¿Es seguro usar remedios caseros para aliviar la fiebre en niños? Lo que dicen los pediatras

¿Es seguro usar remedios caseros para aliviar la fiebre en niños? Lo que dicen los pediatras

Algunos remedios caseros para aliviar la fiebre pueden ser inofensivos, pero otros pueden generar complicaciones para el niño. Lo ideal es evitar prácticas sin respaldo médico, dicen los pediatras.

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06/06/2025 05:57
Fuente: Prensa Libre 

La fiebre es una respuesta normal del cuerpo ante una infección o inflamación. “En los niños, las causas más comunes incluyen infecciones virales, como gripe, así como infecciones de oído, garganta o vías urinarias. También puede presentarse después de la aplicación de algunas vacunas o por un golpe de calor”, asegura Yury Mazariegos, pediatra especialista en infecciones.

La fiebre por sí sola, aclara Mazariegos, no siempre representa una urgencia, especialmente si el niño está activo, toma líquidos y está de buen ánimo.

El pediatra Wilbert Barrera agrega que la fiebre es la forma en la que el cuerpo “enciende las alarmas” y comienza a combatir una patología. El especialista señala que es importante observar cómo se comporta el niño: si está activo, si tolera líquidos, y responde bien, probablemente no hay motivo para alarmarse.

No obstante, si tiene otros síntomas, como dificultad para respirar, mucho sueño, está decaído, le aparecen manchas en la piel, la fiebre dura más de 48 o 72 horas o si el paciente es menor de 3 meses entonces sí debe consultarse con un pediatra.

En cuanto al uso de los remedios caseros, los entrevistados señalan que algunos remedios pueden ser efectivos y no representar un daño para los niños. Sin embargo, otros pueden empeorar la situación o tener alguna repercusión a la salud del menor.

“Algunos remedios caseros pueden ser inofensivos, como baños tibios o compresas frescas. Pero otros pueden ser peligrosos, como el uso de alcohol en la piel o envolver al niño en mantas muy gruesas, lo cual puede empeorar la fiebre. Es fundamental evitar prácticas sin respaldo médico y consultar siempre antes de aplicar cualquier remedio alternativo”, enfatiza Mazariegos.

“Siempre es mejor seguir métodos seguros y comprobados y recordar que la intervención no debe retrasar o sustituir una consulta médica oportuna”, agrega Barrera.

Si la fiebre supera los 39 grados es recomendable acudir con un especialista. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

En caso de que un niño presente fiebre, los pediatras recomiendan:

  • En primer lugar, mantener la calma.
  • Tomar la temperatura con un termómetro confiable (axilar o rectal, según la edad del niño).
  • Asegurarse de que el niño esté cómodo: con ropa ligera, en un ambiente fresco y bien hidratado.
  • Colocar paños húmedos o dar un baño con agua tibia (nunca fría), para ayudar a bajar la temperatura sin causar escalofríos.
  • Valorar el uso de medicamentos: si el niño está incómodo, se puede administrar acetaminofén o ibuprofeno en la dosis adecuada, según su peso y edad. Nunca se deben alternar ni combinar sin indicación médica.
  • Ofrecer líquidos constantemente, incluso en pequeñas cantidades para evitar la deshidratación.
  • Observar el comportamiento del niño: si sigue jugando, responde bien y duerme tranquilo, es una buena señal.
  • Dejar que el niño descanse.
En niños, las infecciones virales son la causa más común de la fiebre. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Señales de alerta

Los especialistas recomiendan que, ante cualquiera de las siguientes señales o signos de alerta, es necesario consultar con un pediatra para que realice una evaluación al niño:

  • Cuando el paciente tiene menos de 3 meses y presenta fiebre
  • Cuando la fiebre supera los 39°C
  • Cuando la fiebre dura más de tres días sin causa aparente
  • Cuando el niño presenta somnolencia excesiva, vómitos persistentes, irritabilidad, dificultad respiratoria, convulsiones o erupciones en la piel
  • Cuando el niño tiene enfermedades crónicas o está inmunocomprometido
  • Cuando el niño no quiere comer ni beber
  • Si los cuidadores o padres sienten que algo no está bien, es mejor consultar y salir de dudas con la opinión de un experto.
  • Si la fiebre persiste a pesar del manejo en casa, es clave reevaluar. Puede tratarse de una infección que requiere tratamiento específico.

Como conclusión, añade Barrera, la fiebre no siempre es una enemiga. Es una señal de que el sistema inmune del paciente está respondiendo y combatiendo una enfermedad. Con información clara, cuidados adecuados y una buena observación, los padres pueden manejarla de forma segura en casa y saber cuándo es momento de acudir al especialista.