El comisario Chou Yew-woei de Taiwán emitió un comunicado urgente para la colaboración internacional.  Debido al impacto de la pandemia Covid-19, muchas personas perdieron sus empleos, debido al confinamiento y han buscado apoyo financiero.  La realidad para quienes buscan un trabajo en el extranjero, corren riesgo de ser victimas de la trata de personas.

El fraude es un delito de larga historia, que con el paso del tiempo está adquiriendo nuevas dimensiones y planteando una amenaza incalculable a la seguridad mundial.  Según el secretario general de Interpol, Jürgen Stock, la necesidad de una solida cooperación policial internacional es más vital que nunca para hacer frente a nuevas formas de delincuencia transnacional, como la trata de personas y el fraude.

Las organizaciones criminales trabajan bajo modelos de estilo corporativo que se basan en divisiones sofisticadas del trabajo, intercambio de información, y complicidad.  Para combatir este crimen, los agentes de todo el mundo deben unirse.

El propósito de la INTERPOL es garantizar y promover la asistencia más amplia posible entre todas las autoridades policiales criminales.  Mientras tanto, las fuerzas policiales de Taiwán están tomando la iniciativa de colaborar con sus homólogos de todo el mundo para luchar contra la delincuencia.

Taiwán puede conectarse con el mundo debido a que existen plataformas para la gobernanza global.  Adicionalmente, Taiwán no ha podido participar en INTERPOL por 39 años.  También, mientras más se expande la criminalidad transnacional, los pasaportes taiwaneses, que disfrutan de acceso sin visa a los 145 países y territorios, se han convertido en objetos para los criminales transnacionales.

Una de las razones que ha dificultado los esfuerzos de Taiwán para luchar contra el crimen transnacional, fue cuando China solicitó su adhesión a INTERPOL en 1984.  Impuso condiciones que contravenían es espíritu de la Constitución de INTERPOL.  China se hizo cargo de los derechos y el estatus de membresía de Taiwán y citó constantemente las llamadas “cuestiones políticas” para asegurar que INTERPOL excluyera a Taiwán, creando una brecha en la prevención del delito e intercambio de información.

Asimismo, solicitan que apoyen la participación de Taiwán en la asamblea General anual de INTERPOL, en calidad de observador.  Esto permitiría a las autoridades policiales de Taiwán participar en diversas actividades, reuniones y entrenamiento, para interactuar con otros países y abordar la deficiencia en el intercambio de información sobre delitos transnacionales.