Por lo vivido se le recordará al ser querido

Por lo vivido se le recordará al ser querido

Vivamos de tal modo para que cuando ya no estemos podamos ser recordados con bondad.

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Resumen Automático

01/11/2025 00:04
Fuente: Prensa Libre 

“La memoria es el espejo donde cada uno de nosotros vemos a los ausentes”. Joseph Joubert

Los detalles que van encadenando nuestras vivencias con las personas que nos rodean se asemejan a los cuadros que se pintan por algún artista y que cada detalle que se va añadiendo estará de algún modo completando el tema que el artista tiene en su mente de artista para finalmente poder apreciar la realidad que se ha plasmado.

Deberíamos recordarnos de los que ya partieron sin olvidarnos de los que nos acompañan hoy.

Semejante a eso es lo que nos pasa con las interrelaciones que tenemos con las personas que nos rodean. Estas relaciones siempre tienen un proceso y cada parte debe ser bien cuidada para que no tengamos que regresar y hacer correcciones.

Por el hecho de que las cosas no se olvidan fácilmente, cada uno de nosotros debería ser más cuidadoso en lo que expresa o lo que comunica, porque probablemente podemos regresar y disculparnos, y las personas amablemente nos perdonan, pero eso no implica en ningún modo que se olvida, porque está registrado en la mente de las personas.

Seguramente, la gente por su educación no hará comentarios con terceros, pero será más precavida con nosotros, por si en algún momento se pueda repetir.

Cada uno de nosotros desarrollamos nuestra vida teniendo en mente primordialmente lo que queremos alcanzar en esta vida, lo cual es natural y en una buena medida es correcto, pero sin descuidar a los que están conmigo para que ellos también tengan algún beneficio en lo que se habrá de alcanzar y también tener el debido cuidado para que de ninguna manera se les esté perjudicando a ellos con mis logros.

Es más que evidente que la vida que llevamos en estos días es de muchas carreras y cada uno está centrado en lo que debe de hacer. Esto es parte del diario vivir, pero nunca debemos olvidar que no estamos solos en esta vida, y todo lo que hacemos o dejamos de hacer afectará primordialmente a los nuestros y también a otros que nos rodean.

A cada uno de nosotros nos conviene hacer el ejercicio reflexivo de qué pasaría si hoy fuera mi último día de vida, también cuál sería la imagen que dejaría grabada en la mente de las personas que me conocen.

Claro está que nadie sabe cuál será ese día en su vida, pero por lo mismo es de ser personas maduras en todo lo que habremos de actuar para que no dejemos cosas que necesitan de alguna enmienda en forma consiente.

Seguramente, cada uno de nosotros en lo que hemos vivido tenemos personas que son recordadas con el máximo cariño y respeto, y por lo mismo, cuando estamos reunidos con nuestros conocidos más de una vez, se los recuerda con el máximo del cariño y no es algo extraño que los quisiéramos tener presentes con nosotros por lo que ellos sabían aportar.

Es exactamente lo que nosotros debemos tener presente en nuestro modo de conducirnos, si de algún modo nuestra manera de ser puede tener esa misma modalidad.

Justamente este pensamiento nos debe de gobernar en nuestro diario vivir, para que antes de hacer un comentario, o bien reclamar o exigir algo, podamos calcular cuáles serán las implicaciones de nuestro actuar y qué recuerdos habrán de fijar en la mente de los nuestros. Si podemos dimensionar esta realidad, los probables abruptos y las expresiones casuales serán mucho más cuidadosamente calculadas y bien pensadas.