TGW
Guatevision
DCA
Prensa Libre
Canal Antigua
La Hora
Sonora
Al Día
Emisoras Unidas
AGN
Lo que dejamos atrás debe quedar despejado
Podríamos vivir más tranquilos si tuviéramos en claro las cosas pendientes que tenemos.
Enlace generado
Resumen Automático
“Aunque nadie puede volver atrás y tener un nuevo comienzo, todos podemos empezar ahora y tener un nuevo final”. Carl Bard
Nuestra sociedad, con el pasar del tiempo, se ha ido acelerando y es muy común que los que nos rodean estén corriendo para cumplir con sus compromisos. En alguna medida, cada uno de nosotros también estamos en la misma situación.
Es probable que por hacerlo todos los días lleguemos al punto de que ni nos damos cuenta. Por lo mismo, en muchos casos, dejamos cosas pendientes para atenderlas después, y probablemente no siempre logramos regresar para terminarlas.
Por la realidad que hemos podido describir, de alguna manera, sería más práctico que las cosas que no hemos podido terminar y que de alguna manera nos están esperando para atenderlas y terminarlas; lo ideal sería que, cuando estemos esperando, estas tuvieran algún orden y, de algún modo, correctamente ubicadas, para que en el momento en que las atendamos, sean suficientemente atractivas para nosotros como para que nos animen a dedicarles el tiempo apropiado.
Es natural que en la vida haya cosas pendientes de ser atendidas, pero una cosa básica que pocas veces tenemos presente es que la vida no la tenemos comprada y por ello no podemos asegurar que atenderemos las cosas que tenemos pendientes.
No siempre podemos hacer enmiendas de lo que hemos vivido en el pasado, pero lo podemos intentar.
Por ello, muchos de nuestros seres queridos que han partido para la eternidad han dejado cosas que nos ha tocado atender y en algunos casos, cuando lo hacíamos, llegábamos a conocer mejor a la persona, pero en otros casos, al atender lo que habían dejado, nos llenábamos con interrogantes a las que no les encontrábamos respuesta.
Cuando tenemos presente nuestro recorrido en la vida y estamos seguros y determinados para alcanzar las metas que nos hemos trazado, debemos de asegurarnos que, en lo que sea posible de nuestra parte, nuestro pasado esté en orden y no haya asuntos pendientes que nos puedan limitar o atrasar para poder avanzar.
Seguramente conocemos de algunas personas que, cuando estaban en el momento de emprender algo nuevo y grandioso, tuvieron que dejarlo porque algo que tenían pendiente o inconcluso en el pasado no les permitió emprender el sueño tan acariciado para alcanzar nuevos horizontes.
Para poner un ejemplo que puede pasar en el diario vivir, cuando uno se ha alistado para hacer un viaje, sea de placer o trabajo, y recibe una llamada para presentarse a atender un negocio que —al parecer de uno— estaba todo encaminado y no había nada más que hacer con él, pero, si encargó a alguien que terminara algún trámite y la persona no lo hizo por alguna razón, entonces uno se encuentra en la triste realidad de tener que dejar lo que estaba haciendo, o estaba planificando hacer, para resolver algo que había quedado atrás.
Es por demás insistir que es importante para cada uno de nosotros en las múltiples tareas y obligaciones que tenemos a diario asegurarnos de que las cosas concluyen correctamente y que todo está en su debido orden para que podamos avanzar en nuestros proyectos sin tener que vivir momentos desagradables, los cuales pueden incluso afectar nuestra salud por cosas que han quedado inconclusas en el pasado.
Eso solo nos debe traer recuerdos y nada más para nosotros y, para los nuestros, sin lugar a dudas también.