Erwin Sperisen condenado a 14 años de prisión en Suiza
El tribunal lo declaró culpable de complicidad en el asesinato de siete prisioneros durante un motín ocurrido en 2006 en la penitenciaría de Pavón
Ginebra, Suiza – Este jueves, Erwin Sperisen, exjefe de la Policía Nacional Civil de Guatemala, fue sentenciado a 14 años de prisión por la Cámara Penal y de Apelaciones de Ginebra. El tribunal lo declaró culpable de complicidad en el asesinato de siete prisioneros durante un motín ocurrido en 2006 en la penitenciaría de Pavón, en Guatemala. La condena es el resultado de un proceso judicial que ha captado la atención internacional debido a la gravedad de los cargos.
El tribunal suizo consideró las pruebas presentadas por la fiscalía como contundentes, destacando la credibilidad de los testigos. Según el fallo, Sperisen facilitó las acciones de un grupo de sicarios que ejecutaron a los prisioneros durante la represión del motín. La fiscalía había solicitado una pena de 14 años de prisión, la cual fue finalmente aceptada por el tribunal. Este veredicto pone fin a un largo proceso judicial que ha incluido cuatro juicios desde 2012, cuando se iniciaron las primeras acusaciones contra el exjefe policial.
El caso de Sperisen ha sido especialmente complejo debido a su doble nacionalidad suiza y guatemalteca, lo que permitió que fuera juzgado en Suiza tras haber huido de Guatemala en 2007. Las autoridades guatemaltecas habían señalado a Sperisen por su implicación en múltiples violaciones a los derechos humanos, pero nunca enfrentó a la justicia en su país natal. En Suiza, sin embargo, ha sido sometido a un proceso exhaustivo que culmina con esta sentencia condenatoria.
Los hechos que dieron lugar a esta sentencia se remontan a septiembre de 2006, cuando se produjo una operación para retomar el control del centro penitenciario de Pavón, que estaba bajo el dominio de los reclusos. Según la fiscalía, durante dicha operación, Sperisen ordenó o permitió la ejecución extrajudicial de varios prisioneros, lo que constituye un grave delito de lesa humanidad. El tribunal señaló que, aunque no se pudo probar que Sperisen estuvo presente en las ejecuciones, sí fue considerado cómplice por su rol de autoridad.