La Fiscalía contra el Tráfico Ilícito de Migrantes con apoyo de la Policía Nacional Civil (PNC) ejecuta este miércoles 3 de noviembre 27 diligencias de allanamiento, inspección, registro y secuestro de evidencias.

Las cateos se llevan a cabo en Huehuetenango, Quetzaltenango, Sololá, Totonicapán, Quiché, Chimaltenango y Guatemala con el propósito de desarticular a un grupo delictivo organizado como parte de las acciones de persecución penal estratégica en el caso Nahualá.

El Ministerio Público (MP) reporta preliminarmente la captura de cuatro personas, así como la incautación de dinero en efectivo.

Por medio de la investigación el MP detectó un posible grupo delictivo organizado, el cual se dedicaba a la captación de migrantes víctimas de origen guatemalteco para trasladarlo de forma irregular hacia los Estados Unidos, con el objetivo de obtener beneficios económicos ilícitos para sus integrantes.

Se estableció que la organización criminal ofrecía los viajes a través de diferentes emisoras radiales que operaban de forma no autorizada por la Superintendencia de Telecomunicaciones, siendo pertinente acotar que los viajes tenían un costo de aproximadamente Q75 mil.

Guatemala también se ha convertido en paso de migrantes de otras nacionalidad que buscan llegar de forma irregular a Estados Unidos. Estas personas extranjeras también son víctimas de las redes de traficantes de personas.

El martes 2 de noviembre, la PNC  detuvo  a 54 haitianos que ingresaron al país centroamericano de forma irregular dentro de un furgón y los devolvió a la frontera con Honduras, de donde supuestamente procedían, informó EFE.

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En el grupo de 54 migrantes haitianos había 14 menores de edad que no contaban con familiares entre las personas encontradas en el vehículo, según detallaron las fuerzas de seguridad en un comunicado de prensa.

Debido a su posición geográfica, el territorio guatemalteco es un paso natural utilizado por miles de migrantes para llegar a Estados Unidos con el fin de alcanzar el denominado ‘sueño americano’.

Cada año más de 500 mil ciudadanos de Guatemala, El Salvador y Honduras intentan emigrar ilegalmente a la nación norteamericana para huir de la pobreza y la violencia, según cálculos de expertos.