4 de julio: quiénes fueron las “madres fundadoras”, claves en la formación de Estados Unidos
En 1916, en la Convención Nacional Republicana en Chicago, el por entonces senador por Ohio, Warren Harding, dijo una frase que agruparía a los creadores de Estados Unidos.
“Deberíamos ser tan genuinamente estadounidenses hoy como cuando los padres fundadores lanzaron su desafío inmortal frente a las opresiones del viejo mundo y dedicaron una nueva república a la libertad y la justicia”, según reprodujo el historiador Richard B. Bernstein en su libro “The founding fathers reconsidered” (“Reconsiderando a los padres fundadores”).
En ese momento, nadie le prestó mucha atención al término “padres fundadores”, pero con el paso de los años comenzó a utilizarse ampliamente para referirse a los creadores de la identidad nacional estadounidense, aquellos que eran un símbolo de la democracia constitucional, inmunes a la corrupción e íconos patrios.
Los nombres que se incluyen en la lista de “padres fundadores” pueden variar en dependencia de los criterios que se usen para contabilizarlos. Algunos solo incluyen a quienes firmaron la “Declaración de la Independencia” y la “Constitución de Estados Unidos” y otros consideran que fueron muchos más quienes fundaron la nación.
“Como mínimo, la lista incluiría a los siete líderes clave nombrados por el historiador Richard B. Morris en su libro de 1973 “Seven Who Shaped Our Destiny” (“Los siete que dieron forma a nuestro destino”): Benjamin Franklin, George Washington, John Adams, Thomas Jefferson, John Jay, James Madison y Alexander Hamilton”, destaca Bernstein.
Pero aunque los nombres del listado varíen, hay algo que se repite: todos son hombres.
Claramente una sociedad no se compone solo de hombres. ¿Dónde están las mujeres que estuvieron codo a codo en la formación de Estados Unidos como país? ¿Hubo también “madres fundadoras“?
“¡Por supuesto! Y tendemos a pensar en ellas como las esposas de los ‘padres fundadores’, pero hay muchas ‘madres fundadoras’que no son necesariamente esposas de los padres fundadores”, señala Mary Beth Norton, profesora emérita del Departamento de Historia de la Universidad Cornell, de Nueva York.
“Todavía hay gente que escribe la historia de la revolución y no incluye a las mujeres. Yo lo llamo amnesia de género“, sostiene por su parte Carol Berkin, profesora de Historia retirada de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY).
¿Quiénes fueron las “madres fundadoras” de Estados Unidos?
Las mujeres asumieron un papel activo en la revolución de EE.UU. y no necesariamente junto con sus maridos.
Pero no hay que pensar en sus roles como los logros o éxitos que obtenían los hombres y que quedaban plasmados en los libros de historia.
Tampoco existe una lista oficial ni un número establecido de quiénes fueron esas mujeres. Y el término “madres fundadoras” tampoco fue acuñado por ningún político ni personalidad.
“Las historiadoras las han llamado así para distinguirlas de sus maridos y para asegurarse de que sabemos que las mujeres también estaban allí cuando se fundó la nación”, aclara Mary Beth Norton.
En BBC Mundo consultamos a cuatro de las más reconocidas historiadoras que estudiaron el rol de la mujer en la revolución y posterior creación de Estados Unidos en los siglos XVIII y XIX.
Ellas ofrecieron datos, anécdotas y razones por las cuales ciertos nombres deberían estar incluidos en esta lista imaginaria de mujeres que fueron clave para la formación de la nación.
Esta es una selección de esos nombres que las historiadoras coinciden en que vale la pena destacar.
1. Martha Washington
El nombre de Martha Washington (1731-1802) es tal vez el más fácil de apuntar en esta lista de “madres fundadoras” de Estados Unidos.
No porque la historia la recuerde como una heroína o revolucionaria, sino porque sencillamente y no menos importante, Martha Washington fue la primera “first lady”, es decir la primera dama del primer presidente de Estados Unidos, George Washington, quien ocupó el gobierno entre 1789 y 1797.
“Ella no era particularmente carismática. No le interesaba la política. Ella era leal a su esposo y por eso estaba en la escena política”, describe Carol Berkin, que también es autora de “Revolutionary Mothers: Women In The Struggle For America’s Independence” (“Madres revolucionarias: mujeres en la lucha por la independencia de Estados Unidos”).
Martha podría haberse quedado en la casa mientras George salía a pelear en las “Guerra de los Siete Años” (1756-1763) y en la guerra de Independencia de Estados Unidos (1775-1783), sin embargo en los meses de invierno cuando las batallas se suspendían, ella viajaba a los cuarteles para acompañar a su marido y mantener el espíritu de los soldados con su carácter sociable.
Luego, al convertirse en primera dama, Martha Washington marcaría un modelo a seguir.
“Ella ciertamente guió a todas las mujeres con el ejemplo. Incluso cuando Abigail Adams posteriormente asumiría ese mismo rol, dijo que sería difícil llenar esos zapatos”, dice Flora Fraser, biógrafa y autora libro The Washingtons (“Los Washington”).
“Pienso que ella fue una ‘madre fundadora’ porque creó el rol de pareja del presidente”, destaca.
2. Abigail Adams
Abigail Adams (1744 – 1818) es otro de los nombres más elementales de esta lista.
Fue la segunda primera dama de Estados Unidos. Acompañó a John Adams en su presidencia desde 1797 a 1801.
“Ella es todo un nombre. Era una ferviente patriota, en muchos sentidos más ferviente incluso que su marido. Ella estuvo muy a favor de la independencia estadounidense”, asegura Mary Beth Norton.
Se conserva una gran cantidad de correspondencia entre ambos donde se refleja la relación amorosa que tenían y las demandas de ella hacia él.
Tal vez una de las cartas más famosas sea la del 31 de marzo de 1776 en la cual se destaca este párrafo traducido:
“Anhelo saber que ha declarado la independencia y, por cierto, en el nuevo Código de Leyes que supongo que será necesario que haga, deseo que recuerde a las Damas y sea más generoso y favorable con ellas que sus antepasados. No ponga ese poder ilimitado en manos de los Maridos. Recuerde que todos los hombres serían tiranos si pudieran. Si no se presta especial atención y cuidado a las Damas estamos decididas a fomentar una Rebelión, y no nos mantendremos sujetas a ninguna Ley en la que no tengamos voz o Representación”.
Muchos malinterpretan estas palabras y creen que Abigail Adams está reclamando el derecho al voto femenino.
“Lo que estaba pidiendo era una reforma de las leyes matrimoniales (…) debido a que en esa época, una vez que se casaban, las mujeres pasaban a estar bajo el control de sus maridos al igual que sus propiedades y ellos tenían la disposición de los hijos”, describe Norton.
En concreto, “Abigail no logró convencer a John. No funcionó. John se rió de ella”, dice la historiadora que es autora de “Founding Mothers & Fathers: Gendered Power and the Forming of American Society” (“Madres y padres fundadores: El poder de género y la formación de la sociedad estadounidense”).
¿Qué hubiera pasado si esa reforma se hubiera aprobado y las mujeres conseguían esa igualdad de derechos?
“Personalmente, creo que si ella se hubiera salido con la suya y se hubieran reformado las leyes, eso habría dado forma a la vida de las mujeres mucho más que tener el voto“, opina Carol Berkin.
Pero aunque Abigail perdió esa batalla con su marido, que causalmente era el presidente de Estados Unidos, no se quedaba callada.
“Ella tenía una opinión sobre todo y John la escuchaba. Era su principal asesora política. Era ingeniosa, divertida y políticamente astuta. Habría sido mejor política que su marido, te lo aseguro”, sugiere la historiadora Berkin.
3. Mercy Otis Warren
Las especialistas coinciden en que Mercy Otis Warren (1728 – 1814) es una “madre fundadora” porque ella misma fue una de las primeras que escribió sobre los días de revolución en el país y era una patriota comprometida.
“Fue una de las primeras historiadoras de la revolución. Escribió obras de teatro y poemas en apoyo de la causa estadounidense que se publicaron durante la guerra”, afirma Norton.
Durante el debate sobre la Constitución de Estados Unidos en 1788, publicó “Observaciones sobre la nueva constitución y sobre las convenciones Federales y estatales”, escrito bajo el seudónimo de “Un patriota de Columbia”.
En ese folleto se oponía a la ratificación del documento y defendía la inclusión de una Declaración de Derechos.
Mercy Otis Warren también pertenecía a un grupo de elite. Estaba casada con James Warren, un político destacado de Massachusetts.
“Era amiga de Abigail y John Adams y él recibió consejos políticos de ella, pero luego se le vuelve en contra cuando sus políticas difieren. Creo que es una persona importante que la gente realmente debería conocer”, analiza Cassandra Good, profesora asistente de Historia en la Universidad Marymount, Virginia.
Para la historiadora Carol Berkin, Mercy Otis Warren “escribió la propaganda más importante en la década de 1770 para la resistencia a Gran Bretaña”.
“Ella le dio un idioma, por así decirlo, al público estadounidense, escribiendo la historia de la revolución en varios volúmenes. Fue una mujer realmente fascinante, defensora de la igualdad y la educación femenina”, afirma.
4. Judith Sargent Murray
Judith Sargent Murray (1751-1820) “en muchos sentidos es la primera feminista estadounidense“, advierte Mary Beth Norton.
Ella es otra de las mujeres privilegiadas que surgió de una familia acomodada y que recibió una buena educación.
“Escribió numerosos ensayos bajo seudónimos, lo cual era muy común en ese momento en las publicaciones estadounidenses, que se sumaron a los primeros argumentos a favor del feminismo, de la educación igualitaria, de que las mujeres puedan controlar su propia familia y fortuna y no dejar que sus bienes familiares vayan a manos de sus maridos”, resume Norton.
Uno de esos ensayos es “On the Equality of the Sexes” (“Sobre la igualdad de sexos”) escrito en la década de 1790 en el que Murray plantea el argumento de la igualdad espiritual e intelectual entre hombres y mujeres.
“Creo que definitivamente merece ser llamada ‘madre fundadora’, aunque no asumió un papel tan destacado en la revolución misma. Era un poco más joven, pero fue muy importante como fundadora del feminismo estadounidense”, refuerza Norton.
La historiadora Carol Berkin coincide y dice que Judith Sargent Murray es una de las principales teóricas de los derechos de la mujer.
“Ella argumentó que las mujeres eran intelectualmente iguales a los hombres y perfectamente capaces de hacer cualquier cosa que un hombre pudiera hacer. Sin embargo seguía pensando que la actividad principal de las mujeres estaba en el hogar”, describe.
“Judith Sargent Murray insistió en que las mujeres fueran educadas y que la razón por la que las mujeres parecían menos inteligentes que los hombres era porque nunca recibieron educación formal”, resume Berkin.
5. Elizabeth Powel
Elizabeth Powel (1743-1830) fue una mujer de la alta sociedad de Filadelfia que sabía relacionarse con el poder.
Las historiadoras la destacan como una “madre fundadora” por sus lazos con los nombres más prominentes de la época y por su influencia en ellos.
Ella era la esposa de Samuel Powel quien fuera alcalde de Filadelfia y era amiga de George Washington a quien le escribió una carta demandándole que no podía renunciar después de un período presidencial y que necesitaba postularse nuevamente.
“También es quien supuestamente después de la Convención Constitucional, le preguntó a Benjamin Franklin con qué tipo de gobierno terminamos. Y él dijo: ‘A republic, if you can keep it’ (‘Una república, si podemos mantenerla’), relata la profesora Cassandra Good.
“Esa línea se repite una y otra vez (en la historia de EE.UU.), pero no se menciona que fue una respuesta a Elizabeth Powel. Ella más tarde dijo que no recordaba haber hecho esa pregunta porque hablaba con ellos todos los días como si estuvieran pasando el rato en su casa”, añade Good, que recientemente publicó “America’s founding women” (“Mujeres fundadoras de Estados Unidos”), un curso en la aplicación Audible sobre una selección de mujeres relevantes en la creación del país.
La historiadora Flora Fraser concuerda. “Yo diría que es una ‘madre fundadora’. Ella mantenía correspondencia con Washington y se puede ver en ella que se sentía absolutamente en igualdad de condiciones con él”, opina.
“Elizabeth Powel es un emblema de la libertad y su voz estaba en el centro de la revolución“, añade Fraser.
6. Phillis Wheatley
El nombre de Phillis Wheatley (1753-1784) es tal vez el menos pensado en esta lista de “madres fundadoras” en una sociedad dominada por una elite blanca y de dinero.
Phillis Wheatley nació en África Occidental, fue vendida como esclava a los 7 años y transportada a América del Norte.
Fue esclavizada por la familia Wheatley de Boston donde aprendió a leer y escribir.
Pero Phillis Wheatley supo explotar su talento y fue la primera autora afroestadounidense que escribió poesía y publicó un libro.
“Realmente se convirtió en una de las principales poetas de la Revolución Estadounidense. George Washington leía toda su poesía e intentó que los periódicos de Virginia la publicaran”, cuenta Carol Berkin.
Aunque la historiadora advierte que su poesía no caería bien con los valores actuales de la sociedad.
“Una de las cosas que dijo, y que la convierte en una figura controvertida, es que insistió en que los afroestadounidenses eran afortunados por haber sido traídos a América del Norte, incluso como esclavos”, describe Berkin.
“Esto generó un gran debate pero yo diría que fue una especie de licencia poética sobre las oportunidades que tuvo tras haber sido traída a este maravilloso país de la libertad”, agrega.
Phillis Wheatley se casó y se mudó a Inglaterra donde murió en la pobreza.
“Ella es alguien que todos los niños de la escuela conocen ahora. Está a la misma altura de los ‘padres fundadores’, a pesar de que era una niña en ese momento”, opina Berkin.
Fraser coincide en que es “una ‘madre fundadora’ porque es una de las primeras mujeres afroestadounidenses en incursionar en la literatura y tener una voz en la revolución”.
“En el siglo XIX eso era poco común en el mundo anglófono, tanto en Estados Unidos como en Gran Bretaña”, analiza.
Más “madres fundadoras”
Y la lista sigue.
Se pueden incluir nombres de mujeres que colaboraron de manera clave con la revolución como Esther De Berdt Reed (1746-1780), que decidió iniciar una colecta entre la alta sociedad de Filadelfia para los soldados “para mostrarles que las mujeres estadounidenses estaban con ellos en el esfuerzo de guerra”, destaca Mary Beth Norton.
También está la historia de Betsy Ross y la creación de la primera bandera estadounidense.
“Se supone que fue ella, pero no hay una primera bandera de la que sepamos. Fue su nieto quien planteó esta idea en la celebración del centenario de la revolución en 1876, pero nadie puede saberlo con certeza”, añade Norton.
Algunas de las historiadoras sostienen que hubo “madres fundadoras” que eran nativas americanas como Molly Brant (1736-1796), líder de la tribu Mohawk en Nueva York y Canadá durante la Revolución Estadounidense que estaba encargada de las negociaciones diplomáticas con los británicos.
O Elizabeth Freeman (1744-1829) de Massachusetts, también conocida como Bet, Mum Bett, or MumBet que fue la primera afroestadounidense que presentó una demanda por su libertad y la ganó.
“No solo ganó su libertad, sino que básicamente la corte en Massachusetts dijo, sí, ya no puede haber esclavitud. Así que fueron sus acciones las que ayudaron a poner fin a la esclavitud allí”, explica Cassandra Good.
Y también están las mujeres que fueron clave para que la revolución y la creación del país fueran posibles y de las que no se sabe su identidad.
“Existen un montón de historias sobre mujeres que fueron mensajeras de los militares, niñas de 14 años que arriesgaron sus vidas, mujeres que se dedicaron al sabotaje para evitar que el ejército británico encontrara las armas que estaban escondidas o que quemaron sus propias cosechas para que el ejército británico no pudiera alimentarse”, enumera Carol Berkin.
“Ellas también compartieron el sacrificio y sostuvieron el patriotismo de los soldados comunes. Y aunque no conocemos los nombres de muchas de ellas, también son ‘madres fundadoras‘”, concluyó.