En el 40º aniversario de la Constitución, el presidente Bernardo Arévalo condecoró a exmagistrados de la Corte de Constitucionalidad de 1993 por su defensa del orden constitucional, otorgándoles la Orden del Quetzal en grado de Gran Oficial.

En medio del conflicto armado interno y tras décadas marcadas por golpes de Estado y regímenes autoritarios, el país dio paso a un nuevo orden constitucional que sentó las bases del sistema democrático vigente.

En el marco del 40º aniversario de la Constitución Política de la República de Guatemala, fueron homenajeados los exmagistrados de la Corte de Constitucionalidad que, en 1993, desempeñaron un papel importante durante una de las mayores crisis institucionales del país.

En ese momento, la Corte anuló las medidas inconstitucionales impuestas por el entonces presidente Jorge Serrano Elías, quien intentó disolver el Congreso y la misma Corte en un fallido “autogolpe”. La resolución del tribunal permitió restituir el orden legal y preservar la continuidad democrática.

Cuarenta años después de la vigencia del texto constitucional, el Estado reconoció ese legado.

En una ceremonia celebrada en el Palacio Nacional de la Cultura, el presidente Bernardo Arévalo otorgó la Orden del Quetzal en el grado de Gran Oficial a los exmagistrados, destacando su valentía y compromiso con la institucionalidad

Los reconocimientos fueron entregados a Rodolfo Rohrmoser y José Gabriel Larios, en representación de quienes integraron la Corte de Constitucionalidad hace más de tres décadas.

Ambos juristas fueron reconocidos por su labor en la preservación del estado de derecho en un contexto de tensión institucional.

La Orden del Quetzal es la más alta distinción honorífica que otorga el Estado guatemalteco, y en esta ocasión fue conferida “en nombre del pueblo de Guatemala”.

Por Andrea Palacios