La lucha contra el crimen organizado que opera desde las prisiones guatemaltecas dio un nuevo paso hoy. Investigadores de la División Nacional contra el Desarrollo Criminal de las Pandillas (DIPANDA) y agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) del Distrito Central llevaron a cabo una requisa en el sector 6 del Centro de Detención Preventiva para Hombres, conocido como Pavoncito.

La operación, realizada este jueves por la mañana, forma parte de las estrategias coordinadas para desarticular las redes de comunicación ilícita que los reclusos utilizan para seguir delinquiendo desde sus celdas.

Hallazgos Clave que Revelan Redes Clandestinas

Durante la minuciosa inspección, las autoridades hicieron hallazgos significativos:

• 12 antenas de transmisión
• Aproximadamente 50 metros de cable coaxial
• Un regulador de voltaje
• Numerosos electrodomésticos y aparatos de sonido que estaban siendo usados de manera irregular.

Según las autoridades, estos equipos eran probablemente utilizados para mantener comunicación externa, lo que representa una seria amenaza tanto para la seguridad ciudadana como para la gobernabilidad del sistema penitenciario.

Novena Requisa del Año en Pavoncito

Esta intervención marca la novena requisa que las fuerzas de seguridad realizan en Pavoncito en lo que va del año 2025. Estas acciones son parte de una estrategia institucional robusta diseñada para erradicar privilegios ilegales y combatir los mecanismos de operación de estructuras criminales desde el interior de los centros penitenciarios.

En una requisa en el sector 6 del Centro Carcelario de Detención Preventiva Pavoncito, se localizaron 12 antenas, aproximadamente 50 metros de cable coaxial, un regulador de voltaje y se retiraron varios electrodomésticos y aparatos de sonido.#LaSeguridadEsHoypic.twitter.com/oBr6uFO9uc

— PNC de Guatemala (@PNCdeGuatemala) July 3, 2025

PNC: Cárceles no Serán Centros de Mando Criminal

La PNC reafirmó su firme compromiso de mantener el control absoluto dentro del sistema carcelario. La institución enfatizó que los centros de detención deben ser espacios para el cumplimiento de penas, y no «centros de mando» desde los cuales se emitan órdenes para extorsiones, ataques armados u otros delitos.

Las investigaciones continúan para identificar a los responsables del ingreso y uso de los objetos ilícitos encontrados. Eliminar estos medios de comunicación clandestinos (como antenas, teléfonos o redes inalámbricas) es fundamental para debilitar la capacidad operativa de los grupos delictivos que intentan ejercer control desde prisión.

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