histórico desde hace siglos en la difusión de la cultura, el arte, además de todo aquello lo incluido en sus tareas, por las cuales los pontífices pesan en lo religioso y lo político.

Interpretaciones desastrosas desprestigian a la justicia

El desprestigio de la justicia guatemalteca tiene larga data, pero todo lo ocurrido en los últimos tres gobiernos y en las decisiones de la Corte de Constitucionalidad (CC), la Corte suprema de Justicia, los magistrados de sala, agregada a los abusos de una figura muy valiosa pero ahora manoseada, los amparos, al punto de poder aplicársele el calificativo legal de improcedentes, absurdos y abiertamente dirigidos a crear atrasos intencionales. Al presentarlos, se declara casi automáticamente un amparo provisional, pero ello en la práctica puede no significar nada porque la CC es quien decide declararlo firme o no, dependiendo muchas veces de factores externos fuera de lo legal.

En la elección del Colegio de Abogados el amparo otorgado por la Sala obligó a entregar los cargos a los ganadores, sin importar quiénes son, sino si fueron electos. Los colegios profesionales, en general, han reducido su buen nombre porque por no representar la voluntad de la mayoría, ante la ausencia mayoritaria de sus miembros, pero ese colegio específico despierta ambiciones porque son muchas las entidades jurídicas y políticas donde tiene voz y voto, así como por los fondos a su alcance. Dominarlo dará a sus directivos una exagerada e inconveniente influencia en la vida nacional. Si la CC no lo deja firme, todas las próximas elecciones del país serán un ejercicio inútil.