Inclusión marca el regreso a las aulas
Se inicia ciclo escolar con 2 millones 900 mil estudiantes.
Rostros de alegría y diversidad se observaron ayer en las escuelas del sector público. La niñez y adolescencia se reencontraron en las aulas con sus maestros y compañeros, luego de un receso por las vacaciones. El reto es que los 2 millones 900 mil alumnos inscritos reciban el pan del saber con calidad, considerado importante para avanzar en el desarrollo del país.
La ceremonia oficial de regreso a clases se realizó ayer en la Escuela Oficial Rural Mixta del cantón Patzilín Abaj, aldea Cerro de Oro, Santiago Atitlán, Sololá. “Arrancamos con 2.9 millones de niños inscritos, pero recuérdense que la matrícula cierra en mayo; esperamos llegar a 3.1 millones de estudiantes”, afirmó Anabella Giracca, quien acompañó a la presidenta en funciones, Karin Herrera, al citado acto.
“Nuestra presencia aquí quiere dar una señal, un signo claro de nuestra opción de una educación comunitaria, con pertinencia social y cultural, para que las cosmovisiones de este país sean asumidas plenamente en los procesos educativos que impulsaremos”, agregó la funcionaria.
El Mineduc anunció que ya distribuyó 2 millones 700 mil libros en todo el territorio nacional y se hará una segunda entrega en junio. Además, comenzó el remozamiento de 4 mil planteles, y a finales de año llegaría a 10 mil.
Educación para todos
Por su parte, Herrera destacó por qué se decidió efectuar la ceremonia en el mencionado lugar.
“El Gobierno quiere hacer ver a la sociedad que todas las comunidades del país son importantes; debemos trabajar por todas”, aseguró. Juan Xitamul Guoz, director del centro educativo, afirmó: “Que estén en esta comunidad es un mensaje claro del compromiso con la educación de los pueblos indígenas y con la Guatemala profunda.
Estamos convencidos de que esta nueva primavera formativa será de beneficio para todos”, remarcó el jefe edil. María Micaela Guoz, representante de la Organización de Padres de Familia (OPF), indicó que la entrega de útiles a mitad de año es una decisión acertada. “Muchas familias aquí no tienen cómo comprar los cuadernos porque tenemos problemas económicos”, aseguró.