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“Es un caballo de Troya”: las lecturas detrás de la votación de la nueva Junta Directiva del Congreso 2026
Con 90 votos a favor, 62 en contra y 6 ausencias, el Congreso definió a las autoridades que dirigirán el Legislativo el próximo año.
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Una sola planilla, 149 votos a favor y una elección sin oposición.
Así se definió la nueva Junta Directiva del Congreso de la República para el período 2026-2027, encabezada por el diputado Luis Alberto Contreras, de Compromiso, Renovación y Orden (Creo).
Lo que en apariencia fue una jornada de consenso, es visto por analistas como un momento clave —y con doble lectura— en la recomposición del poder político dentro del Legislativo.
Podría ser una oportunidad para estabilizar el Congreso o un “caballo de Troya político”, coincidieron, desde visiones distintas, dos fuentes consultadas.
Una votación sin oposición
La sesión del 4 de noviembre del 2025 estuvo marcada por el inusual consenso: una única planilla fue presentada, sin candidaturas alternas, y consiguió el apoyo de 149 diputados.
Entre los votos a favor figuraron nombres que antes habían estado enfrentados a la directiva saliente, la cual estuvo a cargo de Nery Ramos, quien vuelve a ocupar un cargo, y como primer vicepresidente es el puesto más cercano a Contreras.
El respaldo provino incluso de diputados con trayectoria polémica o de filiación diversa.
Héctor Adolfo Aldana, de Vamos, exviceministro de Transportes y exsubsecretario general de la Presidencia durante el gobierno de Alejandro Giammattei, votó a favor pese a haber sido uno de los más críticos de los resultados electorales del 2023.
En el proceso pasado, Aldana protagonizó un reclamo público a gritos contra una Junta Electoral Departamental, el cual fue mediatizado en un momento de tensión política al poner en duda las votaciones.
También apoyaron la planilla Nadia y Teresita de León, de los partidos Nosotros y la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), respectivamente.
Teresita de León, quien es además Secretaria General de la UNE, además, había votado meses antes junto a la oposición al intentar revertir un veto presidencial, lo que respaldaba entonces a la alianza legislativa opositora y no al oficialismo ni al Ejecutivo.
Otro voto a favor fue el de Felipe Alejos, líder de Todos, quien ha mantenido una postura crítica frente al oficialismo, pero en esta ocasión se sumó al respaldo.
En mayo, Alejos había presentado un amparo junto a Álvaro Arzú, Elmer Palencia (ahora segundo vicepresidente) y Allan Rodríguez, contra resoluciones de la Directiva saliente.
Los votos en contra y las ausencias
La planilla recibió solo cinco votos en contra, cuatro de ellos de diputados de Vamos, entre ellos Allan Rodríguez y su hermano Luis Alberto Rodríguez, además de Sandra Jovel (Valor).
Otros seis diputados no participaron: entre los ausentes estuvieron Álvaro Arzú Escobar y Ana Lucrecia Marroquín.
Arzú abandonó el pleno antes de la votación, mientras que Ronald Portillo Cordón y Carlos Roberto Calderón, ambos de Vamos, tampoco asistieron.
Junta Directiva 2026-2027
- Presidente: Luis Alberto Contreras (Creo)
- Primer vicepresidente: Nery Ramos (Azul)
- Segundo vicepresidente: Elmer Palencia (Valor)
- Tercer vicepresidente: Kevin Escobar (Cabal)
- Primer secretario: Juan Carlos Rivera (Victoria)
- Segunda secretaria: Lucrecia Samayoa (Bien)
- Tercer secretario: Gerson Barragán (Viva)
- Cuarto secretario: Orlando Blanco (VOS)
- Quinto secretario: Julio López (Cabal)
Un consenso con trasfondo político
El exconstituyente y exdiputado Roberto Alejos ve en esta elección una señal de reacomodo interno en el Congreso, donde las bancadas optaron por un acuerdo pragmático antes que por un enfrentamiento.
“Hay una necesidad de estabilidad —explicó—. Contreras es un hombre que conoce el Congreso, ha trabajado con todos los partidos y puede devolverle cierta calma institucional al Legislativo”, expuso.
Alejos considera que el amplio respaldo refleja una etapa de transición. “Después de tanta confrontación, se impuso el cálculo político. Nadie quiere llegar al 2026 en medio de un Congreso paralizado”, dijo, en referencia al año en que deberán renovarse la Corte de Constitucionalidad (CC), el Tribunal Supremo Electoral (TSE), el Ministerio Público (MP) y la Contraloría General de Cuentas (CGC).
Sin embargo, advirtió de que el reto no será menor: “Si el Ejecutivo intenta imponer su agenda o el Congreso busca bloquearlo, volveremos al mismo punto. Este consenso solo servirá si hay un respeto mutuo”.
“Es un caballo de Troya”
Para el analista político Aquiles Faillace, la lectura es menos optimista.
“Esto es un caballo de Troya —dijo—. A simple vista parece una directiva de consenso, pero dentro lleva una estructura que puede operar para contener o negociar con el Ejecutivo según convenga”, explicó.
Faillace opinó que el apoyo masivo no significa unidad ideológica, sino una alianza temporal para sobrevivir políticamente. “Aquí no hay oficialismo ni oposición coherente. Los grupos se están reacomodando según los nombramientos que vienen, y eso incluye la Corte y el Ministerio Público”, afirmó.
A su criterio, la votación refleja un pacto táctico más que un proyecto institucional. “Cuando una planilla recibe casi 150 votos, no es porque todos estén convencidos, sino porque muchos no quieren quedarse fuera del reparto”, señaló.
Entre el diálogo y la desconfianza
Mientras Alejos confía en que la nueva Directiva puede abrir un espacio de diálogo real, Faillace advierte de que podría tratarse solo de una fachada de consenso.
Ambos coinciden, sin embargo, en que el Congreso se encuentra ante una etapa decisiva: la antesala de los procesos más sensibles del sistema político guatemalteco.
La presidencia de Luis Alberto Contreras, diputado con más de dos décadas de trayectoria legislativa, será puesta a prueba entre quienes esperan una gestión conciliadora y quienes sospechan de un reacomodo calculado.
El próximo año mostrará si la nueva Junta Directiva representa un renacimiento del diálogo político o, como advirtió Faillace, “un caballo de Troya en el corazón del Congreso”.
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