Pilastra serliana, emblema protección de La Antigua

Pilastra serliana, emblema protección de La Antigua

La Ley Protectora de La Antigua Guatemala (1969) creó el Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala.

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30/08/2025 00:01
Fuente: Prensa Libre 

Sebastiano Serlio (1475 c.1554) pintor, erudito y arquitecto renacentista italiano, es más conocido por su tratado Los siete libros de la arquitectura, publicado en Venecia entre 1537 y 1551, y traducido al castellano en 1552 por Francisco de Villalpando. El Libro IV trata la ornamentación de edificios y los cinco órdenes arquitectónicos clásicos: Toscano, Dórico, Jónico, Corintio y Compuesto; fue fundamental para el lenguaje de la arquitectura renacentista. La página LXVI contiene la portada de un hogar doméstico flanqueado por pilastras abalaustradas que el arquitecto Diego de Porres, en el siglo XVIII, uso profusamente en sus obras en la actual La Antigua Guatemala. El 27Jul1703, siendo aún muy joven, el Ayuntamiento lo reconoció, nombrándole Maestro Mayor de Arquitectura y más adelante, Fontanero Mayor, convirtiéndolo en el arquitecto más importante de la Capitanía General.

Roberto Aycinena Echeverría quien, con su característica capacidad de síntesis, diseñó el emblema deseado.

La Ley Protectora de La Antigua Guatemala (1969) creó el Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala (CNPAG), que funcionó hasta 1972 cuando el Estado asignó fondos para su integración y marcha. Las instituciones que lo integran nombraron a sus miembros y estos, al arquitecto Roberto Ogarrio Marín para el cargo de Conservador de la Ciudad. Sus primeras acciones fueron constituir la nueva institución con sus fines, metas y objetivos, formular su estructura operativa y normas a seguir. Los miembros del CNPAG idearon una condecoración, que lleva el nombre Diego de Porres, para distinguir a instituciones y personas que han protegido o exaltado la ciudad. Por su parte, el equipo profesional preparó reglamentos básicos que permitieran aplicar con rigor el decreto 60-69 —Ley Protectora— y capacitar al personal en una tarea sin antecedentes, por su especificidad en área y materia, en particular en lo tocante a la conservación del paisaje arquitectónico y urbano que para entonces ya mostraba fragilidad ante la construcción de casas particulares; así como en la aplicación del Plan Regulador, formulado en 1967, que debió ser actualizado y sometido en 1974 a la aprobación de la Municipalidad; entidad a la que el Estado apoyó, incondicionalmente, por el carácter monumental de la ciudad en ruinas conservadas.

Para que la nueva institución fuera reconocida local e internacionalmente, más allá de su largo nombre, fue necesario tener un signo que la representara. Se eligió la pilastra abalaustrada de Sebastiano Serlio, adoptada por Diego de Porres, podemos decir, como monumental firma en sus proyectos.

Conociendo la dinámica de los fundadores, pues fueron profesores en la Facultad de Arquitectura, miembros del CNPAG durante mi gestión como Conservador de la Ciudad (1978-87) y entrañables amigos de por vida, creo reconocer la mano del arquitecto Roberto Aycinena Echeverría quien, con su característica capacidad de síntesis, diseñó el emblema deseado a partir de la pilastra serliana introducida a Guatemala por Diego de Porres.

De acuerdo a información proporcionada por la historiadora Elizabeth Bell, el doctor Luis Luján Muñoz, miembro del CNPAG, solicitó a la cooperativa de alfombreros de Santa Cruz Balanyá (Chimaltenango) tejer en lana, un tapiz (0.95 x 2.40 metros) que por razones de protocolo, tutelara el salón de reuniones del CNPAG, colocado a la derecha de quien preside sus sesiones. Así, en cualquier acto público y fotografía que se tomara, aparecería el emblema, sin nombre ni siglas, solo la nueva pilastra abalaustrada.

Ese emblema es reconocido desde entonces como símbolo del CNPAG y, en consecuencia, de la propia conservación de La Antigua Guatemala.

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